Nuestra clase política desde hace tiempo que impulsa o frena leyes teniendo presente una sola consigna: «¿Cuántos Me Gusta en redes sociales voy a tener?». Hoy solo importa que la propuesta sea popular para aquellos grupos más activos en redes sociales, muchos de los cuales escriben desde la comodidad de Ñuñoa o de otro barrio santiaguino alejado del territorio donde se viven los impactos de una mala decisión en el Congreso.
Un ejemplo de esto último se observó tras el rechazo de los diputados a la ley que buscaba enfrentar la amenaza real de los perros asilvestrados tanto para la vida de las personas como para los animales silvestres que conforman nuestra diversidad biológica.
El proyecto establecía por perro asilvestrado todo aquel que ha nacido o ha vuelto a su estado salvaje, viviendo sin supervisión o control directo de seres humanos. En ese sentido, se consideraba el actuar de manera agresiva ante la presencia de personas, llegando a atacar, dado a su estado salvaje, a animales domésticos y fauna silvestre a lo largo de nuestro país.
Para el control del can que actúe solo o en jauría, se establecía la opción de apelar a la Ley 19.473, sobre caza. Se planteaba su aplicación cuando estuvieran fuera de zonas o áreas urbanas y de extensión urbana. La idea expuesta en el texto era proteger a las personas o al ganado del que fueran dueños o responsables.
La idea de legislar fue rechazada con 99 en contra (opción por la que se inclinaron todos los diputados de Antofagasta), 19 votos a favor y 21 abstenciones. De esta manera, el texto pasó a archivo y no se podrá presentar una propuesta similar hasta pasado un año.
El Municipio de San Pedro de Atacama estimó en 4.500 los perros callejeros en la turística comuna; amenaza que en su momento los llevó -sin éxito- a presentar un recurso de protección que le exigía a la Seremi de Salud de Antofagasta a eutanasiarlos. Esto, luego que una jauría asilvestrada diera muerte de una forma inimaginable a la joven de 27 años Daniela Gamboa Silva quien salió a andar en bicicleta aquel fatídico 14 de octubre del 2023.
En enero de este año, el Doctor en Biología Carlos Guerra Correa, quien goza de una amplia y respetada trayectoria trabajando a favor de la fauna local, advertía que la Ley Cholito no solucionaba en nada el peligro de los perros asilvestrados, por lo que había que actuar con rapidez y urgencia. Apoyando así la eutanasia.
“Aquí existe una situación particularmente crítica debido a que un perro que tiene dueño y este lo deja “vagar” libremente y mezclarse con otros canes en la misma condición, en un plazo de cinco días este animal estará dominado completamente por sus instintos, incluso los más peligrosos como el dominio territorial y la búsqueda de alimentos, incrementando el peligro para las personas”, añadió en su momento el experto.
Incluso Miguel Díaz, parte del Departamento de Conservación de la Diversidad Biológica de CONAF, concurrió a la Comisión de Agricultura, les expuso a los diputados sobre este tema.
¿Qué dijo? Explicó que a nivel mundial, los perros han extinguido a 96 especies de mamíferos, 78 aves, 22 reptiles y 3 anfibios. Las cifras, que datan del 2017, señalan que el principal mecanismo de extinción que ocupan los perros es la depredación o caza (78,9%).
Acto seguido, Díaz mostró imágenes explícitas de guanacos, pudúes, aves marinas y hasta pumas siendo atacados por jaurías. Pero a los pocos diputados en sala, simplemente les valió madre.
Nuestros parlamentarios no querían escuchar los datos, su voto ya estaba listo.
Si bien, existen muchos grupos animalistas que hacen una tremenda labor en centros urbanos ayudando, alimentando, curando y buscando un hogar a las mascotas abandonadas en la calle (muchas veces con recursos propios y sin apoyo del Estado), esa es una realidad distinta al problema que buscaba hacer frente la ley.
