El presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), Marko Razmilic, calificó al instituto de Tecnologías Limpias (ITL) como “una semilla que puede cambiar para siempre la historia de la región”. Se trata de un proyecto de investigación y desarrollo que contará con 196 millones de dólares, recursos negociados durante el acuerdo de explotación de litio entre SQM Salar y Corfo. Sin embargo, la iniciativa no registra movimiento desde el año pasado, cuando la Corte Suprema dejó sin efecto la adjudicación del ITL a un consorcio internacional de empresas y universidades, ordenando que Corfo adoptara una decisión “a la brevedad”.
Desde el fallo judicial, comunicado en julio del 2022, no existe nueva información sobre el instituto y tras una consulta al respecto por parte del diputado Jaime Araya, se conoció que el Consejo de Corfo no ha logrado colocar el tema en tabla. La razón es que la instancia está integrada por académicos que prestaron servicios a las universidades que se presentaron a la licitación y, para evitar la imparcialidad que requieren esta decisión, se abstienen de participar en el proceso que entra en un bucle por falta de quórum.
Con este escenario aparecen varias posibilidades, como adjudicar el ITL al resto de los oferentes, algo que es solicitado desde la región o, declarar desierta la licitación y realizar un nuevo llamado en el que podrían existir cambios a la idea original.
Durante un encuentro con la prensa local, el presidente de la AIA fue consultado sobre si entendería una eventual decisión de que el instituto finalmente no quedara de manera íntegra en Antofagasta. Razmilic sostuvo que “no puedo decir eso, pero si me aprietas y me pones un poco paranoico, me preocupa que eso pueda llegar a ocurrir. Que algún iluminado pudiera decir que estos recursos debieran fragmentarse y distribuirse equitativamente de acuerdo con no sé qué ratio. Y eso es romper la iniciativa, el espíritu de lo que se quiso hacer con este instituto”.
El directivo ahondó en los motivos del porqué es tan importante que el Instituto de Tecnologías Limpias se instale en Antofagasta, argumentando que será el núcleo, el centro estructurante de un clúster de dimensiones que no podemos cuantificar por el momento, ya que habrá una cantidad de recursos para obtener la mejor investigación aplicada sobre los usos que puede tener el litio, el hidrógeno y todos los elementos que el instituto va a desarrollar.
“Si las cosas se hacen bien, con seriedad y responsabilidad, esto puede significar una especie de Lithium Valley, como el Silicon Valley de California. Es la semilla que puede generar que este valle germine y se extienda, ésa es la importancia que tiene y es importante que se comunique de esta manera. Estamos jugándonos una semilla que puede cambiar la historia de Antofagasta para siempre, no vamos a depender de los recursos naturales, sino de la inteligencia, como lo hicieron muchas ciudades”, aseguró.
Además, destacó que el ITL generará industrias anexas para complementar y aprovechar los subproductos de la investigación aplicada, que incluso tiene dentro de su estructura como requerimiento crear start-up anuales. Por ello insistió que es una incubadora de desarrollo que surge de la investigación no solo de la gente de Antofagasta y de las universidades locales, sino de todas las universidades de Chile y del extranjero. Esto, porque vendrán investigadores específicos de ciertas materias desde cualquier parte del mundo, sin embargo, la inteligencia generada quedará en el Instituto de Tecnologías Limpias y se comercializará y aplicará en la región.
En cuanto a los plazos para ejecutar el proyecto y no perder terreno internacional considerando el retraso que experimenta la decisión tras lo resuelto por la Corte Suprema, Razmilic indicó que “sin temor a equivocarme un segundo digo que hay una fecha y era ayer. Es urgente y cada día que pasa y no se adjudica o se declara desierto esto es partir de nuevo y no en dos años más. La opción que sugerimos a Corfo es que adjudique a cualquiera de los consorcios que participaron, pero que lo hagan, eso pedimos porque si no van a truncar un sueño hermoso”.
CODELCO PODRÍA EXPLOTAR LITIO
Otro tema de consulta al presidente de la AIA fueron las declaraciones de gobierno sobre la participación de los privados en la explotación de litio, debido a las dificultades que representa para el país embarcarse sin ellos en esta materia.
“La verdad nosotros no creemos mucho en el Estado empresario. Los empresarios de este país aportamos desde nuestra modesta posición los recursos que el Estado necesita y lo hacemos bien, históricamente mejor que el Estado. De hecho, la primera empresa nacional del litio al final termino siendo Albemarle. Nosotros pensamos que sí, el Estado puede tener injerencia, es el socio mayoritario. Ustedes ven las cifras de la venta del litio, el Estado se lleva la mayoría de los recursos, es el dueño del litio y lo concesiona con contratos que se negocian de manera muy conveniente. Eduardo Bitrán negoció la ampliación del contrato de explotación del salar tanto para Albemarle como para Corfo con una cantidad de recursos para el Estado”, afirmó.
En este debate también dijo que hoy existen agentes capacitados para explotar el litio inmediatamente sin tener que gastar el tiempo en experimentación, instalación o la preparación que necesita una empresa que comienza desde cero. Y destacó que aquello puede realizarse de manera rápida, económica y conveniente para el Estado.
Respecto del discurso oficialista en este sentido, que comenzó apuntando a una empresa nacional del litio para luego abrirse a la participación de los empresarios, el presidente de los Industriales cree que se trata de sutilezas comunicacionales que pueden estar dirigidas a ciertas sensibilidades. “Pero el Estado hoy podría perfectamente, porque tiene mayoría en ese directorio, hacer que Codelco se transforme en un explotador del litio sin mayor trámite ni cuestionamientos de ninguna especie. Si bien es cierto, Codelco es una empresa estatal, tiene las capacidades para hacerlo inmediatamente, no creo que tengan que generar una instancia nueva y especial para estos efectos”, señaló.
Por último, Razmilic expuso que es importante la transparencia para manejar estos temas, porque un proyecto minero de cualquier característica en Chile necesita un promedio de mil aprobaciones de trámites en procesos que duran años. “Iniciar una actividad minera hoy en Chile, sea quien sea el actor, requiere de una tramitación que tiene una duración importante y probablemente, dada estas circunstancias y la dinámica del mercado, ya sea muy tarde. Por esa razón creo que hay que priorizar es la capacidad instalada en Chile de producir más, con los actores que hay o que puedan estructurar procesos de rápida ejecución”, propuso el presidente de la AIA.
