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lunes, 16 septiembre, 2024
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Entrevista

“No todos están informados sobre qué es lo que se puede y no se puede hacer en un humedal”: directora Fundación Kennedy y ramadas en La Chimba

María José Domínguez es parte de la organización que desde el 2018 trabaja en la protección del humedal y santuario de la naturaleza ubicado en el extremo norte de Antofagasta. Tras conocerse la idea de que las ramadas se instalarán a un costado de estas dos hectáreas, la profesional indicó cuáles son las principales dificultades para cuidar de estos espacios. También dijo que, si se pretenden instalar las ramadas en ese lugar, como mínimo el titular, es decir el municipio, debería ingresar una consulta de pertinencia o desarrollar un estudio de impacto. “No estamos en contra de estas actividades, lo que planteamos es cuidar que nuestras celebraciones no afecten a la naturaleza, ya que podemos buscar la forma para que ambas cosas convivan”, aseguró Domínguez.

A pesar de que los concejales habían solicitado a alcalde Jonathan Velásquez no entregar bajo ninguna figura legal un terreno del municipio para el desarrollo de las ramadas en el sector del Humedal Urbano Aguadas La Chimba, el jefe comunal finalmente confirmó que una asociación de ramaderos realizará sus actividades a un costado del espacio ubicado en el extremo norte de la ciudad. Los ediles habían sustentado su petición por escrito bajo dos motivos, el cuidado de la salud y seguridad de los vecinos de la zona y evitar cualquier tipo de daño al humedal declarado santuario de la naturaleza.

La Fundación Kennedy trabaja desde el 2018 en la protección de esta área verde que contempla un poco más de dos hectáreas. Su directora ejecutiva, la arquitecta María José Domínguez, sostuvo que el humedal La Chimba es un delicado espacio cuyo equilibrio puede alterarse de forma crítica si ciertas actividades intervienen elementos fundamentales como el agua, la flora y fauna. Por eso señaló que, considerando la protección legal con la que cuenta el santuario, cualquier tipo de instalación como la que suponen las ramadas tiene que pasar por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.

“Eso significa que el titular, en este caso la municipalidad y los ramaderos, tienen que presentar al menos una consulta de pertinencia. Ellos tienen que evaluar el efecto de la actividad sobre el ecosistema y es algo que, pensando en que esto se realizará en unas pocas semanas, no alcanzará a ocurrir debidamente”, dijo la directora.

Tras la difusión del anuncio del alcalde, la semana pasada el seremi de Medio Ambiente, Gustavo Riveros, advirtió mediante un oficio a Velásquez que dicha actividad afectará los componentes del humedal. El secretario regional propuso a la autoridad municipal buscar una alternativa, ya que la instalación de las ramadas ameritaría ingresar una a evaluación ambiental en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.

Domínguez explicó que a estas alturas aquello es imposible por la cantidad de información que se requiere para hacer un estudio de esas características, lo cual es responsabilidad del titular que propone la actividad. “Hay un trabajo que es técnico, que es largo y requiere de mayor planificación. Nosotros no estamos en contra de estas actividades, lo que planteamos es cuidar que nuestras celebraciones no afecten a la naturaleza, ya que podemos buscar la forma para que ambas cosas convivan”, precisó.

Domínguez detalló que la Fundación Kennedy lleva 20 años trabajando en distintos humedales a lo largo del país y en Antofagasta tiene presencia desde el 2018, a través del proyecto de conservación de La Chimba. El trabajo apuntó a lograr la protección legal de dicho lugar con la figura de protección de humedal urbano y santuario de la naturaleza. Ahora, junto a otras organizaciones, está desarrollando una labor con otros seis humedales urbanos de la comuna, en La Negra, Salar del Carmen, Carrizo, Vertientes Norte, Ojos de Mar de La Rinconada y la Cascada.

“Detrás de la fundación hay un equipo grande, muchas personas que han pasado por ella, pero también voluntarios y vecinos que han tenido una participación clave para que esto pase, un esfuerzo que debemos reconocer”, destacó la directora ejecutiva.

  • ¿Qué características necesita un espacio para que sea reconocido con la categoría de humedal?

