El mundo transita a una mayor sustentabilidad y para hacer frente al cambio climático e implementar las energías limpias se necesitará más minería, manifestó la ministra de esa cartera, Aurora Williams. “El mensaje es que debe ser de manera responsable, con equilibrios ambientales y sociales”, remarcó, agregando que el cobre y el litio son minerales que caminarán juntos al ser uno gran conductor y el otro un almacenador.
En ese contexto, la antofagastina dijo que uno de los desafíos del país será aumentar la producción de cobre, lo que significa alcanzar una mayor exploración, lo que permitirá encontrar yacimientos para elevar la producción. “Chile siempre entre los primeros tres o cuatro lugares en el mundo de captura de inversión en exploración, lo que significa dinamizar la pertenencia minera, que es algo que se producirá en el 2025, porque entró en vigor una nueva ley y en la medida que se produzca exploración podremos habilitar nuevos yacimientos. Pero insisto, en pleno equilibrio ambiental y social”, enfatizó.
La secretaria de Estado fue entrevistada por el periodista Jorge Ortiz en “Café Minería”, un nuevo podcast producido por Timeline y presentado por Escondida | BHP, instancia en la que Williams se refirió a temas como la conmutación y el desempleo regional, la necesidad de reducir en tiempo y forma los procesos de evaluación de proyectos, en particular los mineros.
“Existe diagnóstico transversal de la industria y del gobierno sobre la necesidad de generar cambios importantes en los procedimientos de evaluación de proyectos en general, no solo los mineros. Como gobierno estamos absolutamente comprometidos, por ejemplo, en la ley de royalty hay un acuerdo en el que el ministro Mario Marcel establece un compromiso, porque compartimos el diagnóstico, de que es necesario reducir en tiempo y en forma los procesos de evaluación de proyectos, en particular los mineros, sin claudicar en objetivos ambientales ni sociales”, aseguró.
También dijo que es vital pensar en una infraestructura compartida, apuntando a la utilización de las desaladoras. “Este año estuvimos con el presidente en la inauguración de la desaladora de Los Pelambres y contempló en su sentina, donde captura el agua de mar, entregar 140 litros por segundo al Estado. El Ministerio de Obras Públicas toma esos 140 litros por segundo y el Estado resuelve a su propio costo el abastecimiento para comunidades cercanas. En agua de mar 140 litros por segundo significan 70 litros por segundo de agua potable. Eso es, no podemos construir desaladoras para cada requerimiento pensando en lo virtuoso de un territorio que enfrenta el mar en todas sus regiones y que es tan agosto con las faenas cerca del mar”, valoró la ministra.
- Un reporte plantea que al 2050 a nivel mundial habrá una demanda de un 70% más del cobre que hoy se genera. ¿Qué oportunidades y desafíos tiene esta demanda a satisfacer?
El mundo transita a una mayor sustentabilidad y hoy hay distintos acuerdos que buscan hacer frente al cambio climático y todo aquello implica energías más limpias. Allí la minería tiene un rol fundamental, no solamente el cobre, litio, cobalto, tierras raras son altamente demandadas porque es la forma de hacer frente al cambio climático. Entonces aquí aparece algo paradójico, para hacer frente al cambio climático lo que ocurre es que se requiere más minería, no menos minería y el mensaje es que debe ser de manera responsable, con equilibrios ambientales y sociales. Lo que viene es mucha más minería y uno puede discrepar en las cifras, Cochilco puede tener una un poco más mesurada. Hoy se maneja el concepto de minerales críticos y minerales estratégicos. Los críticos están fundamentalmente definidos por los países manufactureros que señalan cuáles son los minerales que requieren para mantener sus cadenas logísticas y el cobre y el litio están marcado en casi todos los países, China, Estados Unidos y Europa ha definido como mineral crítico el cobre y litio. Y el mineral estratégico es desde quién lo provee y nosotros como proveedores de mineral pasan a ser críticos, porque son importantes en la economía, en el empleo y las realidades territoriales. Estamos frente a un requerimiento mundial de provisión de minerales críticos y ahí tenemos un rol significativo. Tenemos el mejor conductor que es el cobre y el mejor almacenador que es el litio.
