El crowdfunding y el camino para lograr un sueño

Como parte de mi trabajo de tesis para graduarme de Magíster en Administración de Empresas, conocí desde otra perspectiva el Crowdfunding, más conocido como Mecenazgo (derivado del término Mecenas) o como lo denomino una recaudación de fondos para una causa común.
Recuerdo que el concepto llamó mi atención porque estaba ligado al ambiente musical y al del Cine, a través de los directores que buscaban (y siguen buscando) adeptos que los ayudaran a financiar su sueño de ver proyectada su visión. Y me pasó que cuando leí sobre el Grupo Marillion en Wikipedia, cuando recién comencé esto de investigar sobre Crowdfunding, me sorprendí al leer que ellos financiaron una gira completa por Estados Unidos solo con las donaciones de sus fanáticos más acérrimos. Entonces, ¿Cómo no sería posible utilizar este método para poder financiar todo tipo de sueños, más cercanos, más reales, más de nosotros?.
Al final del camino, todos los que emprenden o buscan aportar a su entorno pueden pedir prestado el financiamiento. Si, escuchó bien. Pedir prestado, porque al final, el Crowdfunding es una inversión para quien aporta ya que no está despilfarrando el dinero. Ésta invirtiendo en algún bien o servicio que es de su entera satisfacción, y ese préstamo se verá pagado totalmente cuando vea como se desarrolla su Crowdfunding.
Actualmente, el Crowdfunding es una alternativa real de financiamiento que incluye no sólo a los actores involucrados en proyectos específicos, sino también a grupos de personas que, siendo ajenas a los proyectos mismos, pueden ser parte de ellos ya sea por interés de participación o por afinidad con quienes proponen el emprendimiento. Se convierte en un espacio ideal para los emprendedores o empresas que buscan materializar sus ideas a través de la implementación de plataformas que permitan la llegada a la masa del diseño de campañas que permitan donaciones y la posibilidad de crear comunidades de trabajo colectivo con quienes quieren formar parte de él. En palabras más simples, el Crowdfunding es una cooperación colectiva que reúne a varias personas interesadas en un proyecto.
En Chile, este tipo de concepto se conoció primeramente como “hacer una vaca” y comenzó a tomar relevancia recién en el año 2013, siendo más común entre cineastas o profesionales ligados a la cultura y las artes. De acuerdo a un estudio realizado por el portal de Economía y Negocios del diario El Mercurio, al año 2015 las Campañas de Crowdfunding lograron levantar más de US$ 3,7 millones, a través de diversas plataformas como Kickstarter, Broota, entre otros. En el mismo artículo, el fundador de Broota, José Antonio Berríos citó que “Chile es el país de Latinoamérica más avanzado en el desarrollo del Crowdfunding”.
En su definición, el concepto de Crowdfunding busca satisfacer una necesidad y un deseo propio de quien realiza esta donación. El público que entrega dinero, en otras palabras, exige una retribución ya que está ayudando a efectuar algo que se desea que se haga realidad. Apela, principalmente, a la emotividad de la persona, a ese sentimiento que nos insta a creer que todo lo podemos lograr si seguimos nuestros sueños, y lo traducimos en acciones concretas.
Compruebo lo que digo y no solo a nivel nacional, donde de acuerdo al informe publicado por el Fondo Multilateral de Inversiones FOMIN – BID, Chile es uno de los países con más potencial para el desarrollo de un Ecositema de Crowdfunding, debido principalmente a la capacidad de emprendimiento existente. El Crowdfunding ofrece a Chile la oportunidad de mejorar el acceso al financiamiento de emprendimientos innovadores, y de pequeñas y medianas empresas (PYME) y Startups innovadoras, impulsar la innovación, generar empleos y promover el crecimiento de la economía nacional. (Fondo Multilateral de Inversiones Fomin – BID, 2015).
Actualmente, Chile cuenta con plataformas activas de Crowdfunding, permitiendo el financiamiento de cerca de 1.500 proyectos de diversas índole. Estas plataformas virtuales han determinado el trabajo desarrollado por los diversos inversionistas que ven en este tipo de financiamiento una puerta de entrada para la creación de nuevos negocios y la creación de un marco sólido para la creación de un marco normativo para el financiamiento colectivo. (Fondo Multilateral de Inversiones Fomin – BID, 2015). Es más, las redes sociales y la tecnología nos permite, además, crear nuestras propias plataformas para recibir donaciones.
No solo el dinero es sinónimo de éxito para este tipo de proyectos lanzados en las plataformas Crowdfunding, sino también el del trabajo colaborativo y la cultura creativa como la antesala de un proyecto exitoso. Convirtamos un simple sueño en uno grande y real porque en los sueños de todos está el futuro y el cumplimiento de las metas. Alguien dijo por ahí que soñar es construir, y el Crowdfunding ayuda.