Una distancia de menos de tres mil votos es la que separó a Ricardo Díaz de Marcela Hernando en los comicios por el Gobierno Regional, elección en la que nadie obtuvo el 40% de los sufragios y ahora el gobernador y la exministra de Minería definirán el cargo en el balotaje del 24 de noviembre. Ambas candidaturas pertenecen a la izquierda y la estrechez de sus resultados los obliga no solo a crecer en su sector, también deben buscar el centro en una competencia que se decidirá voto por voto.
Hernando cuenta con el apoyo de los parlamentarios Araya (IND-PPD) y el del diputado Sebastián Videla (IND-PL), mientras que Díaz está respaldado por el senador Esteban Velásquez (FRVS) y Catalina Pérez (Frente Amplio, FA). Aunque esta última no explicitó su respaldo directamente, se cuadró con la determinación de su partido, que llamó a la militancia a sumarse al trabajo de campaña. El gobernador agradeció el gesto del FA, sin embargo, declaró públicamente que no quiere el apoyo de la parlamentaria, explicando que ella no ha sido parte de su candidatura y que la ciudadanía conoce sus historias de desencuentros.
Para los analistas políticos, la decisión de Díaz de rechazar el apoyo de la diputada es inentendible, ya que, si está dispuesto a ser respaldado por un partido, debe aceptar a su militancia. Además, detallaron que lo sucedido fue un mal manejo de comunicación electoral, lo que también exhibió las diferencias que existen en el FA.
Visión de partido individualista
Para la doctora en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Francis Espinoza, la segunda vuelta por el Gobierno Regional no es una elección más, sino que se trata de un proceso que tendrá entre sus consecuencias el reordenamiento de la cartografía política del país en miras a las presidenciales.
“Quedó la percepción instalada de que Catalina Pérez constituye ‘mala prensa’ para las candidaturas como ocurrió con Pablo Iriarte (que fue acompañado por la parlamentaria en el día de la elección). Por otro lado, su inevitable relación con el Caso Convenios podría hacer pensar que finalmente el candidato Ricardo Díaz estuvo de una manera u otra también involucrado. Por ende, el candidato prefiere dar un paso al costado de este apoyo que podría afectar profundamente su candidatura y su valor político reputacional, esto último es finalmente lo que se juega”, señaló la académica de la Universidad Católica del Norte.
Tras la declaración del gobernador, el sociólogo César Trabucco informó que renunciará al Frente Amplio, argumentando que no estaba de acuerdo con que el partido apoyara a Díaz. Y no solo eso, también manifestó abiertamente que su opción para el Gobierno Regional es otro tipo de liderazgo, inclinándose por Marcela Hernando.
Sobre las derivadas que dejó el rechazó del gobernador a Catalina Pérez, la doctora en Ciencias Políticas sostuvo que los balotajes llaman a la dispersión electoral, pues los partidos compiten por una parte del capital electoral y así negocian cuotas de poder o “favores electorales” con candidaturas en segunda vuelta.
“Más allá de que la candidata Marcela Hernando había ‘coqueteado’ políticamente con Trabucco en algunas actividades públicas, sin duda, candidaturas de carácter más concertacionista no se sienten cómodas con un liderazgo que no convenció en su gestión pasada y que representa a una izquierda más caudillista y extrema. Pero, además este gesto constituye un signo de los tiempos, la post-política, en la cual el alineamiento incondicional de la militancia era a rajatabla. Hoy importan los intereses individuales, en visión de partido individualista que una fidelidad política ‘prusiana’”, analizó Espinoza.
“No puede aceptar el apoyo del FA sin Catalina Pérez»
Osvaldo Villalobos, consultor y analista político, dijo que el rechazo de Ricardo Díaz al apoyo de Pérez se enmarca en los continuos errores comunicacionales y de relato que ha tenido durante la campaña y su gestión. El gobernador debe tomar una decisión política y comunicacional sobre si de verdad es un independiente, aseguró Villalobos, actuar como tal y rodearse de independientes, porque lo que en realidad demuestra es una absoluta dependencia de los partidos. Y cuando depende de ellos queda sujeto a este tipo de situaciones.
“Me parece que aquí hay un tema taxativo de autorrespeto en el Frente Amplio, Catalina Pérez pertenece al partido y es la figura más relevante en la región, guste o no, y es la única autoridad parlamentaria. En ese sentido, Ricardo Díaz no puede aceptar el apoyo del FA sin Catalina Pérez, la división que trata de hacer el gobernador es absurda. Si él acepta el apoyo del partido, debe hacer lo mismo con el respaldo de Catalina Pérez”, indicó.
