El recinto antofagastino es el tercero en la lista de Hospitales que han desembolsado las mayores cifras a sociedades médicas privadas en Chile durante lo que va del 2015. Según consigna La Tercera, el ranking lo lidera el Hospital Sótero del Río con 1.039 millones repartidos en 10 sociedades médicas. Lo sigue La Florida con 735 millones de pesos en 23 prestaciones privadas y luego el Hospital Regional de Antofagasta con 656 millones 176 mil 635 pesos (no aparece información sobre el número de sociedades que prestaron estos servicios)
Una de las explicaciones es la falta de especialistas de planta, para dar abasto a la demanda asistencial diaria y evitar las largas demoras, incluso de los, que sufren algunos pacientes que requieren una consulta específica. A eso, se suma la resolución de los casos Auge, que obliga por ley a cumplir determinados tiempos de atención. Y un tercer motivo son las listas de espera quirúrgica, sin plazos pactados, que se han abultado en el país hasta llegar a 232 mil personas en marzo pasado.
Todas estas son las razones que esgrimen los hospitales y servicios de salud para justificar las costosas contrataciones de sociedades médicas, empresas privadas creadas por profesionales de salud, que realizan atenciones, cirugías y exámenes a pacientes de la red pública, incluso, al interior de los mismos recintos.
Según cifras entregadas vía Transparencia a La Tercera, los centros de salud que lideran el gasto es este ítem, son los situados en la zona sur.oriente de Santiago: el Sótero del Río, La Florida y Padre Hurtado. El primero de estos encabeza el listado de los pagos, con más de 1.039 millones a 10 sociedades médicas.
Antonio Infante, director del servicio de Salud Metropolitana Sur-Oriente, dice que para entender este escenario, se debe conocer el contexto del área: «acá se atiene al 10% de la población del país, por lo que la demanda por prestaciones no se detiene». Así, a junio, a la compañía de anestesistas Morpheus, por ejemplo, se le han pagado 717 millones, lo que permite mantener funcionando 12 horas los pabellones quirúrgicos. También solo en procesos de lectura de exámenes radiológicos, cancelan 86 millones.
Hospital de Antofagasta
Todos los recintos que compran servicios a sociedades médicas admiten una carencia de facultativos de variadas especialidades, que llega a 132 profesionales.
Mientras, en Antofagasta, donde este año se han pagado 656 millones en prestaciones de privados, Zamir Nayar, director del Servicio de Salud de la zona, plantea que «cuando uno sale a comprar, es que ya agotó todas las alternativas en la red. No hay ningún directivo que quiera adquirir afuera estos servicios, siempre es más barato dentro de la institución».
La ministra de Salud, Carmen Castillo, admite que hay preocupación por esta realidad y dijo que «estamos viendo cómo está el sistema para perfeccionarlo y el tema de las sociedades médicas es uno de los puntos que estamos revisando, porque es un gasto muy alto en relación a lo que habitualmente teníamos». Castillo agrega que «lo que queremos es que estos médicos se incorporen a la red pública, que sean parte de los hospitales, porque hay un déficit y se está estudiante cómo hacerlo».
¿Subir el sueldo a los médicos?
Este punto ha sido abordado en la negociación en curso entre el gobierno y los médicos, para mejorar sus beneficios. Enrique Paris, presidente del gremio, dice que se ha exigido al Ejecutivo que los hospitales privilegien la compra de servicios de las empresas «formadas por médicos que laboran en esos recintos y no a empresas de afuera»
Según el presidente de los médicos de Valparaíso, Juan Eurolo, los profesionales están «desencantados» de los hospitales por los bajos sueldos, la falta de equipos y de infraestructura. «Se produce un incentivo perverso: los médicos renuncian al hospital y, desde afuera, venden los mismos servicios. Puede ser éticamente cuestionable, pero esto es una economía de mercado».
Su par de Punta Arenas, Gonzalo Sáez, comparte la visión. Afirma que si hubieran mejores remuneraciones, los funcionarios que están a media jornada en los centros de salud «optarían por trabajar por la tarde en esos recintos».
Antonio Infante, director del Servicio Sur Oriente, reconoce que no es posible pagar en un hospital «ni la sombra de lo que gana un reumatólogo o un anestesista en el sector privado», por lo que les deben adquirir prestaciones a sus empresas, como una forma de rebajar las listas pacientes que esperan por una atención».
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