Como una posibilidad de anticiparse a un eventual aumento de la población penal surge la idea de volver a utilizar algunos espacios de la ex cárcel de Antofagasta, que permanece sin internos desde 2013, cuando comenzó la operación del sistema concesionado en la zona. El seremi de Justicia, Cristóbal Orellana, manifestó que por el momento no existe una sobredemanda de cupos en el Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP), pero la opción es conversada entre las autoridades como un plan de contingencia en caso de que la cifra de reos aumente o necesiten un lugar para casos particulares.
El secretario regional detalló que a la fecha no se han pagado multas a la concesionaria por sobrepoblación en el CCP, unidad ubicada en la Ruta 5. Y que cuando se presentan ocasiones en las que están punto de sobrepasar la capacidad, el trabajo que realizan es buscar sitio en otros penales, ya sea dentro la región o en otras partes del país.
A pesar de ello, las autoridades actualmente elaboran un análisis técnico a fin de determinar la factibilidad de volver utilizar la antigua cárcel. En estos momentos en calle Prat funcionan algunas unidades, como la de Equipos de Canes Adiestrados para los allanamientos de gendarmería, junto a una armería y viviendas de algunos funcionarios.
“Precisamente por las condiciones de antigüedad del edificio no puede ser habitable y por eso, la idea de volver a retomar algunos de esos espacios, todavía está por confirmarse. Hay que hacer un estudio técnico porque en general, la estructura es muy añosa y no reúne condiciones de habitabilidad. Pero algunos espacios, tal vez, pueden volver a utilizarse y en todo caso, no sería la totalidad del lugar y solo para algunos casos excepcionales”, enfatizó Orellana.
El financiamiento sería sectorial de Gendarmería y podría involucrar el refaccionamiento de algunos lugares, lo que no involucraría muchos recursos. El personero de gobierno reitera que no registran sobrepoblación ni pago de multas a la administradora Sodexo y que esto lo visualizan como un plan de contingencia en caso de que experimenten un incremento de la población penal.
El CCP fue diseñado para trabajar con un número cercano a los 1.100 internos y el seremi subrayó que la población en la cárcel es dinámica. Es decir, el número no crece solamente y hay quienes que acceden a beneficios, por lo que se generan cupos según los ingresos y salidas que decretan los tribunales de justicia.
“Es una idea que aún no tiene cuerpo, un plan de contingencia y nosotros como Ministerio de Justicia estamos llevando planes grandes de inversión como la cárcel de Calama. Por tercera vez vuelve a estar en licitación el diseño del proyecto, que se había caído porque la oferta estuvo subvalorada y por eso participaron algunas empresas, pero finalmente tuvimos que declarar desierta la licitación en esas oportunidades”, afirmó.
Además, agregó que no está definido el perfil criminógeno que eventualmente ingresaría a la ex cárcel, ya que esa decisión pasa por políticas nacionales. “No sabemos qué tipo de internos eventualmente podría llegar allá. Recién se están analizando las condiciones para ver si es posible”, dijo el secretario regional.
Orellana señaló que a la fecha la idea es voluble también porque hay un proyecto a largo plazo sobre esos terrenos de calle Prat. El Gobierno Regional plantea la posibilidad, junto con refaccionar el centro, de hacer viviendas y espacios sociales en el paño. “Esto es algo que recién se está visualizando entre el MOP y el Ministerio de Justicia, que tiene una promesa de financiamiento por parte del Gobierno Regional”, expresó el seremi.
En este contexto, sostuvo que cuando inicie la operación del penal de Calama, la ex cárcel de Antofagasta ya no será necesaria. Esto, porque será construida para un población cercana a los 700 reclusos y el recinto que ahora funciona en El Loa cuenta con un poco más de 300 internos. Esa última estructura, añadió, también tendrá otro uso que todavía tiene que definirse. Sin embargo, a la espera del tercer llamado a licitación, el plazo para ejecutar recién el diseño de la nueva cárcel para Calama es de 750 días y en el mejor de los casos, la construcción de 88 mil millones de pesos comenzaría recién en el 2026.
