El senador Pedro Araya (PPD) manifestó que las prioridades del país son otras y no una reforma al sistema político. El parlamentario apuntó a la iniciativa presentada en el Senado y criticó que la derecha y la centro izquierda alcanzaran con rapidez un acuerdo en este sentido, recordando que estos sectores no han actuado con la misma celeridad en un tema como las pensiones, un asunto que el país arrastra durante años y que continúa en discusión.
La semana pasada, senadores del PS, la UDI, Evópoli, el PPD y RN anunciaron un acuerdo para reformar el sistema político para terminar con la atomización del Congreso. Entre las modificaciones que proponen está la exigencia, para los partidos, de un mínimo del 5% de los votos válidamente emitidos en una elección para conseguir un escaño en la Cámara o el Senado. Otro punto es que un parlamentario deje su cargo si renuncia al partido que declaró su candidatura y ocurriría lo mismo con los independientes que utilizaron el cupo de un conglomerado, pero más tarde se inscriben como militantes en uno distinto.
La idea resurge tras el Consejo Constitucional, cuya comisión de expertos planteó este camino para evitar una mayor fragmentación considerando que existe un número importante de partidos en formación. Sin embargo, “el problema es otro y pasa porque probablemente los partidos tradicionales no saben interpretar lo que está pensando el electorado y lo que quiere la gente, por eso nacen y crecen más los movimientos independientes”, advirtió Araya.
¿Cuál es su postura frente al proyecto de reforma al sistema político que se presenta en el Senado?
El sistema político necesita una serie de ajustes para responder de mejor manera a los requerimientos de la ciudadanía. El proyecto que se presentó lo vamos a estudiar con detención, pero entiendo que las prioridades del Congreso y del país claramente son otras y no la reforma al sistema político. Hoy en el Senado tenemos entrampada, por ejemplo, la reforma del sistema de pensiones, que es algo mucho más urgente y me habría gustado de sobremanera ver llegar a la derecha y a la centro izquierda a un acuerdo rápido para ese tema. No como lo que se genera para el sistema político que aparece como la principal prioridad de los partidos, pero no de la gente.
- ¿Comparte las críticas de que la aparición de muchos partidos llevó a una atomización en el Congreso que impide avances en ciertas materias?
No comparto esa crítica, porque todos los que llegaron al Congreso lo hicieron a través de un sistema electoral que fue aprobado por amplia mayoría, tanto por la derecha como por la centroizquierda. Lo que ocurre es que cuando se producen las elecciones y no hay capacidad de encantar al electorado, eso permite que surjan otros movimientos y eso no es un problema del sistema, sino más bien de los partidos. Pareciera ser que esta reforma lo que busca más bien es ser un traje a la medida para volver al binominal, algo para lo que no estoy disponible.
- ¿Cree que el proyecto está diseñado para que los grandes partidos concentren poder?
Absolutamente. Este proyecto se pensó en la lógica de los 90, del retorno a la democracia, no piensa en el Chile actual. Hoy los grandes conglomerados probablemente no representan a la mayoría de los chilenos y chilenas, porque una parte importante se identifica con otros espacios políticos que no son necesariamente los partidos tradicionales. Y nosotros no tenemos por qué cortar aquello.
- ¿En un sistema de elección por listas, está de acuerdo con la idea de que un parlamentario tenga que renunciar a su cargo si abandona el partido que le entregó el cupo para ser electo?
Si la gente votara por los partidos políticos, eso significaría cambiar el sistema electoral a un sistema de listas, no de votaciones individuales y ahí entendería esa lógica. Pero no hay que olvidar que, por ejemplo, mucha gente vota por la persona, independiente del partido en el que va. Estaría disponible a que si un parlamentario renuncia al partido, pierde el cupo, pero sin posibilidad de reemplazo.
- Según su visión e independiente de lo que se propone ¿qué aspectos del sistema político requieren una reforma?
En lo personal creo que la reforma es mucho más estructural y no pasa solamente por el 5% para la viabilidad de los partidos políticos. Lo que hay que repensar es el sistema en su conjunto, porque no tiene ningún sentido concentrarse en la forma en cómo se eligen los parlamentarios si mantendremos el mismo sistema de un régimen absolutamente presidencialista. Si hay una reforma, junto con el tema de la elección de los parlamentarios y el porcentaje mínimo de los partidos, también tienen que repensarse las atribuciones del Congreso, del presidentes de la República y cómo las dos cámaras son un contrapeso mucho más efectivo para el Ejecutivo.
- ¿Revisaría la cifra total de parlamentarios?
Las cifras de los parlamentarios siempre son revisables, no es una norma escrita en piedra. Siempre puede revisar la cantidad de parlamentarios, como también por cuál territorio se eligen, porque es algo que tiene que ver con el crecimiento del país, la población y otros factores. Es un tema absolutamente revisable.
- Mencionó que hay reformas de temas más urgentes en el país y una de ellas que no presenta ningún avance y es crítica en el momento actual es la ley de Inteligencia. ¿Por qué no hay acuerdos?
La ley de Inteligencia está en la Cámara de Diputados y hasta donde sé no ha sido posible llegar a un acuerdo entre la centro izquierda y la derecha para despachar un proyecto que dote al país de un sistema actualizado y acorde a las necesidades y demandas de Chile.
- Las reformas para la ley de Inteligencia y las pensiones son dos temas discutidos durante años, ¿por qué no ha sido posible cerrar estas discusiones y ocurre lo contrario con el sistema político?
Esa es una pésima señal que se dio el otro día, firmar un acuerdo entre parte de la centroizquierda y la derecha para avanzar en una reforma del sistema político. Esto, porque lo que se le dice a la gente es “mira a nosotros nos importa cómo funcionan los partidos, pero podemos tomarnos todo el tiempo del mundo para reformar el sistema de pensiones o la ley de Inteligencia». Las señales que se dan son muy malas y al final del día eso es lo que contribuye al descrédito del trabajo parlamentario. Mucha gente cuando vio esa foto se preguntó, bueno, si llevamos casi 15 años tratando de reformar el sistema de pensiones y todavía no logran generar un acuerdo con la misma rapidez que se hizo por el sistema político.
- ¿Ve posibilidades de que el proyecto avance en el Senado?
Es un tema que discutiremos en la Comisión de Constitución, porque es probable que vaya a la comisión que está con una sobrecarga de trabajo. De hecho, somos la comisión que más sesiona en el Senado y estamos con proyectos que en un 99% son extremadamente complejos. Será complicado que la comisión deje de lado otros temas para abocarse solo al sistema político.
- ¿Le extrañaría que subiera en la tabla esta iniciativa?
No me extrañaría después de la foto (senadores presentando el proyecto). Insisto, el acuerdo se tomó entre cuatro paredes sin leer lo que está pasando en la calle, sin ver cómo siguen avanzando los movimientos independientes, los partidos regionalistas y esto lo que busca es cortarle las alas a todo ese mundo. El problema es otro y pasa porque probablemente los partidos tradicionales no saben interpretar lo que está pensando el electorado y lo que quiere la gente, por eso nacen y crecen más los movimientos independientes.