Los perros asilvestrados no son mascotas, y difícilmente dichas jaurías -como la que mataron a Daniela- pueden ser luego adoptadas por una familia, pensar lo contrario es solo observable en las películas de Disney.
Nuestros diputados, con tal de calmar las aguas de expertos y un sector de la ciudadanía que no entendía el rechazo a debatir una norma que hiciera frente a tal problema, se agarraron de lo que tenían a mano: frases al voleo.
Dentro de los dichos de nuestros honorables estaban fortalecer la tenencia responsable de mascotas, hacer campañas de esterilización, construir caniles, potenciar la adopción de estos perros, etc. Palabrerías que intentaron confundir a la ciudadanía, dando la receta para perros abandonados en los centros urbanos como si sirvieran para los canes asilvestrados.
Pero, vamos por parte.
«Mayor tenencia responsables de mascotas». Sí, es obvio que siempre una mayor educación en esta y otras materias es necesaria, pero no quita de circulación ni un solo perro asilvestrado.
«Campañas de esterilización». Sí, buenísimo. Herramienta que busca controlar futuras jaurías, pero que -nuevamente- no quita de circulación ni un solo perro asilvestrado de los que amenaza la vida de las personas y de la biodiversidad en distintas partes del país.
«Un canil». Esta debe ser la más irritante de todas. Engañan y lo saben. O a caso alguien pueden imaginar un centro que albergue los 4.500 perros en una comuna como San Pedro de Atacama. ¿Tienen idea los parlamentarios de lo que esta «idea» implica en costos, operaciones, planta municipal, etcétera? La respuesta la sabemos todos: No. Son solo frases livianas que busca eximirlos de cualquier responsabilidad. Total, es «pega» de los municipios.
En ninguna de todas las recetas que han dado estos días plantean cómo se financiarán y -lo más importante- que se dejará de financiar (pues los recursos son escasos) para convertirlos en realidad.
Al final del día, lo que terminaron haciendo fue rechazar sin dar una solución aplicable en la realidad. Se negaron a debatir a cambio del aplauso fácil. Así de liviano fue todo en esta, y lo ha sido en otras materias.
A los expertos solo resta ver con incredulidad -una vez más- las decisiones de nuestros parlamentarios; mientras que a los familiares de las próximas víctimas de los perros asilvestrados solo les quedará preguntarse frente a qué oficina parlamentaria deberá pasar el féretro de su ser querido para recordarles el impacto de sus actos populistas.
Felicito al periodista, porque dijo toda la verdad. Los parlamentarios con tal de contar con seguidores y amiguis son capaces de lo que sea. El diputado Videla fue a la Corte, por el caso de las jaurías en San Pedro, y orgulloso daba entrevistas por haber ganado. Eso demuestra el desprecio por las personas que han sido atacadas y muertas por estas jaurías.
También mis felicitaciones al periodista, preciso, certero y directo; nuestros diputados y particularmente el Sr. Videla muestran un desprecio absoluto por la vida de las personas, un perro asilvestrado es peor que cualquier animal natural puesto que atacan en jauria. Ahora si ellos realmente creen lo que votaron, podrían partir dando el ejemplo y que cada diputado adopte un perro asilvestrado, creo que el sueldo que se asignaron les alcanza para alimentar a un perro y, considerando la calidad de su trabajo, creo que tienen tiempo de sobra para educar al perro.
FELICITACIONES MÁSTER, AL FIN ALGUIEN DICE LAS COSAS COMO SON, SI ESTAMOS FRENTE A UN PROBLEMA SANITARIO GRAVE. LA EUTANASIA EXISTE EN TODO PAÍS CIVILIZADO, ESTE ES EL ÚNICO PAÍS DONDE LOS PERROS SON TRATADOS COMO LAS VACAS EN LA INDIA. NO SON ANIMALISTAS, SON TODOS PERRISTAS, NO RESPETAN LAS OTRAS ESPECIES, NI TAMPOCO LA VIDA HUMANA. SALUDOS EXCELENTE COLUMNA.