- Mientras más litio se requiera hay una escala de dos o tres veces más cobre que se necesite.
Son dos muy buenos amigos que caminarán juntos. El mejor conductor y el mejor almacenador, características que son bastante particulares del cobre y el litio que en esta región tenemos las mayores reservas de ambos. También es muy importante para la región, que tiene una academia e innovadores, pensar en cómo en la práctica podemos entrar al mercado secundario del cobre. En el mundo se tranza el cobre mina, pero aproximadamente un 15% o 20% del cobre que necesita el mundo viene desde el cobre que se recupera, el cobre secundario. Este mineral tiene una particularidad, es muy noble, lo puedes reciclar infinitamente y no pierde sus características de conductibilidad. En la medida que el cobre esté aliado o con algunos usos es difícil reciclarlo, pero el cobre propiamente tal se recicla infinitamente, por eso es tan importante el alambre de cobre y las cañerías que pueden reciclarse.
- No solo es una oportunidad para la gran industria, sino también para el mundo del reciclaje.
Absolutamente. La demanda de cobre en el mundo crece y la pregunta que nos tenemos que hacer es qué rol jugará Chile en satisfacer esa demanda, si somos capaces de ir acompañando la demanda. Aumentar la producción de cobre significa mayores mayor exploración, en la medida que encontremos más cobre produciremos más. Chile siempre entre los primeros tres o cuatro lugares en el mundo de captura de inversión en exploración, lo que significa dinamizar la pertenencia minera, que es algo que se producirá en el 2025, porque entró en vigor una nueva ley y en la medida que se produzca exploración podremos habilitar nuevos yacimientos. Pero insisto, en pleno equilibrio ambiental y social.
- ¿Qué pasaría en un caso hipotético en el que una veta se encuentre debajo de un lugar habitado como Baquedano o Sierra Gorda?
Primero quiero destacar una de las experiencias desde el punto de vista ingenieril y social más importante que hemos tenido en este siglo y que quizás pasa un poco desapercibida por nuestra cotidianidad. Como región tuvimos la migración desde Chuquicamata a Calama y transformamos una mina de rajo abierto en una mina subterránea. Eso fue un desafío ingenieril y social muy relevante que vivimos, está documentado y tenemos la experiencia, pero ahí estamos hablando de un campamento privado. Se tomó la decisión, se socializó, hubo distintas instancias, se construyeron las poblaciones en Calama, recuerdo el programa buen vecino cuando llegó “Chuqui” a Calama. Eso lo tomo porque es una experiencia mundial, pero se dio porque Chuquicamata era privado, el campamento de Codelco División Chuquicamata. Hoy pensar en el traslado o hacer algo en el territorio pasa primero por los equilibrios sociales, nadie puede decidir qué hará si territorialmente no hay acuerdos para que aquello ocurra.
Tenemos esta experiencia exitosa de haber trasladado Chuquicamata y haber construido una mina subterránea, proyecto que la ingeniería en el mundo miró. La mina subterránea está debajo del rajo, el desafío fue muy grande, la operación también sigue siendo un desafío importante, pero hoy pensar que alguien tomará una decisión sin compatibilizarla con el territorio no lo veo factible. Por ende, la pregunta no tiene un sí o un no.
- ¿Hay que preocuparse de Perú? Construyeron el megapuerto en Chancay con capitales chinos.
Tengo una posición muy clara, tenemos que preocuparnos de nosotros, de cómo hacemos bien las cosas, cómo logramos cambios importantes en materia legislativa, normativa y cómo somos capaces de que esta minería que es una minería responsable instale el concepto de trazabilidad en el mundo. Más que preocuparnos de qué es lo que está pasando en distintas partes del mundo, Perú quizás por la cercanía, aunque podríamos mirar lo que está pasando África o los yacimientos en China, lo primero es mirar nuestros propios desafíos y ser capaces de resolverlos.
