Aunque ya pasaron dos años desde el “18 de octubre” y todavía no perciben los cambios que esperaban, integrantes de la Agrupación de Madres de la Plaza Colón, que reúne a familiares de jóvenes detenidos en el contexto del estallido social en Antofagasta, aseguraron que el proceso de manifestaciones y reclamo ciudadano que se tomó las calles es sinónimo de un futuro mejor para el país.
La elección del próximo 21 de noviembre y sobre todo la Convención Constitucional que trabaja en la redacción de una nueva Carta Magna, son elementos que generan esperanzas en el grupo de madres que se formó en la Plaza Colón de la ciudad, lugar al que acudieron durante un mes para rezar por la situación de jóvenes que fueron detenidos en las protestas.
Juana López, mamá de José (29), relató que la madre del primer arrestado con estas características en Antofagasta estuvo sola por varios meses. Cuando otros comenzaron a ser detenidos, la agrupación Pampa Libre consiguió que las madres se conocieran y a eso, se sumó la ayuda del padre Felipe Berríos. “Fuimos a rezar todo un mes a la Plaza Colón y ahí quedamos como Madres de la Plaza Colón. Ahora somos varias, más de diez, al principio había más de 30 detenidos”, contó.
Y explicó que su hijo fue acusado de homicidio frustrado durante el ataque a un vehículo policial. “Hay testigos que indican que él no participó, en los videos se ve que está como a siete metros del carro y eso se nota por su escudo, que es muy característico. Primero dijeron abrió la puerta, pero en las imágenes se ve que no fue. Cuando se revisó el video, el abogado decía que con esto saldría absuelto, pero el juez y el fiscal nunca miraron el video, no le dieron importancia, no llamaron a los testigos y terminó pagando porque el gobierno quería que alguien fuera responsable por todo lo que estaba pasando”, aseguró sobre lo ocurrido con José.
López dijo que ha pasado el tiempo y todo sigue igual con la situación de los hijos de las Madre de la Plaza Colón. Han recibido ayuda del padre Felipe Berríos y el padre Marcelo de la Catedral, pero lamentan que en Antofagasta todos estos jóvenes han sido declarados culpables. A José lo condenaron a cinco años de vigilancia intensiva, salida que consiguió tras negociar con la fiscalía, añadió. “Quienes han caído ya llevan siete, ocho o nueve meses y están pasando por lo mismo que nosotros. José está trabajando y realiza un curso de electricista, por eso me da tanta rabia cuando veo reportajes de los delincuentes de primera línea, ya que me hijo arriesgo tantas veces su vida como brigadista, ayudando a sacar a los heridos, ése era el trabajo que realizaba en las marchas”, indicó.
Reflexión
Juan López declaró que, a estas alturas, lo único que desea es que termine el actual gobierno, “porque todo es su culpa”. Según plantea, si no hubieran enviado a los carabineros a repeler a los manifestantes el proceso habría sido pacífico. “Todo esto lo armaban los pacos y disculpen la palabra, ellos instigaban, metían cosas para que empezara el odio y que dijeran que todos eran delincuentes. Nunca participé en una marcha, pero si sales y te atacan, nadie quedará de brazos cruzados hasta que lo maten, se reacciona y la manera de los chiquillos era tirar una piedra y qué daño haría. En la audiencia dijeron que una piedra se suma a otra, a otra y pueden matar a un carabinero. Lástima que uno no puede interferir, porque si una piedra y otra es tan cobarde, cómo le llamamos a los pacos con lacrimógenas, el huanaco y los perdigones. Mi hijo está lleno de perdigones y cuando estuvo detenido tenía la cara deforme, tuvieron que operarlo de la pierna porque el perdigón se le infectó y tenía la piel negra”, relató.
A dos años del estallido social, López dijo que lo que hicieron en las calles fue para que Chile esté mejor, algo que no ocurrirá mientras no cambie el gobierno. “Ojalá que todo esto que pasó, las muertes, los heridos, no quede así sin nada. Tiene que venir un cambio, todo lo ocurrido tiene que ser para que mejore el país. Saliendo la derecha del gobierno, Chile se arreglará, ese es mi sueño, que tengamos el país justo que todos deseamos y que termine esto de las marchas. Ruego que este 18 de octubre sea tranquilo, que los pacos dejen tranquila a la gente que quiere manifestarse y verán que todo será pacífico”, señaló.
“La Constitución fue un gran paso de las manifestaciones»
Dorka Aliaga es la tía que crio a Axel, joven de 18 años sin antecedentes que lleva siete meses en prisión preventiva por supuestamente arrojar una bomba molotov. Expuso que han cambiado la audiencia del caso en varias ocasiones y que lo mismo han hecho con el resto para mantenerlos en la cárcel. “Seguimos en esto para sacarlo porque no tienen pruebas. El examen que le hicieron de manos, ropa y de zapatillas no tenía líquido acelerante y la nueva audiencia está para el 3 de enero. A él lo tomaron a dos cuadras de mi casa (sector Bonilla), ni siquiera fue en la manifestación. Lo acusan de que estuvo allá arriba porque supuestamente tiene el mismo cuerpo de la persona que estaba lanzando bombas molotov”, detalló.
El día que comenzó el estallido social en Antofagasta, el 19 de octubre, Aliaga recordó que estaba en el centro de la ciudad con sus hijos y se encontró con una marcha, viendo que minutos después la gente comenzó a agruparse. Como familia, explicó, piensan que el cambio en el país era importante, pero cuestionó que hasta hoy no ve ninguno y manifestó que la gente se revolucionó porque estaba aburrida de la injusticia hacia los pobres.
“La pandemia le vino como anillo al dedo al presidente (Piñera) y no sé que pasará este 18 de octubre porque se cumplen dos años e imagino que saldrán a las calles. La gente tiene mucha fe en el cambio de la Constitución, fue uno de los grandes pasos que pudimos dar gracias a las manifestaciones. Siempre he pensado que todo esto fue para un futuro mejor y la gente no debería quedarse quieta, si realmente queremos un cambio tenemos que votar y saber escoger a quienes nos representen”, declaró.
Aliaga indicó que sus hijos mayores votan y que quienes salieron a las calles y vivieron violencia, ahora tiene que participar en las elecciones porque ahí pueden hacerse cambios. Sin embargo, no cree que exista un “político bueno” y tampoco hay certeza de que los electos lo harán mejor, ya que están acostumbrados a decepcionar.