Chile se acoge a la definición que describe la Convención Ramsar, que es la convención internacional que se dedica exclusivamente a este tipo de ecosistemas y define los humedales como todos los cuerpos de agua continentales, ya sean salobres, de aguas dulces, también el borde costero e incluso hasta los seis metros de profundidad, como las aguadas, los esteros, lagunas de origen artificial o natural son considerados humedales por la biodiversidad que albergan.

  • ¿Cuándo comenzaron con la protección del humedal La Chimba?

El proyecto nace a través de un requerimiento, nos convocó Copec cuando se instaló y llegó a un acuerdo con la municipalidad para apoyar la conservación de este lugar. Iniciamos el trabajo de la mano con los vecinos, estableciendo fórmulas conjuntas con equipos de vigilancia, programas de educación con docentes de distintas instituciones, programas de divulgadores, trabajo con voluntarios, difusión y levantamiento de estudios con la academia de la región. Desde ahí iniciamos la búsqueda por la protección definitiva, primero fue postulado como humedal urbano y luego como santuario de la naturaleza, obteniendo esta figura en el 2021. Hoy somos administradores del santuario.

  • Es un lugar que incluso tiene especies endémicas como el Caracol de La Chimba.

El Caracol de La Chimba es microendémico, porque tiene una distribución mucho más acotada, solamente vive en algunos humedales de Antofagasta y en ningún otro lugar del mundo, lo que lo hace especialmente sensible y, por tanto, este ecosistema es aún más relevante de proteger. También hay otras especies endémicas, como la Araña Tigre Plateada y el Corredor de Atacama.

  • ¿Por qué estos espacios requieren una protección especial por parte de voluntarios y organizaciones?

Los humedales, además de ser refugio de biodiversidad, también prestan servicios a nosotros. Por ejemplo, son lugares de recarga de agua, fuente de agua dulce, ayudan a la regulación del clima, contienen inundaciones, proveen áreas verdes y también otros servicios más intangibles, como la recreación, la pertenencia, la identidad, la cultura, la creatividad y otros. Los humedales, como dependen del agua y estamos en medio de una crisis hídrica, son especialmente delicados y aún más en medio de las ciudades. Los humedales que quedan, en el caso de Antofagasta, son remanentes de lo que fueron grandes ecosistemas que estaban interconectados y hoy son solo fragmentos, siendo más vulnerables que antes. Mantenerlos en las mejores condiciones posibles y desde ahí recuperar las condiciones naturales cercanas a lo que un día fueron es imprescindible por la supervivencia de esas especies y también para que estos servicios que la gente valora puedan sostenerse.

  • ¿Cuáles son las dificultades que observan para el cuidado estos espacios?

En general en todos los humedales, la principal dificultad es que la gobernanza no siempre es clara y esto implica que hay muchas responsabilidades repartidas. El caso de Antofagasta, para nosotros como organización, ha sido una grata sorpresa por encontrarnos con muchas agrupaciones, vecinos e instituciones que están realmente interesadas en la protección de los humedales. Pero aun así no todos están sensibilizados sobre la importancia que tienen y no todos están informados sobre qué es lo que se puede y lo que no se puede hacer un humedal. Diría que esa es la mayor brecha y que solamente se puede trabajar construyendo más relación con las instituciones, construyendo gobernanza, estableciendo planes de gestión y compartiendo la información, algo en lo que estamos poniendo permanentemente esfuerzos.

  • ¿Qué cosas son las que no pueden desarrollarse en un humedal?

Hay dos líneas y una tiene que ver con lo que dice la ley respecto de lo que se puede y no hacer. Lo que la ley resguarda es el agua, por ejemplo, establece que no se pueden intervenir los cauces ni hacer extracción de agua sin tener permisos. No se puede sacar vegetación, no se pueden introducir otras especies ni realizar ningún otro tipo de actividad que pueda generar perturbaciones en el ecosistema, como, por ejemplo, fiestas, depositar basura, contaminar las aguas con residuos, la iluminación que eventualmente podría perturbar y desarrollar actividades que simplemente sean incompatibles.

