Ante el Concejo Municipal de Mejillones fue presentada la propuesta del nuevo plan regulador de la comuna, instrumento de planificación que será difundido en la comunidad para recibir observaciones y que será votado en noviembre por los ediles. El documento trae modificaciones que abren debate por eventuales impactos en la actividad económica, ya que considera dos zonas de amortiguación y las empresas que se encuentren en ellas, verían congeladas sus posibilidades de crecimiento. Este escenario también genera dudas sobre iniciativas que vienen en camino para la comuna portuaria, como la instalación de proyectos de hidrógeno verde, actividad cuya calificación todavía no está definida.
La consultora Urbe expuso al concejo de Mejillones la alternativa integrada de la actualización del plan regulador, que, entre otros aspectos, plantea mantener un equilibrio entre la ciudad y el área portuaria-productiva con zonas de transición, junto con reforzar la actividad turística, resguardar las áreas de valor natural y patrimonial. La iniciativa contempla dos buffer de transición. El primero colinda con Mejillones y adquiere la denominación de zona productiva inofensiva, mientras que la segunda es aledaña al área de protección natural.
El documento presentado a los ediles precisó que la ciudad, de izquierda a derecha, considera una zonificación de actividad proyectiva inofensiva, luego registra actividad productiva mixta (inofensiva o molesta), seguido de una zona de centros de servicios y equipamiento que nutrirá al barrio industrial del equipamiento necesario para sus empresas. La siguiente zonificación más alejada de la ciudad se considerará como zona productiva molesta y al final, colindante con el área de protección se generará otra zona de actividad productiva inofensiva.
“De aprobarse esta zonificación para la imagen objetivo, las empresas que se encuentren emplazadas en áreas que se considerarán de actividad inofensiva se congelará su posible crecimiento”, determinó la consultora en la propuesta. También se detalló que una vez obtenida la imagen objetivo, ésta se someterá a una consulta pública en la que la comunidad realizará observaciones o consultas.
El resultado de este trabajo será votado por el Concejo Municipal en noviembre, por lo que se cruzará con los meses previos a las elecciones. Sin embargo, la consultora advirtió que “en otras comunas ha sucedido que, al cambiar al Concejo Municipal, éstos desconocen el proceso realizado y no aprueban la actualización del PRC, quedando todo el proceso en stand by, o en el peor de los casos solicitando iniciar un nuevo proceso de Actualización, donde ellos sean partícipes”.
Concejales
El edil Manuel Monardes explicó que el barrio industrial actualmente, si se mira desde Enaex hacia la última empresa, con la propuesta quedaría en tres etapa zonas, inofensiva, inofensiva-molesta y molesta. “Esa es la calificación del uso de suelo que estaría saliendo de este plano regulador. La zona industrial de la propuesta, que es la que más ruido está teniendo, es por la calificación del suelo que quedaría en esas condiciones. En el plan regulador antiguo, las zonas están como peligrosa por las industrias, pero con esta propuesta cambiaría a inofensiva, desde calle Serrano donde termina el radio urbano, 3 km hacia el norte. Después viene una parte inofensiva-molesta y otra molesta. Lo que dijo el consultor es que chequearon las empresas que están y según su calificación ambiental aparecen como molestas, ni siquiera como peligrosas”, manifestó.
Monardes sostuvo que la aplicación del instrumento tal como está tendrá impactos, porque en la zona que quedaría como inofensiva existen tres empresas y hay que ver qué medidas tomarán, ya que como autoridad no saben sobre sus proyectos a futuro, algo que depende de cada compañía.
La decisión es difícil, aunque todavía falta mucho para tomarla, señaló. “La propuesta está generando un impacto en la industria. No defiendo a las empresas y dependerá de cómo lo tomen ellos el impacto que tendrá en los trabajadores. No estoy a favor de las empresas, estoy a favor de los trabajadores y no queremos que después golpeen las puertas porque una compañía cerró porque decidimos esto y ahora tendremos que solucionar su problema de empleo”, adelantó el edil.
También mencionó que, de aprobarse, existen dudas sobre si pudiera restringir la posibilidad de que llegaran empresas ligadas al hidrógeno verde. “El tema del hidrógeno verde dependerá de qué calificación tenga, si es molesta, peligrosa, si es infraestructura energética. Todavía no sabemos si es el combustible o proceso productivo, porque todavía no tiene calificación”, indicó.
El concejal expresó que es sabido que está desarrollándose el proceso de descarbonización para el 2030, pero al mismo tiempo se quieren energías renovables, como el hidrógeno verde, parques fotovoltaicos o energía eólica. También recordó que no hay que negar que cuentan con el apoyo de empresas a través de la Asociación de Industriales de Mejillones, en cultura, en deporte y algunos temas sociales, pero podría ser más.
