A simple vista parecía una mesa donde diversas autoridades del mundo público y privado respaldarían un importante anuncio por parte de Mauro Neves, presidente de Minera Escondida, pero tras bambalinas, la tensión estaba presente entre quienes sabían que el camino recorrido para este fin no había sido fácil, ni exento de presiones.
En el segundo piso de la Intendencia, separados por algo más que una mesa, se encontraban autoridades de gobierno, los dos parlamentarios oficialistas y Neves. Al frente, los firmantes de una carta que en octubre del año pasado dirigieron a Andrew Mackenzie, CEO de BHP (operadora de Minera Escondida) donde cuestionaron en duros términos la lejanía que había tenido la minera con la ciudad de Antofagasta.
Carta que en su momento fue firmada por la alcaldesa Karen Rojo, Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio; Andrew Trench, presidente de la CChC Delegación Antofagasta; Marko Razmilic, presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta; Osvaldo Chávez, presidente del Consejo de la Sociedad Civil y Aliro Bolados, presidente del Colegio Médico.
Todos ellos conformaron la contraparte del punto de prensa, con excepción del doctor Bolados quien no fue invitado por parte del gobierno.
El condicionante detrás del anuncio
Como se señaló, el acuerdo contemplaba llamar a la prensa y estar todos juntos para un importante paquete de medidas destinadas a aumentar la presencia de mano de obra local que daría a conocer el presidente de Minera Escondida, Mauro Neves, y así ocurrió.
Medidas donde las más relevantes fueron alcanzar un 40% de trabajadores locales en los proyectos futuros, disminuir sustancialmente los plazos de pago a sus proveedores, establecer un centro de apoyo al emprendimiento innovador en el edificio corporativo de MEL y aumentar el número de egresados de universidades regionales en un programa de «graduados de BHP».
Sin embargo, había un condicionante simbólico pero significativo que -según fuentes de este medio con personas que estuvieron presentes en la negociación- era muy relevante, y ese era que la minera no aprovechara la oportunidad como un lavado de imagen sino que reconociera que se había llegado a este punto producto de la presión ejercida por los firmantes de la carta y las organizaciones públicas y privadas a las que representaban; es decir, que cedieron ante la ciudadanía.
Fue tan relevante este punto en la interna, que la negociación se trabó por momentos e incluso puso en vilo la participación de importantes firmantes de la carta a la actividad. El motivo del resquemor de Escondida a este condicionante sería que podría abrir una verdadera caja de Pandora de cara a procesos de negociación interna con sus trabajadores o incluso con futuras demandas sociales hacia la empresa.
Es por eso que ya sentados frente a las cámaras no estuvo claramente expuesto este reconocimiento por parte de Neves, generando una tensión que -hasta ese momento- solo conocían quienes estaban sentados en la mesa. Pero tal relevancia tenía el cumplimiento de esto que fue Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio, quien pidió la palabra y sentó el punto que esperaban escuchar del presidente de Minera Escondida.
El «portazo» a modificar el 7×7
En julio del año 2017, la diputada Paulina Núñez era muy dura con el anuncio de Minera Escondida de pasar a un turno 7×7 (siete días de trabajo por siete de descanso) debido a que en los días libres estos trabajadores volvían a su región de origen sin aportar al desarrollo económico local.
Es más, la parlamentaria indicaba en El Mercurio de Antofagasta (31 de julio, 2017) que “estas jornadas no nos dejan nada en la región, lamentablemente no hay una retribución del trabajo que nuestra región le está entregando a todas esas personas y familias». Para ello presentó días después un proyecto de ley. Sin embargo, hoy, cambió de opinión.
Era una de las grandes omisiones en los anuncios hechos por Mauro Neves ante la interrogante si se daría pie atrás al cuestionado sistema de turnos. Pero antes que fuera consultado por los medios al respecto, fue la propia parlamentaria Núñez que en plena actividad dio por zanjado el tema asegurando que con este paquete de medidas anunciadas por Escondida no sería necesaria la modificación del 7×7.
Incluso, el mismo Mauro Neves agradeció ante las cámaras dicho gesto tras ser consultado por eventuales futuras revisiones al sistema de turnos.
«Yo voy a hacer mías las sabias palabras que recién escuché de la diputada Paulina Núñez, que dijo que cuando una compañía, voluntariamente, hacía este gesto de solucionar problemas no es necesario mover legislaciones. Me pareció muy sabias las palabras de la diputada y por ahí vamos. El turno 7×7 tiene cosas que son muy importantes como el sistema de seguridad (…) pero estamos seguros que con las medidas que anunciamos hoy día vamos a minimizar los impactos de presencia regional de empleos, que es lo importante», concluyó Neves.
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