Las declaraciones vertidas por la ministra de Salud Helia Molina, con motivo del programa Elige Vivir Sano, son preocupantes, ya que señala que el Gobierno estaría reformulando la iniciativa para mejorarla, lo cual me parece muy positivo pues toda política pública puede y debe ser mejorada en el tiempo. Sin embargo, que esto pase por sacar a la empresa privada me parece un tremendo error, a saber ella ha señalado: “lo estamos mejorando, sacando la empresa privada, porque nosotros no trabajamos con empresas privadas”.
El desarrollo del país no puede ser una tarea excluyente del Estado, por lo demás sabemos las carencias y necesidades que este tiene. Chile lo constituimos y debemos construirlos entre todos, públicos y privados, de gobierno y oposición, podremos disentir en la visión del modelo de sociedad que queremos, pero es un error pretender dividir al país o excluir algún actor de esta tarea.
Suponer a priori, que las empresas no pueden coactuar en el ámbito de programas públicos es conducta que en el pasado nos llevó a situaciones que no queremos ni nos podemos permitir repetir en el futuro.
La sociedad en su mayoría, y a diferencia de lo expresado por la Ministra Molina, reclama una mayor participación de las empresas en el desarrollo sustentable de nuestro país, no pueden ser actores que solo buscan el beneficio propio, sino que deben aportar al bien común.
Nuestra región es un ejemplo palpable que cuando los actores públicos y privados trabajan juntos en pos de un objetivo común, el producto de esta alianza en siempre virtuosa. Por razones diversas que sería largo relatar en esta columna se encuentran en desarrollo dos iniciativas que nos demuestran que producto del trabajo mancomunado de todos los actores de la sociedad, es posible soñar que nuestra región puede llegar hacer la primera en alcanzar el desarrollo, no solo de Chile sino de Latinoamérica, plasmado ello no en cifras macroeconómicas sino en una realidad tangible para todos.
Calama Plus y Creo Antofagasta, son iniciativas pioneras en nuestro país y que han sido reconocidas internacionalmente, como un ejemplo a seguir para poder alcanzar el tan anhelado desarrollo y por ende el bienestar de nuestra sociedad, que se sustentan en la base de aunar esfuerzos en pos de un objetivo común.
Ambas iniciativas no pueden desarrollarse sino existe el compromiso e involucramiento de todos los actores de la sociedad y en ello traba y funda su éxito o fracaso, como bien sabemos son tres los actores fundamentales que dan vida a estos planes de desarrollo sustentable el Estado, la Empresa Privada y la Sociedad Civil, si falta o se excluye a uno de ellos el modelo carece de todo sentido.
Claramente poder aunar los intereses de estos tres actores, es mucho más complejo y requiere de un mayor trabajo, generosidad y un alto grado de confianza, esto se hizo evidente en el propio Estado, cuando iniciamos ambos procesos, tanto en Calama como en Antofagasta. Sus alcaldes eran de oposición, la relación no siempre fue fluida, pero tuvimos que aprender que a pesar de nuestras diferencias ideológicas, nos movía un interés común que era el bienestar de la comunidad y que además ésta nos reclamaba el trabajar juntos por ellos.
Evidentemente desarrollar planes en forma individual es objetivamente más fácil, pero el impacto de ellos es también mucho menor y redunda en la mayoría de los casos en pérdida de recursos o en proyectos que no se ejecutan o estos terminan por no cumplir con las expectativas que la comunidad requiere. La riqueza y validación de estos planes es precisamente la participación de todos y cada uno de los actores. Es por ello que la inclusión de la sociedad civil es esencial en este proceso que la comunidad se sienta incorporada y que efectivamente tenga injerencia en la toma de decisiones respecto de los proyectos que se van a desarrollar para que las sientan propias, siendo actores en su conservación y no meros espectadores.
Espero que la visión de la ministra Molina respecto del programa Elige Vivir Sano, que fuera liderado por la ex primera dama Cecilia Morel, sea solo una mera declaración de una autoridad y no la visión del Gobierno, pues si fuere así la ciudadanía nuevamente será la única perjudicada, volviendo al viejo modelo que se ha demostrado ser ineficiente teniendo que seguir esperando eternamente para poder alcanzar el tan anhelado desarrollo de nuestro país.
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