- Antofagasta es una excepción mundial, no hay ningún otro lugar en el que en tres o cuatro horas pueda recorrerse la minería más importante concentrada en una misma zona.
Un amigo geólogo me dio una enseñanza, me dijo que Antofagasta es una anomalía en el mundo. Acá está la reserva de cobre más importante del plantea, a veces quizás lo digo con mucha pasión y no logro transmitir efectivamente, pero en mi rol de ministra me toca estar en congresos internacionales exponiendo, atendiendo inversionistas y tenemos estar particularidad. Cuando vas a cualquier parte te hablan de cobre y litio. Hace dos semana estuve en China y en un encuentro del centro de estudios de información para el desarrollo del gobierno chino con América Latina y el Caribe y somos plenamente reconocidos por esto. Las mayores reservas de cobre, las mayores reservas de litio, la radiación solar, el hidrógeno verde, el desarrollo astronómico y eso nos genera una anomalía virtuosa que nos hace potenciarnos como una región sumamente relevante. Y quizás muchas veces estamos conversando de temas locales o nacionales, cuando el requerimiento de minería en el mundo sigue un ritmo muy importante.
- Usted antes estuvo en el MOP y es de la región, conoce toda la logística que requiere la minería para su traslado. ¿Si bien el Estado invirtió en Mejillones como puerto y en las carreteras, es suficiente con aquello o hay que pensar en más infraestructura respecto de lo que se va a requerir de la región?
Dentro de las ventajas competitivas no solo de tener las mayores reservas, también tenemos una geografía muy particular. Somos uno de los países con la mayor costa y con una conectividad importante con los destinos de la minería. Pero por otro lado también es capaz de proveer de los insumos de la industria minera y un ejemplo es que para producir litio se requiere cal, se necesita el doble de lo que se produce y eso llega por los puertos. Tenemos una red aérea, portuaria, ferroviaria y rodoviaria.
El mineral sale principalmente por puertos y en conectividad ferroviaria, pero lo otro es cómo llegan los insumos a la industria minera, por puerto, por sistema rodoviario. No podemos dejar de mencionar todo lo que significa el transporte de zonas para la minería, que está fuera de los radios urbanos, Gabriela Mistral o Escondida, que cotidianamente trasladan cambios de turno. Aun cuando me parece que la pandemia una de las cosas que permitió a la industria fue apuntar al teletrabajo y a la operación a distancia. En Antofagasta tenemos centros interactivos de operación, en Rancagua están los centros que operan El Teniente y así sucesivamente. En materia de conectividad se satisface, somos capaces de exportar 5.300.000 toneladas, hay espacios para crecer, pero permanentemente hay que estar evaluando la conectividad y los distintos aspectos que habilitan el desarrollo de los proyectos a futuro. Por ejemplo, tener el capital humano necesario para los próximos diez años.
- ¿Cuán importante es avanzar para que todo este desarrollo tenga un correlato para el habitante del territorio?
