Fue el Observatorio Contra el Acoso Callejero (Ocac) quienes se refirieron al caso de la joven carabinera involucrada en la acusación de abuso sexual que terminó con la salida del entonces General de Carabineros de la II Zona, Víctor Acosta.
Según informó El Mercurio de Antofagasta, la coordinadora legislativa de Ocac, Dayana Barrios, dijo que es primera vez que la institución (fundada en 2013) se enfrenta a un caso donde la relación entre denunciante y acusado presenta una marcada jerarquía de mando.
«Este es el único caso que tenemos donde hay involucrados organismos militares y donde la jerarquía de poder es tan asimétrica. No hablamos de colegas a la par, sino de un general que produce mayor intimidación a la hora de denunciar, por lo que son muchas las resistencias a la hora de enfrentarlos en un juicio», relató la abogada.
Esta ONG fue la que presentó asesoría a fines de diciembre a la joven que habría sido abusada sexualmente por el entonces Acosta, retirado de su cargo el lunes por no informar sobre la investigación que hoy lleva la Fiscalía Militar.
Seguimiento
En paralelo al seguimiento, también existe un sumario realizado desde Carabineros, sin embargo, la abogada precisó que la víctima (en este caso la joven carabinera) podría utilizar medios legales pertinentes a la justicia civil.
«Todas las víctimas de delitos tienen las herramientas para solicitar una indemnización de perjuicio por la vía ordinaria, y en este caso se puede accionar en contra del Estado o la institución misma, alegando que no se tomaron las medidas pertinentes o que los procedimientos fueron negligentes, pero antes se debe probar el delito y debe haber interés de la persona por querellarse», comentó Barrios.
La joven actualmente está destinada a otra unidad y sigue recibiendo el apoyo del Ocac, que orienta los pasos en materia jurídica que debe seguir mientras continúa la investigación.
Según la denuncia interpuesta, la carabinera estaba haciendo el aseo (funciones propias a las que destinan a los funcionarios en formación) en la oficina del jefe zonal, quien halagó la belleza de la joven, para después proceder a tocarla con el fin de ponerla en posición «firme».
«Este caso toca varios temas y unos de eso es que se debe repensar el modelo de justicia militar y ver la posibilidad que los funcionarios del orden sean juzgado como todos los demás ciudadanos. Es decir a través de un tribunal público», concluyó la abogada.