“Entonces, si no queremos más carbón, cómo generamos energía y hay temas sociales que como ciudad que nos impactan. Sí, hay empresas que colaboran con la comunidad, pero falta un poco más, porque, por ejemplo, tenemos hospital clase cuatro, que es una posta que no depende del municipio, sino del Ministerio de Salud. Tenemos una sola ambulancia que cuando se va Antofagasta no tiene relevo en Mejillones. Además, hay una sobrepoblación por los migrantes, el liceo fue construido para 900 alumnos y estudian 1.500. La escuela es para 700 escolares y tiene 1.200. Esos impactos cómo los absorbe el municipio, cómo nos ayuda el privado. Todo estos impactos, la gente que ha llegado es porque Mejillones tiene un desarrollo industrial importante, nos afectan a nosotros”, lamentó.
Desarrollo turístico
Una mirada completamente distinta tiene el concejal José Barraza, quien estuvo en el periodo anterior del plan regulador y los seccionales que hicieron. Y con lo que se está trabajando hoy, añadió, por lo menos existe visión que tiene que ver con no permitir más la proliferación de empresas de carácter contaminante. “Hablo por mí, creo con lo que hay es suficiente, porque son dos o tres empresas las ayudan, lo cual no significa que estemos sorteando salud por o aportes. El territorio está más que impactado, más que sacrificado y lo que hay que hacer es impedir la instalación de futuros proyectos contaminantes. Por lo menos mi mirada tiene que ver con qué vamos a heredar y de verdad desarrollar Mejillones como lo queremos, desde un punto de vista turístico”, aseguró.
Barraza subrayó que, si bien el proyecto será socializado con la comunidad, advirtió que se trata de una opinión que no es vinculante. Sobre lo que decidirá el Concejo Municipal, dijo que “es un voto político. Creo que hay consenso con respecto a evitar futuras instalaciones, estarían los votos necesarios. Además, hay elecciones municipales y será importante delante de la gente la postura que tome cada concejal”.
La concejala María Brevis manifestó que están recién partiendo la tarea para conocer los detalles de la propuesta y que todavía faltan reuniones con el Minvu y la consultora que trabaja el proyecto. “Pero puedo decir muy responsablemente que por mi parte ambientalista, debería considerarse toda la zona U2, la zona industrial, como inofensiva, para que no se instalen más centrales termoeléctricas ni empresas altamente peligrosas como las 40 que tenemos”, dijo.
Esto, complementó la edil, porque si las 40 empresas que están ahora ni siquiera han absorbido la mano de obra de Mejillones, tampoco tienen hospital, no tienen escuelas acorde a la demanda, sería ingenio pensar que las empresas que llegarían podrían solucionar esos problemas. “Además, con más compañías, llega más población flotante, más migrantes, porque es un polo de productividad, pero los recursos para salud y educación no aumentan. Es complicado ver cómo la comuna va desgastándose y a pesar de que todavía faltan reuniones, mi decisión la tengo tomada”, afirmó María Brevis.
La propuesta del plan regulador en Mejillones, que podría congelar parte del desarrollo industrial de la comuna, plantea la necesidad de abrir el desarrollo al turismo. Mejillones posee una rica historia y zonas que narran su pasado, como el sector de la Península de la Bahía de Mejillones, lugar emblemático donde culminó la guerra del Pacífico. En esta localidad, encontramos monumentos como el monolito en el sector Chacaya y Punta Itata, así como vestigios del desarrollo económico de antaño, como la Empresa Chilena de Fertilizantes en el sector Rinconada, cuyas reliquias se yerguen en la cima del cerro San Luciano. Aún perduran estructuras de vivienda y oficinas de trabajadores de la empresa, así como el sector Ferrocarril, con sus casas coloniales y de trabajadores, y la gran Maestranza.
Estos elementos, junto con la presencia de casonas coloniales de estilo inglés en la época de Mejillones, dotan a la comuna de una rica historia e identidad comunal. Esta base histórica y patrimonial podría ser el punto de partida para un nuevo desarrollo económico basado en el turismo. La transformación de estos sitios en un museo interactivo que se integre con el Museo Naval, exhibiendo la historia de la guerra del Pacífico con maniquíes representando soldados y vestimenta de la época, podría ser un atractivo turístico significativo. Además, la integración con el Santuario de la Naturaleza en los sectores Guaraguara y Punta Itata, decretado por el presidente de la república, podría fortalecer aún más el turismo en la zona.
Para potenciar el turismo y atraer inversión privada de empresarios del rubro turístico, sería necesario modificar el plan regulador comunal, identificando las zonas con valor histórico para incentivar el turismo y atraer inversiones privadas.