El correlato es fundamental, en la práctica lo que se requiere es que la ciudadanía sienta la industria como suya, en particular en esta región, pero en cualquier territorio lo importante es que existe una vinculación entre las vocaciones productivas, las aspiraciones del territorio y resolver sus problemáticas. Un tema importante en que Chile avanzó y que en el 2025 lo veremos de manera mucho más nítida es, por ejemplo, la ley de royalty, que hace un aporte importante a las decisiones en los territorios con recursos de los territorios. En el 2024 y hablo solo de la región de Antofagasta, los nueve municipios calificaron ya sea con fondos de equidad territorial o de comunas mineras. Eso significa que en esta región hubo del orden de los 6.300 millones de pesos entregado directamente a los municipios como un fondo puente, porque la ley entró en vigor el primero de enero del 2024 y los recursos se ven el 2025, dado que este es el año de la recaudación. Y el 2025 veremos el doble de estos recursos en los nueve municipios y los 16 gobiernos regionales recibirán los recursos por la ley de royalty. Pero otro ejemplo es que, en el tema de litio, Corfo y junto con la Anid hicieron un concurso del orden de los 3.600 millones de pesos para desarrollar proyectos vinculados a la industria del litio y el 60% de esos recursos fueron ganados por universidades de la macrozona norte. Entonces no solo hay una retribución al territorio desde el punto de vista de mayores recursos, sino que también de mayores recursos para innovación y a eso se suma que en la Estrategia Nacional del Litio acabamos de crear el Instituto Público del Litio, que tiene su sede en la región de Antofagasta, los estatutos fueron ingresados en la municipalidad de San Pedro Atacama, porque no podía haber otro lugar donde se desarrollara este instituto que tiene financiamiento basal para diez años. Al territorio hay que darle un desarrollo que pasa por resolver las carencias que tienen las personas que viven en los territorios, pero también un desarrollo científico, académico, siempre hemos señalado que la industria minera el primer lugar donde tiene que mirar es en los propios territorios.
Conmutación
- El Instituto de Economía Aplicada Regional de la Universidad Católica del Norte tiene un informe en el que indica que en Antofagasta hay 90 mil conmutados, lo que implica que anualmente existe una “fuga” de dinero que es equivalente al royalty. En ese debate de que los conmutados tuvieran que establecerse en la zona, Antofagasta tendría 90 mil personas más, con impacto en colegios, vivienda y servicios. ¿Cómo debe abordarse este tema?
La conmutación es un fenómeno propio de la ciudades en las que sus vocaciones productivas se desarrollan por turnos. Si no tuviéramos un turno un 7×7 no habría la oportunidad de conmutar, así que es algo propio de la región de Antofagasta, donde tenemos un turno que permite hacer esta conmutación. Y este tema produce un conjunto de temas complementarios a lo que significa conmutar y tiene que ver con la presión que ejerce, por ejemplo, respecto de la conectividad. Requerir carreteras mucho más expeditas, aeropuertos cada vez más grandes pasa la conmutación que tenemos como región, fenómeno que también se da en la región de Atacama, en menor medida, y en Tarapacá. Esto lo digo porque es un tema que me apasiona, soy profesora adjunta del Idear, y más que pensar en que todas aquellas personas tienen que venir a vivir a los territorios, Calama, Antofagasta, Sierra Gorda, preguntémonos qué pasa con la conmutación intrarregional. ¿Todos deberíamos ir a vivirnos a Sierra Gorda, a los que trabajan en el salar a San Pedro Atacama? La conmutación no es solo interregional también es intrarregional y el tema fundamental de visibilizar el fenómeno es también vincularlo con los niveles de empleo en la región. Lo que deberíamos esperar es que, si conmutan 90.000 personas, cuántos de aquellas pueden ser reemplazadas por quienes son del territorio y que sí tienen las mismas habilidades que quienes conmutan. Más que vengan a vivir creo que el primer desafío de visibilizar esta información tan importante es cómo disminuimos el desempleo. En el último año calendario el desempleo en la región está bajo la media nacional, pero cuando se desagrega por provincias vemos que hay mayor desempleo en El Loa que en Antofagasta. Hay mayor desempleo en mujeres que en hombres y el desafío ahora es cómo logramos hacer el match entre la oferta laboral y la demanda de manera que el desempleo disminuya. Tal vez parte del desempleo que está en la provincia de El Loa puede explicarse por el empleo de la provincia de Antofagasta.
- En las cifras del INE el desempleo se media por el lugar de residencia de la persona.
Es una encuesta que se aplica en las viviendas y las personas expresan que han ejercido una presión respecto del mercado laboral, porque quien no trabaja puede ser un inactivo o alguien que esté presionando el mercado laboral. Lo que mide el desempleo es a quienes presionan el mercado.