Para el analista, esto sucede porque Díaz todavía adolece de una ubicación política y preguntó si todavía es el profesor que marchaba contra los grandes empresarios por la contaminación o si ahora es el gobernador que está dispuesto a entregar dinero a inversiones privadas y que defendió su causa en el TER y el Tricel con abogados de un partido político.
“Un fracaso de comunicación electoral»
Cristian Zamorano, doctor en Ciencias Políticas, expresó que este episodio presenta una dicotomía interna que ahora es de conocimiento general. Esto, porque el FA es una figura principal dentro del oficialismo, pero arrastra el problema de que en uno de los partidos que dio su origen nació el caso convenios, con militantes de Revolución Democrática y eso involucró a la diputada Catalina Pérez, quien es un nombre fuerte de este conglomerado a nivel nacional.
Entonces, Zamorano cree que si no había ningún evento que obligara a tomar una posición de manera externa, esa ambivalencia podía sobrevivir y llegar hasta, eventualmente, la reelección de la diputada. El problema es que antes ocurre este hito electoral y deben posicionarse, lo que sacó a flote la dicotomía cuando las campañas son momentos de unión. Y en este contexto identifica tres voces, “la del FA, la de Catalina Pérez y la de Ricardo Díaz, lo que es un fracaso desde el punto de vista de la comunicación electoral”.
Otra dicotomía para el doctor en Ciencias Políticas es que se pensaba que había llegado una nueva forma de hacer política y que sería más exigente. “Recibir el apoyo de un partido, pero rechazar el respaldo de su mayor figura en la región tiene que ver más con la era Instagram donde todo es personalizado que con un modo de gobernanza eficiente para la ciudadanía. Cuando se habla de la nueva política se refieren a lo que viene a reemplazar lo malo o simplemente a lo que está a la imagen de nuestro siglo, donde brillan los personalismos y la maximización de las preferencias individuales”, cuestionó.
Un aspecto que advirtió Zamorano es que observa un declive en lo que constituye la esencia de los partidos, su orgánica, que funciona con jerarquías, normas y códigos. Esto, porque si un partido demuestra su apoyo, significa que involucra a todos sus militantes y aceptar el respaldo de un conglomerado, pero no de una de sus principales figuras es un sinsentido. “La razón por la que Díaz no acepta el apoyo de la parlamentaria tiene que ver con lo personal sin respetar la orgánica. No hubo una instancia previa interna para evitar que esto se exhibiera a la luz pública, lo que demuestra que la orgánica no está funcionando”, concluyó.
Es cierto que políticamente hablando nadie podría en su sano juicio recibir el apoyo de Catalina Pérez. Pero también este asunto se debe a que en el momento de la elección para diputado que en primera instancia intentó Díaz desde RD, cuando era militante, fue Catalina Pérez la electa para representarlos y eso se decidió en Santiago, no lo apoyaron siendo que él había trabajado por ellos desde la región. Obviamente que hay un problema de inicio y suena un poco extraño que ella esté dando apoyo cuando nadie quiere ser apoyado por ella. Entonces lógicamente este esun tema más bien de quién me cae bien o mal, y por lo mismo, no es más que política tradicional. Eso de la nueva política tampoco funciona muy bien porque la política tiene sus formas de operar y lo está haciendo tal cual como siempre ha sido, así es que nueva política o antigua política creo que tampoco aplica y en esa perspectiva lo más coherente es decir que Díaz actúa en consecuencia porque no recibió el apoyo cuando Jacson designaba los cupos desde Santiago.
Díaz debió mirar cómo lo está haciendo Claudio Orrego wue se declaró independiente y la verdad Catalina Pérez debió mantenerse al margen porque está claro que no aporta buena imagen pública.
Muy bien ahi el gobernsdor ricardo diaz.
Los discolos van donde calienta el sol y no importan ni aportan mas que a su propio ego. Pero la diputada catalina perez si es una figura importante y es por su (ex) partido y por la ciudadania, que es una figura o personaje de la cual hay que marcar limites. Ya aportó a destruir el pacto durante la mañana de aquel sabado por todos conocido. Que la corte y deje de dividir a la centroizquierda con su niñeria.
Esta segunda vuelta debió ser entre el gobernador ricatdo diaz y el candidato carlos cantero. Que desastre armó de nuevo el aparataje comunicacional de la señora ahi. Discolos, deudores de favores y virulencia añejos. La señora huele a matonaje, mentira y bajeza. Mucha plata si. Y con eso bailan los monitos.
Cero pluralismo de esta hoja. Y busquen otros «expertos» menos implicados con la Hernando.