En un extremo de la oficina ubicada en su hogar se ubican tres computadores, una luz para los streaming y una pizarra donde anota los pendientes. En el otro, un televisor gigante, una cafetera y sillones separados por una mesa de centro donde descansan los libros que ha publicado tras alejarse de la contienda política-electoral. Carlos Cantero compitió por última vez en una elección en 2013, donde resultó ganadora la Nueva Mayoría con Alejandro Guillier y Pedro Araya. Sin embargo, tras una década alejado de las pistas, está de vuelta.
«Han venido a mi casa amigos que van desde la UDI, RN, Evópoli y Republicanos, quienes me han planteado claramente que asuma una responsabilidad», dice con absoluta confianza Cantero, quien ya tiene claro su objetivo: estar en la papeleta para Gobernador Regional el 2024. Es esa la competencia, y no otra, pues si bien dice que le han pedido competir también por el municipio de Antofagasta, plantea no tener interés por la ausencia de «madurez suficiente» de su sector (la derecha) para un proyecto unitario.
Cantero busca representar a la derecha local en todo su arco político. En el anhelo como candidato único pero sin esquivar una primaria si fuera necesario. Ya contaría con el apoyo inicial de la senadora Núñez por parte de Renovación Nacional; es primo del consejero por Antofagasta del Partido Republicanos Carlos Solar, de ahí que se podría abrir una puerta para un partido que no tiene candidato competitivo para la gobernación, quedando como obstáculo más complejo de las negociaciones políticas la UDI y lo que tenga que decir Evópoli.
Sector que si bien busca representar, también mantienen duras críticas: Al último gobierno de Piñera lo califica como «un desastre» y a la derecha le critica «que no logra sacudirse del dominio del poder del dinero.
Pero a fin de cuentas, ideológicamente en su sector.
Se refiere al periodo de Pinochet como «gobierno militar» y en su reflexión sobre los 50 años del golpe critica que «la izquierda trabaja de víctima sin reconocer que ellos promovieron la violencia y después todo lo centran en un concepto de Derechos Humanos muy restringido».
También es duro con la industria minera; acusa que la región de Antofagasta «está peor que nunca», y que en la figura de gobernador regional existe «un culto a la personalidad y se rodean de gente incompetente».
- ¿Tiene tomada la decisión de volver a la política electoral?
Sí. Yo me alejé de la política electoral hace mucho rato pero nunca me he alejado de la política de las ideas, de la política en el ámbito académico, filosófico y del pensamiento. Lo que si, terminé muy desilusionado de esta por la calidad de la política y porque me caractericé de promover una política con pensamiento social, ciudadano y cívico fuertemente comprometido con valores y principios, y hace mucho rato estoy viendo que eso no se respeta en el país.
Respecto a la pregunta: ¿volveré?. Mi nombre está disponible para poder ayudar a mejorar la política, pues se necesita experiencia, solvencia, valores y principios, los que no veo hoy encarnados con esa lógica.
- De las elecciones que se vienen pronto ¿cuál sería la más desafiante?
El conjunto del sector de la derecha me llamó desde Santiago para que asumiera responsabilidades en el ámbito parlamentario, pero les dije que no, que no estaba disponible para segundas partes del ámbito parlamentario. Ahora, hay un abanico de responsabilidades.
Referentes del sector me han venido a pedir que enfrente la elección municipal pero no tengo interés en ese ámbito a no ser que haya un proyecto político unitario, cuestión que no visualizo porque no hay madurez suficiente en el sector para enfrentar un proyecto unitario donde todos estemos comprometidos. De tal manera que lo único que visualizo como interesante -y acorde a mi formación, experiencia y red de contacto a nivel nacional e internacional- es promover el desarrollo de la región que considero está muy postergada.
- ¿Eso es la Gobernación Regional?
Eso es la Gobernación Regional
- ¿Qué tan amplio es el abanico de la derecha que le ha pedido volver a la política electoral?
Han venido a mi casa amigos que van desde la UDI, RN, Evópoli y Republicanos, quienes me han planteado claramente que asuma una responsabilidad. Y yo lo que he dicho en todas las conversaciones es que si la asumo lo haré como adherente del sector pero sin militancia.
- ¿Fue tan traumática la experiencia de militar en Renovación Nacional?