- Podría ser una apuesta de las grandes empresas mineras, que, junto con la paridad de género, bajen las cifras de desempleo.
Debemos apelar a la contratación local en los territorios, no estoy diciendo solo en la región de Antofagasta, el empleo local en Calama, en Taltal, San Pedro Atacama y así sucesivamente. En cada territorio, la primera mirada es emplear a quienes están ahí, donde hay un espacio importante con talento humano que tiene las habilidades. Esto lo digo en el sentido constructivo, a veces la primera frase es decir que buscaron personas y no había. Tal vez el proceso de búsqueda no es asertivo y en eso hay un trabajo importante que quiero destacar en cómo hacemos match entre la oferta y demanda. Es complejo explicar que tengamos conmutados y un 8,4 por de desempleo en la región y un 9 en Calama.
“Permisología”
- Al consultar con la industria minera sobre los principales problemas que enfrentan lo primero que dicen es la “permisología”. ¿Es realmente un tema tan críticos?
Es un tema relevante, existe diagnóstico transversal de la industria y del gobierno sobre la necesidad de generar cambios importantes en los procedimientos de evaluación de proyectos en general, no solo los mineros. Como gobierno estamos absolutamente comprometidos, por ejemplo, en la ley de royalty hay un acuerdo en el que el ministro Mario Marcel establece un compromiso, porque compartimos el diagnóstico, de que es necesario reducir en tiempo y en forma los procesos de evaluación de proyectos, en particular los mineros, sin claudicar en objetivos ambientales ni sociales. No estamos entregando una cosa por otra, sino que es ser más eficiente.
Solo como un ejemplo, en las faenas de la pequeña minería de Taltal, Tocopilla, para explotar su faena requerían un permiso de explotación y cierre, el PEC. Pero para obtener ese permiso Sernageomín se demoraba aproximadamente seis meses en evaluarlo, además, el pequeño minero tenía que invertir unos dos millones de pesos para obtener el permiso que se demoraba. Y era un permiso que no colaboraba con nadie, al pequeño minero porque planteaba temas geológicos que no necesariamente los conocía, explora y explota. Pero por otro lado el Servicio Nacional de Geología y Minas tampoco servía, porque cuando el pequeño minero presentaba el proyecto, iba el fiscalizador y el pequeño minero hacía lo que pensaba que tenía que hacer, que no era nada que ver con el proyecto y además lo sancionaba. Nos demoramos tres meses en cambiar el plan de explotación minera por una declaración minera que tiene cero costo y que demora diez días en autorizarla, lo que fue una decisión de carácter administrativo, ni siquiera tuvimos que modificar una ley.
- Por el tamaño de la industria minera en Chile podría existir la imagen de que el Sernageomín cuenta con una amplia dotación, sin embargo, son pocos funcionarios para el tamaño de esta actividad. ¿La propuesta del gobierno contempla algo en este sentido?
En general las soluciones siempre son multifactoriales y es difícil pensar que solo haremos una cosa. Seguiré con el ejemplo de estos pequeños mineros, el Servicio Nacional de Geología y Minas además requería para revisar estos permisos un contingente de personas solo para revisar proyectos de menor escala. Esto naturalmente va en desmedro, porque frente a los recursos escasos de talento humano no podían orientarlos a la evaluación de proyectos de mayor envergadura porque tenían que sacar los más pequeños. Esto nos permitió liberar recursos que se destinaban a este ámbito para destinarlo a otras funciones. Primero tenemos que buscar las formas de hacer eficiente los procedimientos que permitan reenfocar el esfuerzo del talento que tiene el sector público. Hay personas que se han formado en el sector público, con muchos años de experiencia y que pueden volcarse de mejor manera dentro de cada uno de los servicios.