Por otro lado, están otras cosas que tal vez no están normadas, pero que tienen un gran efecto sobre los humedales. Por ejemplo, los humedales muchas veces, en el caso Antofagasta, son lugares donde nidifican aves. Así, la presencia de perros ya sea con correa, puede generar perturbación, siendo una actividad que no se aconseja en un humedal. Entonces tenemos algunas actividades que están establecidas por ley o por ordenanza y otras que responden a las particularidades de cada lugar.

Terreno para las ramadas

  • En el humedal La Chimba se autorizó la instalación de ramadas para las fiestas de septiembre. ¿Qué recomendarían respecto a esta situación?

Es muy difícil manejar ese tipo de actividades y en ese sentido lo que recomendamos es buscar simplemente otro lugar. Y aquí aparecen estos dos elementos que mencioné, por un lado, la afectación que esto pueda tener sobre el humedal ya la hemos visto antes. En este humedal, la mayoría de los esfuerzos durante los primeros años, de la comunidad, de vecinos y autoridades que han participado de esto, fue apoyar la erradicación de los microbasurales. Era un lugar que acumulaba mucha basura, se utilizaba como cementerio de perros, se usaba como servicio sanitario, se realizaban en carretes con fogatas, tiraban fuegos artificiales. Se trata de un montón de actividades que generan muchos riesgos, como el de fuego que es una cuestión terrible para un humedal y que requiere de mucho tiempo para recuperarse, si es que lo logra.

Entonces todas estas externalidades también están asociadas a las celebraciones y en otros lugares de Chile pasa lo mismo. Habitualmente, lo que ocurre con las ramadas es que no solamente pasa lo que sucede en el lugar mismo, en contaminación acústica, residuos, ingreso de vehículos, sino que también lo que pasa después o en torno a estas actividades. Pero, por otro lado, este lugar está resguardado como santuario y humedal urbano y las actividades que se quieran realizar ahí y que son susceptibles de generar efectos sobre el ecosistema y sobre todos estos elementos resguardados como el agua, vegetación, flora, fauna, tienen que pasar por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Eso significa que el titular, en este caso la municipalidad y los ramaderos, tienen que presentar al menos una consulta de pertinencia. Ellos tienen que evaluar el efecto de la actividad sobre el ecosistema y es algo que, pensando en que esto se realizará en unas pocas semanas, no alcanzará a ocurrir debidamente.

  • El cuidado y recuperación de estos lugares toma años, el impacto de esta actividad podría ser irrecuperable.

Sí, la capacidad de recuperación del humedal es crítica. Y un ejemplo es cuando hubo un llamado al llevar conejos al humedal La Chimba. Eso terminó con cerca del 50% de la vegetación del momento en muy malas condiciones. El deterioro fue muy grande porque estos animales no pertenecen a ese lugar, la gente les llevaba comida, por tanto, quedaba basura, lo que atrajo perros y ratones. Y, además, la gente ingresaba para ver los conejos. En la medida en que esto pudo comunicarse a la comunidad, en que los vecinos participaron en capturar los conejos y darlos en adopción, el parque se fue recuperando. Eso, en conjunto con las barreras instalados para evitar el ingreso de vehículos y otras medidas, como la limpieza de microbasurales, han permitido que el humedal desde el 2018 aumentara su tamaño, la cobertura vegetal en más de un 50%. Pero estamos hablando de que pasaron casi seis años desde entonces y un retroceso en ese sentido demorará años en recuperarse. Se trata de años de trabajo, de inversión, además, tiene efectos sobre los servicios que presta a la comunidad y que hacen que sea un espacio valioso, de esparcimiento, de recreación, de espiritualidad y de conexión con la naturaleza.

  • ¿Temen por el futuro del humedal si finalmente las ramadas se realizan a un costado del área verde, considerando, además, que siempre viene el llamado “18 chico” que extiende las actividades?

Sí, estamos sumamente preocupados. El trabajo hecho ha sido de muchos años, mancomunado no solo con los vecinos inmediatos del humedal, sino que también con personas y agrupaciones de todo Antofagasta. Por tanto, vemos el potencial de recuperar un espacio natural para la ciudad y la posible pérdida de todo esto, un polo de educación ambiental, espacio de reunión, de iniciativas de la comunidad, perder este avance sería realmente desastroso. Estamos poniendo todos los medios para primero llamar al alcalde a que reconsidere esta decisión y en segundo lugar estamos evaluando medidas legales para resguardar el lugar.