Fue muy mala. La exigencia de disciplina al interior de los partidos es deseable, claro, hay que ser disciplinado, pero siempre que quien conduzca tenga dos dedos de frente. El problema es que hemos elegido mucha gente sin competencia para dirigir.
- Administrativamente ¿le gusta la figura de gobernación regional como camino para la descentralización?
Hoy sigue existiendo un contrapeso entre el Delegado Presidencial y el Gobernador Regional. La Constitución dice que es un gobierno regional pero en realidad es una administración regional, lo mismo dice de los gobiernos locales (municipios) pero es una administración comunal. No hay facultades reales de gobierno. Creo que hay que hacer que todo lo que pase en la ciudad se le pase la cuenta al alcalde, y lo que pase en la región se le pase en cuenta a alguien, y hoy día no sabemos si es al Delegado (Presidencial), al Gobernador. Ahora, el Delegado representa al gobierno central, pero el gran responsable del desarrollo de la región tiene que ser el Gobernador Regional.
- ¿Y hasta ahora ha dado el ancho?
Creo que el cargo de gobernador ha sido muy desdibujado. Creo que en general los cargos de elección democrática encarnan un fuerte sentido de mediocridad, un fuerte sentido de no dar la estatura necesaria. Ha chocado el entusiasmo con la falta de competencias y la falta de pensamiento estratégico para pensar el desafío. Yo siento que hay un culto a la personalidad en estos ámbitos y se rodean de gente incompetente, en general. Lo que hay que tratar de hacer es buscar a la mejor gente de la región más allá de su pensamiento. Este sectarismo que hoy veo en la política me parece mediocre y repudiable.
«La región está peor que nunca»
- ¿Hoy la región está mejor o peor que antes?
Mirado en retrospectiva de los últimos 30 a 40 años, la región está peor que nunca. En el ámbito público ha retrocedido; en la descentralización hemos retrocedido; en el ámbito de la relación con las empresas mineras hemos retrocedido; y la calidad de vida dentro de la ciudad hemos retrocedido. Es cosa de salir al centro cada noche, es de espanto. Esta ciudad ha tenido un grosero retroceso por la falta de compromiso del ámbito público y privado. Hemos estado rodeado de mucha mediocridad en la gestión y de mucha impunidad. Y la ciudadanía, digámoslo por su nombre, ha elegido mal. Ha tenido mal ojo.
- ¿Cómo se avanza entonces?
El que ejerza el cargo de Gobernador Regional tiene que tener liderazgo, y este tiene estar avalado por ideas y planes de desarrollo regional. Tiene que ser un puente entre el mundo público y privado frente al contexto global. Hoy, las autoridades no dan el ancho para pasar al mundo global y creo que hay un tremendo desafío. Pero ni el mundo público, privado o académico están en esa línea. Los centros de políticas públicas muestran inactividad, inacción, conversan entre ellos. De hecho, con las tres universidades regionales no tengo ninguna relación. He publicado libros en Europa, en EE.UU y nunca he tenido un espacio para dar una charla en una de estas universidades.
- ¿Cuál es su opinión de la derecha?
Es la misma que vengo haciendo hace 30 o 40 años. Es una derecha que no logra sacudirse de la dominación del poder económico, que no logra sacudirse del dominio del poder del dinero. No logra encarnar adecuadamente su compromiso con los valores ciudadanos con el sentido social, con los valores republicanos, y no estoy hablando del Partido Republicano, sino que de los valores de la República, sus signos, sus instituciones.
En Chile está secuestrado el mérito como valor. Todo es mediocridad, todo es compadrazgo, todo es tráfico de influencias. Por esa vía no vamos a llegar a ninguna parte. Por ejemplo, el año por esta misma fecha tomo la ley de presupuesto de la nación y veo que hay 3.000 millones de pesos asignados a dedo por el Gobernador Regional. Bueno, cuando vi eso sabía que iba a explotar una verdadera bomba de corrupción porque era evidente. ¿Cómo se asignan a dedo 3 mil millones de pesos? Y además con un enfoque sectario.
Ahora, yo creo en una derecha con un sentido democrático, ciudadano y con un fuerte compromiso social.
- ¿Cuál es su mirada sobre la minería pública y privada en esta región?
