El Colegio de Periodistas de Antofagasta se pronunció ante la polémica generada por la filtración de más de 700 páginas de conversaciones privadas del alcalde Jonathan Velásquez junto a su equipo de confianza, hecho que generó un quiebre con los conejales y terceros aludidos en duros términos según se lee en la transcripción de los mensajes que fueron presentados como prueba en una demanda laboral de un exasesor de la casa consistorial.
La primera consecuencia de aquello estuvo presente en el concejo municipal de hoy donde varios concejales pidieron la renuncia del propio alcalde y de su equipo de confianza. Sin embargo, Velásquez solo confirmó que desvinculará a parte de su equipo vinculado a la polémica, pero sin dar nombres.
Colegio de Periodistas
En una declaración pública firmada por el Presidente del Colegio de Periodistas de Antofagasta, Alejandro Rodríguez, se refirieron al veto sobre algunos medios de comunicación que surgieron de dichos grupos de WhatsApp: «Cuando al trato peyorativo se le suma el vetar a medios de comunicación, y más cuando estos son locales, es imposible callar y obviarlo. Entendemos que desde distintos tipos de organismos puedan existir estrategias acordes a potenciar lo que se quiere entregar como información a la comunidad, pero estas deben ir de la mano con la igualdad de oportunidades para todos quienes deseen ejercer su derecho a comunicar».
Respecto al equipo de confianza, el Colegio de Periodistas señaló que «si bien es cierto, está en la libertad de cada profesional o autoridad elegir a sus equipos de trabajo, estos deben representar valores laborales fundamentales para el avance de nuestra ciudad, y no ostentar características discriminadoras en perjuicio de las personas. Cuando los espacios de trabajo (sean presenciales o digitales) se ocupan para denostar a terceros, solo pierde la ciudadanía, especialmente cuando se realizan con recursos públicos, al ejercer esta dinámica en horarios laborales. Dejar las decisiones claves, para una ciudad, en manos de funcionarios que utilizan la vía de la violencia como un lenguaje recurrente y normalizado, es una amenaza latente que solo bloquea las oportunidades de que la comuna avance».
Respecto al rol del alcalde, indicaron que «es gravísimo cuando la autoridad es testigo de estos actos discriminatorios, y se omite todo llamado de atención ante las faltas de respeto, denostación, amenazas, etcétera, hacia otras personas. En consecuencia, se es cómplice de la violencia verbal, su multiplicación y su inacción en detenerla».
Alejandro Rodríguez, Presidente del Colegio de Periodistas, también señaló que «las disculpas no son válidas ni suficientes cuando se originan desde la publicación de esas conversaciones y que solo se emiten porque ponen en jaque la figura del alcalde, eso demuestra que nacen desde el egoísmo y no de la buena fe. Como Colegio de Periodistas jamás seremos partidarios de justificar la denostación, discriminación, persecución, ni nada que perjudique a la honra de las personas. Las autoridades deben estar a la altura y poner en valor su cargo a través del servicio que le pueda prestar a la comunidad. El puesto se honra día a día, no solo cuando se gana en las urnas».