Aunque todavía no cumple dos años de existencia, el Partido de la Gente (PDG) ya vive episodios que lo acercan a los partidos tradicionales y las prácticas que tanto había criticado. En diciembre del año pasado, la diputada Yovana Ahumada, una de las fundadoras del PDG, renunció a la colectividad tras un episodio en el que fue agredida de manera verbal por otro militante durante una comisión de la Cámara de Diputados. El parlamentario había sido expulsado de la tienda, sin embargo, la decisión quedó sin efecto cuando fue revisada por el Tribunal Supremo en la capital. Hace dos semanas, el mismo tribunal determinó la expulsión de casi la totalidad de la directiva de Antofagasta, grupo disidente de la directiva nacional en el que se encontraban otros fundadores del partido en la región y a nivel general, la crisis terminó de profundizarse ad-portas de la elección de este domingo con una candidata a consejera constitucional en Arica que registra una condena por tráfico de cocaína.
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Todos estos episodios son particularmente complejos para Antofagasta, ya que se trata de la primera región del país donde el PDG logró constituirse oficialmente en el Servicio Electoral. Tras ese hito en el 2021, el partido se presentó a su primera elección transformándose de inmediato en una nueva fuerza política, porque no solo obtuvo cupos en el Congreso y los consejos regionales, el líder del conglomerado, Franco Parisi, remató tercero en la presidencial y obligó el desarrollo de la segunda vuelta. El éxito del ingeniero comercial estuvo respaldado por las regiones del norte y principalmente por Antofagasta, donde el abanderado triunfó en las nueve comunas.
Sin embargo, parte de los responsables de aquel éxito electoral ya no pertenecen al PDG y en el caso de la diputada Ahumada, quien renunció en diciembre del año pasado, ahora está en pleno proceso de transformar en partido político el movimiento Avancemos Chile, el cual integra junto a otros parlamentarios y consejeros regionales del norte.
Actualmente lejos del conglomerado, pero como una de las fundadoras del partido, Ahumada mantuvo sus cuestionamientos hacia la directiva nacional y sostuvo que ahora nos estamos dando cuenta que el PDG termina siendo solo uno más de la lista y “no tendrán puntos a favor como fue en el principio, ya no podrán llegar diciendo que son un partido diferente”.
- ¿Qué impresión genera que el Tribunal Supremo de su expartido expulsara a diez militantes, entre los que figuraban la directiva y quienes junto a usted fundaron el PDG como partido político?
Cuando uno ve esta situación, sobre todo con personas que fueron parte del inicio, del esfuerzo, de la convicción, me parece una decisión completamente errada y por sobre todo injusta, porque pensando en ese nuevo proyecto de representatividad Antofagasta trabajó de manera incansable para ser la primera región en conformarse como partido. Hoy ver esto es vergonzoso por no valorar a la gente que a pesar de los inconvenientes seguían firmes con su convicción inamovible.
- En entrevista con el presidente expulsado, Luis Ramos, comentó que existían diferencias con la directiva nacional, algo que usted también manifestó en su renuncia al partido. ¿Las fricciones en el PDG son a nivel general o solamente con la cúpula en Santiago?
La directiva nacional tiene conflicto con varias regiones y Antofagasta fue la última de varias que fueron intervenidas con expulsiones de un número importante de directivos, consejeros y adherentes. Esto pasó en la Cuarta Región, en el Biobío y creo que aquí hay una mala práctica en la que no se ha respetado la democracia que fue la elección de esta directiva y de sus consejeros que trabajaron de manera correcta, elegidos para cumplir funciones.
- ¿Cree que estas expulsiones coinciden con quienes tienen una mirada crítica de la directiva nacional?
Por supuesto, de cómo se hacen las cosas en general. Al partido todos llegamos como una nueva alternativa, una forma diferente de hacer política con representatividad real. Y con lo que pasó vemos más de la vieja política, un abuso de la autoridad que de manera injusta termina por afectar al resto de los participantes porque cumplen un rol importante, ya que son líderes regionales y son personas que la comunidad identifica. Destruir esto ad-portas de una elección es un daño grave, porque al final nos damos cuenta de que se pierde la credibilidad de una opción para la mayoría de los chilenos que busca en un representante alguien con quien identificarse. El partido pasa a hacer lo mismo que los otros.