La minería ha actuado con egoísmo frente a la región. Codelco no hace nada por Calama y el resto de la minería hace muy poco por la región. Yo veo que hacen mucho más por Santiago. Yo veo que aportan mucho más a los medios de comunicación en Santiago. A mí me indigna cuando veo tremendos aportes económicos a los canales de Santiago y no aportan nada a los medios de la región. Encuentro que esa actitud es despreciable y la minería no está actuando con una mirada social empresarial.
Nacional
- ¿Cuál es su evaluación del último gobierno que tuvo la derecha que fue a manos de Sebastián Piñera?
No me parecen relevantes los triunfos a lo Pirro (de poco valor o insuficiente, especialmente en proporción al esfuerzo realizado). El gobierno anterior de Piñera, fue un triunfo a lo Pirro, fue un desastre. Como respuesta vino el gobierno de Boric el cual ha sido mediocre. Y qué es lo que viene ahora es otra polarización. Esto no sirve. Ir de polarización en polarización no contribuye. Lo que se requiere es que la gente prudente, competente y equilibrada comience a aglutinarse.
Recordemos que el 18 de octubre (del 2019) el gobierno de Piñera decía que era imposible avanzar en nada. El 19 se le cae el mundo encima (con el estallido social) y el lunes siguiente resulta que se podía hacer todo y mucho más y lanzaron la casa por la ventana. Entonces, esos disparates son los que no son aceptables.
Lo que visualizo es que estamos casi con compulsiones anímicas respondiendo al quehacer de la política y eso es la peor, es la mediocre, necesitamos política con corazón y cerebro.
- ¿Cree que hay un alto riesgo en que se vuelva a rechazar el actual proyecto de nueva Constitución?
Claro que hay un alto riesgo. El problema es que hay vicios de legitimidad en los procesos. En Chile sigue habiendo una democracia protegida. La paradoja es que quienes repudiaron la democracia protegida que impulsó el Gobierno Militar o Pinochet, resulta que ahora nos presentan un proceso constituyente donde el proyecto lo hace un grupo elegido a dedo ¡por ellos mismos!. Como si eso no fuera suficiente, se les pone al lado un grupo que se pronuncia sobre la elegibilidad de las iniciativas. O sea, el grupo que eligió la ciudadanía está amarrado de manos y pies. No hay una plena legitimidad democrática en los procesos.
- A 50 años del golpe militar ¿cuál es su reflexión?
Mi reflexión es que son 50 años de hipocresía donde nadie reconoce sus faltas. La izquierda trabaja de víctima sin reconocer que ellos promovieron la violencia, la legitimizaron, llamaron a la violencia, y después todo lo centran en un concepto de Derechos Humanos muy restringido, pero no se hacen cargo.
La humanidad siempre trabaja con dos principios fundamentales, que son solo uno: la causa y el efecto. No podemos atender solo a los efectos si no nos fijamos solo en las causas. La izquierda quiere ver solo los efectos y no quiere ver las causas; y la derecha quiere ver solo las causas y no los efectos. Con esa actitud hipócrita no vamos a llegar a ningún destino y pasarán 50 años más y seguiremos llenos de jóvenes llenos de odiosidad porque esto no es coherente. Hay que conjugar la causa y los efectos.
Ahora bien, ¿cuál es legítima?: Ambas. Si la derecha tenía miedo pues si le traían a Chile a un dictador como Fidel Castro y se protege a los combatientes del Che Guevara que estuvieron protegidos por el Partido Comunista en Chile, ¿qué es lo que estaban promoviendo?. Si el propio Carlos Altamirano el día 9 de septiembre de 1973 que heroicamente Chile sería el nuevo Vietnam. Ese era su discurso. Miserable. Háganse cargo de sus dichos y sus hechos.
Y sobre el tema de los Derechos Humanos, es cierto que los primeros meses estaba tan lleno de odiosidad el país que todos miraron al techo, pero después no se justifica esa actitud. Pero tampoco se justifica que algunos se alcen como paladines de los Derechos Humanos con una bomba molotov en la mano. Lo que se requiere es menos hipocresía y más coherencia en las conmemoraciones que tenemos que hacer, de lo contrario no vamos a aprender nada. La izquierda tiene que hacer su mea culpa y la derecha tiene que hacer su mea culpa y buscar puntos de entendimientos.
Que extraño que lo busquen los Republicanos, hay gente muy capaz entre ellos y lo último que harían sería buscar a un oportunista ex RN.
El regreso de los muertos vivientes