Una de las herramientas tecnológicas más usadas como es el caso de Twitter ya lleva seis años y se ha convertido en una plataforma planetaria que ronda los 500 millones de usuarios. Sus complejas dinámicas internas no dejan de sorprender a los observadores, que ven en ellas un pulso de la sociedad y una continua fuente de novedades.
En ámbitos ligados a las comunicaciones las personas se han transformado en reporteros desde sus celulares en los lugares más recónditos compartiendo fotografías de accidentes, denuncias de servicios, opiniones y compartiendo “su realidad”. Según un estudio realizado por la Universidad de Illinois, un 1% de los usuarios en Twitter genera el 20% de los tweets. Se trata sin duda de un dato curioso extraído gracias a un grupo de investigadores estadounidenses, pero para el resto de los mortales que no tenemos a nuestra disposición tal posibilidad se han creado algunas herramientas para medir nuestras estadísticas en la red social, como es el caso de “TweetReach” y así mismo se han planteado programas que pueden acceder a quienes se crean cuentas falsas o robotizadas con otros fines bastante lejanos al informativo y que en el lenguaje de la red son conocidos como “troles”.
En la actualidad muchos utilizan Twitter con un fin “profesional” que les ayuda a difundir contenidos de su sitio web, la herramienta “tweetreach” entre otras disponibles, permite conocer con más detalle el alcance que tienen tus tweets: número de personas, retweets, favoritos, respuestas, entre otros. Esta es una herramienta gratuita a la que se puede acceder, con ella se puede analizar información como: Palabras clave, nombre de usuario, la frase, texto del tweet o una url. Da información como el alcance, top contributors y el contenido compartido, entre otros. Además es de los pocos que permite descargar un informe en pdf.
Uno de los aspectos más positivos que tiene la “red del pajarito” es por ejemplo en situaciones de contigencia o emergencia, donde los usuarios se transforman en reporteros, en nuestra región hemos visto fotografías de accidentes de tránsito, incendios, tormentas eléctricas, evacuaciones masivas, etc. Esta inmediatez también tiene un riesgo como lo analizará la Universidad Católica a través de su área de comunicaciones respecto de quien se hace responsable de aquella información que es falsa o errónea y que casi instantáneamente es replicada con un solo botón RT. Alguno de los costos de la tecnología. Basta solo en pensar la situación vivida la semana pasada por la señora del periodista argentino “Topo” que se enteró por twitter que su marido había fallecido en un accidente de tránsito.
En otros casos aparecen aspectos mucho más duros como los conocidos “Troles” personajes que sin entregar su identidad o con variadas cuentas falsas, con nombres de fantasía dedican tiempo y espacio para atacar a personas por pensamientos políticos, religiosos, deportivos o sólo con el hecho de molestar o acosar a otra persona; aquí también aparecen varios escritos de Universidades Extranjeras y Nacionales disponibles en internet sobre el ámbito sociológico de la red, que consideran que se da un espacio usado por variadas personas al cual pueden tener acceso aquellas que presentan carencias y las intentas traspasar a otros hasta con consideraciones psicopáticas. Es así, como entre los derechos de Twitter como otras redes sociales está permitido la investigación y seguimiento de aquellas personas que dan un mal uso, incluyendo sistemas de “reportar” formalmente o bloquear, la segunda más fácil y menos engorrosa.
Twitter llego para quedarse, en sus seis años ha ido mejorando la plataforma y aumentado su cantidad de usuarios, lo más destacable es su capacidad informativa instantánea sin editor de por medio, en la región de Antofagasta tenemos variados twitteros influyentes que no viene al caso nombrarlos pues ellos saben quiénes son, lo más notable que dueñas de casas, estudiantes, entre otros tenga la misma cantidad de seguidores que un Senador o una periodista, es decir twitter los valida desde su opinión y genera lazos; y “los troles” sueñan con alcanzar ese espacio de reconocimiento que tienen estas personas que con su nombre, apellido y una breve descripción son comunicadores internacionales con su opinión.
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