Según informa «El Mercurio», trescientos veintiocho fiscales del Ministerio Público de 660 evaluados a nivel nacional (49,7% del total) obtuvieron la nota máxima – un 7 – en la última evaluación interna realizada por esa institución correspondiente al 2014.
Este proceso se hace cada año dentro de la Fiscalía (tanto a funcionarios como persecutores) y ayuda, entre otras cosas, para detectar necesidades de capacitación, posibles ascensos internos, la determinación de incentivos o la remoción del cargo.
Para calcular esta calificación se ponderan los ámbitos de metas (55%) y reglamentario (45%) – que es el «marco normativo y valórico» compuesto por variables como el cumplimiento de horario-, como un «insumo para el sistema de promoción y desarrollo, pago de bonos y desvinculación».
Este porcentaje se homologa a una calificación según una escala, donde 100% es un 7.0. La calificación que se obtiene en el área de «rol/competencias» sirve «para el sistema de capacitación y desarrollo de los planes de acción»
Si cerca de la mitad de los fiscales examinados obtuvieron la calificación más alta, 327 de ellos (49,54%) obtuvieron notas entre 6,9 y 6,0. Solo cinco persecutores, correspondientes al 0,76% tuvieron una nota menor a 6,0
Dentro de los 18 jefe regionales, todos obtienen la máxima nota, a excepción de dos: «Héctor Mella (de la Región de Atacama, con un 6,9) y Raúl Montes (Metropolitana Sur, con un 6,4)
El 6,9 en Antofagasta y los casos sin resolver
Si existe un común denominador común instalado en la conciencia colectiva de los antofagastinos es que en nuestra región existen casos sin resolver que ya logran tener el calificativo de «históricos». Entendiendo solo aquellos crímenes que han sido de alto impacto mediático y sin contar aquellos que no han sido objeto de los medios de comunicación.
El último caso donde, según los propios familiares del desaparecido no existe ni una sola pista, es el de Kurt Kartinson en San Pedro de Atacama. El joven fue visto por última vez en noviembre del 2014 sin dejar rastro alguno.
Un emblemático es el caso del Bazar «Glorita» que costó la vida a Cecilia Legua de 28 años y su sobrina Yeimy Loayza de solo 4 años. Doble homicidio que terminó sin responsables y que ocurrió en Febrero del 2005.
Otro homicidio sin resolver hasta el día de hoy es el que afectó al comerciante Henrich Meyer Brito, conocido como “Cocciante”. El hombre falleció en enero del 2008 al interior de un bus adaptado para venta de comida rápida víctima de martillazos y objetos corto punzantes.
Uno de los casos históricos es el de Aliro Álvarez Armijo quien fue asesinado en julio del 2001 y cuyo cuerpo fue encontrado por un recolector de basura en el sector Roca Roja cuatro años después. Hasta hoy se desconoce la identidad de su victimario.
Reacciones a la autoevaluación nacional
Catalina Mertz, directora ejecutiva de Paz Ciudadana: «hay un desafío de profundizar la contribución que hace la evaluación de desempeño interna, con el logro de objetivos que sean valorados por la ciudadanía»
Juan Enrique Vargas, Decano de la Facultad de Derecho de la U. Diego Portales: «Simplemente, por estadística, es imposible que una institución con esos volúmenes, todos tengan la mejor calificación»
Mauricio Duce, Profesor de la Facultad de Derecho de la U. Diego Portales: «No creo que tengamos fiscales de nota 3,3. Son mucho mejores. Ahora, que eso sea promedio siete, tampoco»
Pedro Orthusteguy, Ex fiscal y ex presidente de la Asociación de Fiscales: «Actualmente con el sistema de bonos, la evaluación individual no tiene mayor importancia»