Por otra parte, está la incorporación de tecnologías que permite disminuir y llevar el talento humano del sector público hacia los puntos más críticos. Muchas veces son aspectos más bien procedimentales que pueden llevarse con mejores tecnologías y el talento puede dedicarse a los aspectos más críticos. Hay un poco de todo, son distintos factores que tienen que llevarnos a ser más eficientes y en eso compartimos plenamente la preocupación de la industria y quiero contar que tenemos dos proyectos de ley. Uno es para modificar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental que lleva 30 años en Chile y que naturalmente es necesario reformularlo, pero por otro lado también hay un esfuerzo importante de modificar los permisos sectoriales no ambientales. Una cosa es que un proyecto recibe la Resolución de Calificación Ambiental, pero luego tiene que resolver un conjunto de permisos sectoriales y la RCA no necesariamente es el punto culmine.
Nos estamos preocupando del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y de los permisos sectoriales no ambientales, que muchas veces se transforman en nudos críticos que son difíciles. Podemos ver un proyecto con Resolución de Calificación Ambiental, pero falta una autorización específica.
Desaladoras compartidas
- Otro tema crítico es el uso del agua. Las mineras pueden construir desaladoras, pero los permisos tardan diez años.
La industria minera recicla su agua, diría que en general sobre el 75%, recircula en el sistema minero y no toda el agua que necesita la industria proviene de fuentes frescas. La geografía nos permite estar cerca de la costa y si miras Australia, probablemente un proyecto que esté en el centro de ese país tendrá más costos para ser viable que uno en Chile. Nuestras faenas mineras, las más lejanas, están a 300 o 350 km de la costa y las técnicas de desalación ya están dominadas en el mundo y en Chile las tenemos incorporadas. Nuestro gran problema es la altura, a qué precio colocamos un metro cúbico en una faena en altura. Pero también es muy importante en distintas materias pensar en infraestructura compartida.
- ¿Cómo sería eso?
No podemos seguir pensando en un origen del agua y en un destino del agua. Leí el informe de Cochilco de las desaladoras que vienen y no recuerdo la cifra exacta, pero son nueve o diez en la industria minera a lo largo del país. Imaginas lo que significa para el Estado evaluar diez proyectos, así que también tiene que haber una sinergía y no puede ser que cada proceso productivo minero o no minero requiera una desaladora, una generadora de energía. Eso no es factible hoy por un tema de recursos, de eficiencia, pero también por las capacidades del Estado. Hoy uno puede ver que efectivamente es restrictivo, aunque tampoco será ilimitado, no podemos seguir pensando de esa manera. Hay que pensar en desaladoras multipropósito, que puedan abastecer a ciudades y a la industria. Hemos visto algunas cosas ya ocurrieron y tenemos que pensar que pueden hacerse mejor. Me ha tocado ver desaladoras o impulsoras de agua de mar en cualquiera de sus formas que a veces pasan al lado de ámbitos que también requieren de abastecimiento de agua.
Hablaré de algo virtuoso, este año estuvimos con el presidente de la República en la inauguración de la desaladora de Los Pelambres, que sube sobre 3.000 m y contempló en su sentina, donde captura el agua de mar, entregar 140 litros por segundo al Estado. El Ministerio de Obras Públicas toma esos 140 litros por segundo que ya tuvieron un esfuerzo de extraerse y el Estado resuelve a su propio costo el abastecimiento para comunidades cercanas. En agua de mar 140 litros por segundo significan 70 litros por segundo de agua potable. Eso es, no podemos construir desaladoras para cada requerimiento pensando en lo virtuoso de un territorio que enfrenta el mar en todas sus regiones y que es tan agosto con las faenas cerca del mar.
- Desde el sector privado plantean que otro tema pasa por las consultas indígenas, diciendo que no están en contra de ellas, pero que generan cuellos de botella.
