Más de 260 mil personas en la ciudad sufrieron la interrupción del suministro de agua potable durante la primera semana de diciembre, cuando una retroexcavadora dañó la línea soterrada de alimentación de la planta desaladora, ubicada en la zona norte del comuna. Superada la emergencia por la que se activó el Comité de Gestión de Riesgos y Desastres, el gerente general de Aguas Antofagasta, Carlos Méndez, explicó que lo ocurrido dejó muchos aprendizajes para acciones que ya están en desarrollo. “La redundancia eléctrica es la prioridad ahora, pero redundancia en impulsión es un tema de más largo aliento que trabajaremos con las autoridades para acelerar la permisología. Nosotros ya tenemos diseños y estamos listos para realizar las inversiones”, aseguró.
El ejecutivo de EPM sostuvo que deben valorarse las condiciones de Antofagasta, manifestando que ninguna ciudad en Chile o el mundo tiene una dualidad de fuentes (cordillera y desalada), lo que permite la resiliencia de la comuna en los casos de la pérdida de su ingreso principal de suministro. “Fue un episodio muy duro, pero la resiliencia de la ciudad por sus dos fuentes hay que valorarla”, aseguró Méndez.
Debido a la crisis, la compañía generó dos beneficios. El primero es que durante diciembre a todos los clientes que tuvieron corte del servicio no se les cobrará el mes. Y quienes registraron sobreconsumo por haber sido solidarios, tampoco tendrán cobro por ese ítem. “El punto es que las mediciones de los consumos de diciembre van hasta enero, entonces, desde el 12 de diciembre hasta el 12 de enero, cuando terminamos de leer diciembre, se verá reflejado en la boleta”, precisó. Además, el gerente detalló el trabajo que siguieron luego de la emergencia para enfrentar un accidente como el generado por la retroexcavadora, señalando que desde que EPM tomó el control de la sanitaria, han realizado una inversión de 40.000 millones de pesos al año, algo que continuarán hasta el último día que tengan la concesión del servicio.
- A raíz de la falla que interrumpió el suministro en gran parte de la ciudad, ¿identificaron otros potenciales riesgos?
Fue un hecho accidental que deja muchos aprendizajes. Puedo decir con conocimiento de causa que de todas las plantas desaladoras que existen en operación en Chile y las que están inscritas en el Servicio de Evaluación Ambiental, ninguna tiene doble alimentación de línea de transmisión. Para contingencias, algunos están con generadores de respaldo porque son producciones bajas u otro tipo de alimentación de tensiones más bajas. Así como nos pasó este hecho accidental en esa no redundancia de algo que nadie pensó que se requería, estamos en una evaluación interna muy fuerte y acercándonos a los expertos, autoridades y universidades para que juntos hagamos una evaluación de qué otra infraestructura podría estar, por falta de redundancia, en riesgo. Ya empezamos y claramente necesitamos una doble impulsión para infraestructura que, eventualmente, podría ser vulnerable ante una falla o un accidente que afecte al suministro. Trabajamos en grupos muy importantes ahora por esas vulnerabilidades similares, pero que nadie ni los diseñadores anteriores ni los actuales de plantas desaladoras, habían tenido en cuenta.
- ¿Implementar una redundancia y elementos que permitan evitar que ocurra un hecho similar son trabajos de larga planificación?
En el caso de la doble línea de transmisión que alimenta toda la ciudad de Antofagasta y que viene desde Mejillones, es una única línea. La planta se conecta con 750 metros de cable de 110 kilovoltios y esa es la que va a tener redundancia en los próximos seis meses. La redundancia eléctrica es la prioridad ahora, pero redundancia en impulsión es un tema de más largo aliento que trabajaremos con las autoridades para acelerar la permisología. Nosotros ya tenemos diseños y estamos listos para realizar las inversiones que se requieran.
- ¿Qué protocolos están trabajando luego del accidente?
