Unos 50 kilómetros de distancia hay entre el sismo de 7.3 de anoche y el gran terremoto de 8.0 de 1950, advierte el director del Departamento de Catástrofes de la Universidad de Antofagasta, Jorge Van Den Bosch. Justamente en esta zona, indica, se encuentra una de las tres amenazas sísmicas presentes en el norte chileno.
“La primera amenaza es el gran terremoto de 1877, que no ha liberado toda la energía. En 2014 no alcanzó a liberar toda la energía. Después tenemos una segunda amenaza, el terremoto de 1950, que fue justamente a unos 50 kilómetros al sur de donde ocurrió el terremoto de anoche. O sea, está en el área del gran terremoto de 1950, que fue de magnitud 8.0, y que no ha ocurrido desde 1950. El 7.3 cabe quince veces en el 8.0, aproximadamente. O sea que todavía no se ha liberado la energía. Y la tercera amenaza es el de 1922, que va desde Ovalle hasta Copiapó, Chañaral… ese generó un tsunami destructor para Antofagasta”, recuerda el experto.
Sobre el terremoto de 1950, Van Den Bosch sostiene que fue muy parecido al registrado la noche del jueves porque además tuvo una profundidad intermedia, de 126 kilómetros. “Este tipo de terremotos, en general, son muy destructivos en el área cercana porque aceleran -cosa que nosotros hemos estudiado pero no sabemos por qué- de forma extraordinaria el piso, por ejemplo, en el área de San Pedro de Atacama, en las mineras o en los pueblos. Tienen que haberse sacudido muy fuerte. De hecho, así me lo comentaba gente de San Pedro de Atacama, que hubo rodados en el camino, muros fracturados, caídas de cosas, etc”, explica.
Una preocupación, añade el experto, es que se produzca un sismo más grande. Sin embargo, aclara, “solamente podría producirse en caso de que los sismos que están siendo réplica suban de categoría. Por ejemplo, que haya un 6,0 o 7,0 nuevamente. El sismo no es un solo evento, sino que está recién iniciando otro evento, y ese podría ser mayor. Pero en este caso, felizmente, se ha comportado como un evento único, vale decir, que va bajando la acomodación de los bloques y bajando de magnitud los sismos”.
Sismo regional
Por otro lado, señala que “curiosamente este terremoto que está a 256 kilómetros de Antofagasta, viaja la onda y es regional. ¿Qué significa un sismo regional? Que abarca una gran extensión por la profundidad que tiene (…) Ese sismo nos asusta mucho a nosotros que estamos lejos, pero no nos hace daño. La gente se asusta porque la onda P está durante 30 segundos llegando. Es lo típico que dice la gente: “está temblando”, pero están esperando el sacudón, que es la onda F. En este caso son 30 segundos que está temblando y no llega la F. Recién llega la F y no es sacudón, porque como es muy lejano se atenúa mucho”.
“La gente -continúa- tiene que conocer que los mismos lejanos ocurren así. Cuando uno cuenta 30 segundos y no para de temblar, quiere decir que el sismo es lejano, por lo tanto no nos va a hacer daño. Cuando tenemos que tener temor, y reaccionar rápidamente, es cuando uno no alcanza a sentir la onda P y siente el sacudón de inmediato. Quiere decir que el sismo es cercano. Ese sí puede dañar, y si uno está en la costa, debe autoevacuarse”.
Van Den Bosch declara que con esto se demuestra la teoría de sismos espejos de Emily Brodsky, quien dice que cuando tiembla fuerte en un área, en el otro lado del mundo, se produce un sismo grande también. Así ocurrió en Alaska, a las dos horas del sismo registrado en nuestra región.