Exfuncionarios de ProCultura han denunciado finiquitos impagos y pérdida de contacto con los representantes de la fundación desde que esta comunicó su cierre definitivo el 17 de noviembre, a raíz de las repercusiones que dejaron los polémicos traspasos de fondos. En la región de Antofagasta, recordemos, tanto el Gobierno Regional como la Seremi de Vivienda finalizaron anticipadamente los convenios suscritos con la entidad.
Ahora bien, según consignó La Tercera, la fundación liderada por el psiquiatra Alberto Larraín comunicó a sus extrabajadores que a partir del 29 de noviembre podrían acceder a sus finiquitos; sin embargo, a 12 días de firmar dichos documentos -aseguran- no han recibido ni un solo peso.
Los trabajadores contactados por el citado medio señalan que han intentado tomar contacto con Larraín y Constanza Gómez, gerente general, pero no han recibido ningún tipo de respuesta. “Alberto Larraín está escondido”, dice una de las fuentes, mientras que otra habla de “una verdadera estafa”.
“A algunos nos intentaron engañar haciendo firmar finiquitos en una notaría sin cheque asociado ni plazos de pago, pese a que el documento decía textual que nos hacían entrega del pago en ese momento. A quienes recibieron su finiquito online, se les decía que recibirían el pago en cinco días hábiles. Hasta la fecha, ni un sólo peso”, relata un funcionario.
La misma fuente indica que a algunas personas les comunicaron informalmente que “no pagarían, pues no había fondos, ya que la fundación estaba en la quiebra. Esa quiebra, sin embargo, no la ha declarado nadie legalmente”.
Por todo esto, dicen, algunos han perdido esperanzas y se encuentran analizando demandar a la fundación, y en subsidio, a los mandantes de los convenios que corresponda como los gobiernos regionales, seremis, municipalidades, entre otros.
Aparte de robarse la plata, no paharon sueldos. ¿Y alegan ser transparentes?