Desde que se hizo la planta, hace más de 20 años, las delimitaciones de algunas infraestructuras no fueron demarcadas. Esos incidentes se evitarán con demarcación y señalizaciones. Sin embargo, sí puede suceder, lo que estamos haciendo son consignas operativas para reaccionar y traer agua de cordillera a la planta Salar del Carmen. Recordemos que ahí tendríamos capacidad para tratar más o menos 1.000 litros por segundo y hoy por la calidad de las aguas que llegan solo podemos tratar 750. En una condición normal, en la desaladora podríamos decir que hay una planta, la de 600, que fue la que perdió la línea de transmisión y otra de 300, que es por el sistema de distribución, por CGE. Ahí con la cordillera más cualquiera de las dos funcionando tendríamos posibilidad de alimentar la ciudad o gran parte de ella.
- ¿Casos como las microalgas que registró la desaladora hace algunos años o el aluvión que dejó agua turbia en Calama el 2019 son fenómenos inevitables que afectan la operación?
Claramente hay episodios naturales grandes que no pueden ser evitados. Nosotros en una región de un desierto muy agreste, tenemos el invierno altiplánico en las épocas de verano y eso puede provocar lluvias en cualquier parte. La ciudad de Antofagasta, desde el año 2018, no tiene ningún inconveniente por el invierno altiplánico y anteriormente sí tenía. La ciudad de Calama, en el 2019, fue afectada por un aluvión muy grande y turbiedad de las aguas a tratar. Lo de las microalgas también es un fenómeno natural que, ante mucha luminosidad, las algas se regeneran y eso puede afectar a las membranas. Estos dos eventos son naturales imposibles de evitar, lo que sí debe hacer la compañía o todo el que esté expuesto a eventos naturales, es tener planes. En el caso de las algas, contamos ya con unos protocolos de elementos para limpiar más rápido las membranas y en el caso de invierno altiplánico, tenemos gente en terreno y maquinaria los cuatro meses de verano.
- ¿Qué pasaría con la desaladora, que está ubicada en la costa, en caso de un tsunami fuerte, se interrumpirá el suministro?
Dentro de la mitigación tenemos barreras para un tsunami de determinados metros de altura, para evitarlo con esos muros e infraestructura de protección. Pero si es un terremoto arriba de 8,5 o 9, que genere un tsunami más importante, la infraestructuras puede ser vulnerable. Hay un grado de protección propia que se exige y viene dentro de los diseños.
No conozco ninguna ciudad en el mundo y ni en Chile con la posibilidad de Antofagasta, tener disponibles de 750 a 1.000 litros por segundo de cordillera y el próximo año 300 más de agua desalada. Esa dualidad de fuentes es muy importante y al saber inteligentemente mezclarlas y saber cuándo actuar con una y cuando mezclar otra, permite a esta ciudad tener resiliencia. No existe en otras ciudades del mundo o de América la posibilidad de que, al perder su fuente principal, como la perdimos nosotros, cuenten con 750 litros por segundo para abastecer a otros usuarios. O lo contrario, si perdemos la cordillera, tenemos posibilidades de desalación. Fue un episodio muy duro, pero la resiliencia de la ciudad por sus dos fuentes hay que valorarla.
- ¿La infraestructura es suficiente para el ritmo de crecimiento de la ciudad?
También es algo que hay que poner en valor. Esta compañía que cuenta con un 99% de trabajadores antofagastinos, con ingenieros antofagastinos, ha pensado en tener la posibilidad de que la red grande de conducción, las matrices la ciudad, puedan traer agua de cordillera o desalada a toda la ciudad. Esas interconexiones ya están dadas, se están terminando en unos planes de inversión importantes que permitirán un margen de maniobra ante eventualidades como esta. En infraestructura hemos invertido este año 61.000 millones de pesos y con el próximo año serán unos 111.000 millones de pesos. Hay una infraestructura que se entregará, una nueva planta desaladora contigua a la actual independiente en sistemas de captación y de impulsión, que nos permite un margen de maniobra también.
- ¿Cómo enfrentarán las demandas colectivas por el masivo corte de agua?