  • El seremi de Medio Ambiente llamó a no instalar las ramadas y señaló que se requiere evaluación ambiental.

Es imposible, la cantidad de información que se requiere para hacer un estudio de estas características hoy simplemente no está. Insisto, eso no es responsabilidad de la comunidad, ni de nosotros, es del titular que está proponiendo la actividad. Hay un trabajo que es técnico, que es largo y requiere de mayor planificación. Nosotros no estamos en contra de estas actividades, lo que planteamos es cuidar que nuestras celebraciones no afecten a la naturaleza, ya que podemos buscar la forma para que ambas cosas convivan.

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11 COMENTARIOS

  1. Lo más grave es la «conducta» festiva y negligente que asumen los usuarios fonderos que con algo de trago 🍹🍷 a lo menos, usarán dicho espacio, el vertedero, com simple WWC, Para orinar o defecar, así cómo tienen contaminados otros espacios públicos. El sr. ALCALDE debiera bajar de su caprichosa INMADUREZ y visitar espacios públicos de responsabilidad municipal, como la plazoleta del costado sur del Estadio Regional, o la plaza del mercado, la misma plaza colon y otras y proyectar en lo qué convertirá dicho lugar. Ni podemos solicitar a don Jhonatan Velázquez que MADURE, yá que, ya ha evidenciado su estilo pero si tiene una oportunidad.

  2. Desde el regreso a la Democracia, lo peor en Alcalde que hemos tenido, ha sido el «payaso» Jonathan, cuatro años de retrocesos en distintos ámbitos de la comuna, pero la culpa no la tiene el chancho, sino quien le da el afrecho, o sea, los electores.

  3. Acaso no saben las personas que es un oasis para aves migratorias de todo el mundo.
    Cuando la gente va a visitar con perros evitan que las aves se refresquen.
    Más encima van a poner las armadas. Pura gente sin educación.

  4. Tengo 72 años y he vivido toda mi vida en MI ANTOFAGASTA y concuerdo plenamente con el lec BERNARDO+VEJAR, este Es EL PEOR ALCALDE QUE hemos tenido en nuestra ciudad , afortunadamente ya le queda poco tiempo, lo único que espero que al igual que Karen Rojo, sea juzgado por todos los errores que ha cometido.

  5. Fundación Kennedy es un lobo 🐺 disfrazado de oveja del momento que acepto recibió fondos en dinero dela COPEC a 50mts del humedal lo condeno a muerte al eco sistema recibe fondos de gore y Privado sin embargo los ramaderos sacaron cientos de kilos de basura botellas plásticos del lugar ahora los Aportes EN DINERO 🤑 💰 son para limpiar preservar el humedal Y NO LO HAN HECHO.!!

    • eso es minima de pega de los ramaderos, hacerse cargo del lugar con lo que sacan. acaso hay que aplaudirles?
      insolito la mentalidad de algunos
      me los paso por el ñafle a ustedes y tambien al alcalde
      piteate al plan 9 y sus peones, salva a Antofagasta.

  6. Otra mas del alcade que en campaña gritaba a todos lados que es animalista y nunca se ha hecho cargo del medioambiente como se debe
    igual que cuando habla de ser pro deporte y tiene al regional destruido
    Plan 9 lo PEOR que le pudo pasar a Antofagasta junto a los inmigrantes.

  7. Algo de historia, se dice que el primer habitante de «La Chimba», antes de renombrado Antofagasta, habló del mítico «Chango López», se abastecía con aguas puras de los humedales del sector norte A la vez en plenas campañas de la «Guerra del Pacífico «, tanto los chilenos y los peruanos se disputaban el control de ese punto de agua dulce, tanto es que en las correrías del monitor Huascarán, este se abastecía con varios toneles de este vital elemento.

  8. Bueno…..pocos saben de esta historia y menos el sopenco que hoy habita el sillón edilicio.
    Triste es….que lo va quedando de este humedal es su mínima expresión, mucho terreno ha sido devorado por constructoras lo que lo ha dejado reducido a lo que hoy se ve
    Lo mismo sucedió con las vertientes del sector sur Coviefi, intervenidas u aplastadas por intereses de privados entre ellos….Escondida……

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