Como gobierno tenemos la firme convicción de que los diálogos en los territorios y las consultas indígenas, que son dos cosas distintas, son habilitantes para los proyectos mineros. Si no hay diálogo en los territorios habrá una fricción que naturalmente coloca en jaque a los proyectos y podemos ver en el mundo iniciativas muy interesantes, con mucha tecnología y una gran inversión, pero que no son factibles de desarrollar porque hay una oposición territorial que no conoce proyecto o se oponen a sus características. Muchas veces los proyectos en sus diseños pueden contener aquellas recomendaciones que plantea el territorio y me tocó en una oportunidad en que como Seremi de Obras Públicas pensábamos en un trazado de cañería, pero cuando llegamos al territorio nos dijeron que en esos lugares cuando hay crecidas de río se producen movimientos y que podría desestabilizarse. Hay un conocimiento ancestral que colabora a desarrollar un proyecto si uno llega consultando en terreno.
Una anécdota muy antigua, trabajé en el sector sanitario muchos años y conocí la captación de Quinchamale, en la cordillera y que es una quebrada muy amplia. Allí cada cierto tiempo visitaba al cuidador de la captación y siempre que iba veía en la quebrada a una familia que vivía en ladera. Siempre me preguntaba por qué vivían en la ladera, en una situación muy incómoda y no en la quebrada que era amplia.
Pero tuvimos una de las crecidas más importante que arrasó con la captación y esa familia nunca tuvo problema por ese conocimiento ancestral, del territorio, que podemos llevarlo a cualquier ámbito. Las diálogos ciudadanos y las consultas indígenas son habilitantes, naturalmente tenemos que mejorar las coordinaciones del Estado, porque las consultas indígenas solo las hace el Estado bajo su costo. Estamos haciendo consultas indígenas en Atacama para el proyecto Altoandino de Enami y Maricunga de Codelco, que son dos empresas del Estado con la particularidad de que están buscando socios. Y Cuando encuentren esos socios el Estado dirá aquí está la consulta indígena.
Primero requerimos mejor coordinación del Estado, pero dejando muy en claro que las consultas indígenas la hace el Estado de Chile.
- Una de las de los manifestaciones de los pueblos originarios fue por el acuerdo Codelco-SQM por la explotación del litio. Al menos un sector de las comunidades se manifestó en contra, pero no por SQM, sino por Codelco. ¿Cómo abordan ese rechazo con la estatal?
A uno le gustaría que todo fluyera y que todos estuvieran de acuerdo con lo que uno hace, sería maravilloso, pero la vida es un poco más dura que eso. Primero hay que tener algunas consideraciones con Codelco, en particular con Chuquicamata que tiene 118 años de operación. Un yacimiento con 118 años de operación tiene luces y sombras. El Codelco de hoy se comprometió a carbono neutralidad al año 2030, ése es el Codelco actual, pero el de hace 40 o 50 años probablemente era distinto, como lo era también la minería en el mundo. Creo que hay historias de luces y algunas historias de sombra, pero una empresa de más de 100 años de operación tiene un pasado. Y la única manera de hacer frente es con un mejor futuro y para eso hay diálogo en los territorios, espacios de trabajo y las comunidades miraron a Codelco en sus experiencias históricas. Como ejemplo, la semana Codelco volvió a llevar a su hábitat a la ranita de El Loa. Probablemente eso es algo muy innovador, muy del Codelco de hoy.
Hemos construido una industria que ahora tiene grandes luces, pero que no siempre las tuvo, aunque en este momento su mirada es totalmente distinta. Codelco tiene un gobierno corporativo independiente, mirando la carbono neutralidad, está construyendo su desaladora y estuvimos con el presidente de la República cerca de Tocopilla, impulsará 1.200 litros por segundo. Calama debe estar en unos 500 litros por segundo, Antofagasta consume 1.300 litros por segundo y la desaladora de Escondida impulsa más de 4.000.
La magnitud de la industria es súper grande y tiene jugadores de talla mundial que nos permite contar con estándares muy altos. Con diálogos, haciendo compromisos que cumplirán es como puede construirse en los territorios espacios comunes que permitan mirar un mejor futuro de cómo la minería se ha desarrollado en el mundo y no solo en la región.