Somos absolutamente respetuosos de todas las acciones en derecho y estamos preparados, porque tenemos argumentación para decir que este hecho, accidental, puede tener algunos atenuantes para todos los temas que vienen. Adicionalmente, la redundancia, el agua cordillera, la mezcla y poner en operación otro tipo de infraestructura de producción, también son atenuantes que no deben mellar la confianza que tiene esta sociedad hacia el abastecimiento de agua en el desierto. No hablamos de cualquier tema, hay que poner en valor que la ciudad tiene esa posibilidad y, que de pronto por un accidente, estamos tirando al tarro un trabajo que han realizado los ingenieros salidos de nuestras universidades antofagastinas.
- ¿Esta clase de eventos afecta para una eventual renovación de la concesión?
Por eso dije que somos absolutamente respetuosos de todo el estado de derecho y lo que tengan que hacer las entidades correspondientes. Nosotros tenemos toda la argumentación en defensa y las opiniones y si afectan o no, ya serán de parte del juzgador cuando se entreguen los documentos. La concesión es hasta diciembre del 2033, exactamente diez años.
- ¿Cuál es la situación de las cañerías en la zona centro de Antofagasta que serían las más antiguas de la ciudad?
Desde que el grupo EPM tomó el control de Aguas Antofagasta ha realizado inversiones que en promedio son más o menos de 40.000 millones de pesos al año, en reposición de infraestructura, reposición de cañerías urbanas de agua potable y alcantarillado. Eso que estará hasta el día cero en que se entregue la concesión, continuará, porque creemos que la ciudad merece una infraestructura no de 100 ni de 60 años, sino que esté renovándose permanentemente. Y está en los informes a la SISS, en las memorias anuales, todas las inversiones realizadas en mejoramiento de infraestructura, con cifras como 61.000 millones en el 2023 y para el 2023-2024 111.000 millones de pesos. Creo que son cifras importantes para el mejoramiento de infraestructura que permiten con la continuidad de ese trabajo en el tiempo, mejorar temas como el de la cañerías en el centro.
- ¿Qué mensaje le daría a la comunidad respecto del trabajo y el servicio?
La ciudad y todos los habitantes se han dado cuenta de la importancia de dar agua en el desierto y de todo el trabajo de mejora que ha tenido la compañía. El evento deja aprendizajes de que hay que hacer algo, no lo vamos a desechar y trabajaremos sobre él. Pero lo que le pido a la ciudadanía es que la confianza que se venía dando en la compañía retorne, porque con hechos y no con palabras vamos a demostrar que se ha realizado un buen trabajo por la ciudad. En esta empresa, el 99% de sus trabajadores son antofagastinos que les duele la ciudad. El segundo mensaje es el agradecimiento, porque gracias a la solidaridad de esos clientes que tenían agua o quienes empezaron a tenerla y lograron ahorrar, fue que pudimos dar al servicio antes de tener la infraestructura de producción lista a 22.000 clientes adicionales sin haber hecho todo el arreglo eléctrico. Eso es un mensaje claro de solidaridad de la gente antofagastina, lo cual no tengo más que agradecer.
Hay dos torres con dos circuitos separados que van a chuquicamata, una es para chuquicamata norte y Radomiro Tomic, 2.- chuquicamata sur, alimenta la mina Allen, calama y algunos pueblos del interior en 380 vols. 3. Mina spencer, y todas las minas entre Antofagasta y calama 4.- mina Gaby con.cualquiera de esta e puede sacar una subalimentación para la planta de agua, el consumo es bajo, el costo del transformador de 2 kv a 13.800 volt y la estención de la linea hasta la planta aguas antofagasta como ven ese costo, otra posibiidad es energia solar va a salir más barata que la anteriór, sin daño ambiental y la otra un generador de 13.800 volt y poblema resuelto, siempre hay soluciones, por ultimo un gerenerador de baja tension con agua de mar, lo malo es que nadien quiere meterce la mano al bolsillo
Cuando mi gerente habla, lo hace con inteligencia,con la verdad y de corazón
Porque culpar a una retroexcavadora ?
Acaso no hay planos de lineas soterradas ?
Tienen supervisores o se trabaja a dedo ?
Muy pobre la explicación.
Discurso poco creible, siempre por las ramas.