- Como una de las fundadoras de la colectividad que comenzó con un buen funcionamiento, ¿qué cosas pasaron para que el PDG terminara en esto?
Al analizar el tiempo termina dando la razón, porque las personas que decían ser de una manera, que actuaban distintamente para hacer una nueva política y representar a la gente, se aprovecharon de esa necesidad de muchos ciudadanos y terminaron siendo más de lo mismo. Esto pudo ser porque tal vez el sistema ganó o que estas personas no eran lo que decían ser. Hoy existe una necesidad de representatividad, más allá de hablar del PDG, por eso al ver situaciones que caen en un abuso perjudicando la democracia que todos queremos, es terrible, porque además estamos viviendo un proceso constituyente que quiere bajar a los partidos más pequeños o que no alcanzan cierto porcentaje de votación.
- ¿Existe mucha diferencia en cómo se maneja el partido en las regiones y cómo se dirige en Santiago, que al parecer tiene la decisión final de todo lo que ocurre en el país independiente de lo que determine cada zona?
Claro, porque al final la toma de decisiones es de la mal llamada cúpula. Lo que vale es la democracia, la consulta, establecer contacto con las regiones, ya que hablamos tanto de la descentralización y la independencia. Acá no se vio el respeto hacia las regiones, porque hubo una votación democrática y si hubiese ocurrido lo contrario, los mismos adherentes en su minuto habrían reclamado que aquella directiva no fue electa democráticamente. Existía una línea de trabajo, organización y todo funcionaba bien en Antofagasta, que insisto, es la región donde están los fundadores del partido y que ayudó a levantar el PDG en otras zonas con un trabajo colaborativo y de equipo.
- ¿Franco Parisi, el líder del PDG, debería involucrarse más en esta clase de situaciones de crisis interna?
Sí, en ese sentido hay una ausencia de participación y esa falta de liderazgo termina generando esta crisis en el partido. Ya no formo parte del PDG, pero es lamentable que ocurran estas cosas, porque uno esperaría que mejoraran y no que fueran empeorando.
- ¿Las expulsiones ocurrieron muy cerca de la elección constitucional, la crisis terminará por afectar a los candidatos?
Sí, de todas maneras, afecta porque genera incertidumbre en la ciudadanía que quiere votar por un partido que pudo ser una opción, pero al ver esta toma de decisiones provoca dudas. Esto es lamentable porque quienes están como candidatos han dado su máximo esfuerzo y también son referentes dentro del partido. Es un gran daño y no sé qué habrá detrás para que (la directiva nacional) sea capaz de asumir este costo.
- Cuando sufrió la agresión verbal del diputado Gaspar Rivas, ¿alguien de la directiva nacional se comunicó con usted para saber si estaba afectada o para comunicar si iniciarían alguna investigación?
No, en absoluto, eso me lo preguntó la prensa. Nunca tuve una comunicación con la directiva, tampoco me preguntaron nada y se suponía que algo haría el área de mujer, pero solo fueron palabras y nadie habló conmigo. Después, incluso el diputado fue absuelto de su expulsión, así que seguramente no había ningún interés de reparación o no consideraron que el parlamentario tuviera que ser sancionado.
- Luego de la elección de este domingo, el proceso constitucional finaliza el 17 diciembre con el plebiscito de salida, pero el próximo año viene la campaña municipal. ¿Cómo proyecta al PDG para ese desafío?
Llegarán como un partido más, sin ninguna diferencia. Es importante trabajar para levantar nuevas oportunidades, nosotros estamos con un nuevo proyecto que se llama Avancemos Chile, que se está construyendo desde el norte, para que la ciudadanía tenga nuevas opciones de representatividad. Es una lástima que hoy nos estemos dando cuenta que el PDG termina siendo solo un partido más de la lista y no tendrán puntos a favor como fue en el principio, ya no podrán llegar diciendo que son un partido diferente.
