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jueves, 21 noviembre, 2024
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Profunda crisis

“Perdieron todo lo ganado”: expertos analizan escenario del PDG en Antofagasta tras renuncia de diputada Ahumada

El PDG pierde a su máxima figura política en la región, quien dejó el conglomerado cuestionando a la directiva nacional por la ausencia en el acuerdo constitucional y por la incapacidad de tomar acciones con el diputado que la insultó gravemente de manera pública. Analistas políticos hablan sobre el momento del partido y cuestionan el rol de Franco Parisi como líder, apuntando al personalismo, la falta de un cuerpo común de intereses y la ausencia de éste en el país.

La ausencia del conglomerado en el acuerdo constitucional fue el episodio que gatilló la renuncia de la diputada Yovana Ahumada al Partido de la Gente (PDG), que ahora pierde a su principal referente político en la región. La salida se concretó ayer, sin embargo, la decisión también es consecuencia de las agresiones verbales que la parlamentaria sufrió por parte del diputado de su mismo partido, Gaspar Rivas, quien la insultó gravemente de manera pública en una comisión de la Cámara de Diputados. La jefa de bancada dejó el partido junto a otros dos parlamentarios marcando distancia con la directiva nacional y en Antofagasta, el PDG acumula tres renuncias de quienes ocupaban cargos de elección popular luego de que abandonaran la tienda militantes que alcanzaron cupos en el Consejo Regional.

La primera disputa en el partido la ocasionó el pacto que algunos congresistas con Chile Vamos para censurar las presidencias de 13 comisiones en la Cámara de Diputados. Uno de los votos que apoyó esta idea fue el de Ahumada, quien fundamentó su posición en que las comisiones necesitaban un nuevo equilibrio político para colocar en tabla temas que el oficialismo no tendría como prioridad. Tras ello, Rivas insultó públicamente a la diputada antofagastina, en un hecho que no trajo ninguna respuesta de la afectada. A esto se sumó la ausencia del PDG en el acuerdo constitucional y Ahumada, Víctor Pino y Roberto Arroy renunciaron al partido.

Los dardos apuntaron a la directiva nacional por restarse del acuerdo y también por la nula acción frente a las agresiones de Rivas contra otros militantes. Estas salidas desatan la primera crisis y traen cuestionamientos a la forma de operar de un partido que el 2021 se presentó a sus primeras elecciones buscando el centro político a través de la democracia digital (consultas directas con sus bases).

Francis Espinoza, doctora en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales y académica de la Universidad Católica del Norte (UCN), sostuvo que, al parecer, uno de los subproductos del rechazo es el resquebrajamiento de la democracia tradicional basada en partidos políticos y en ello se observa una profunda crisis en el sistema, pero también en la forma de concebir a los partidos como entes alineados a la usanza de un ejército.

Sin embargo, dijo, esto ya se venía observando en conductas caprichosas de quienes no eran elegidos/as para candidaturas de procesos eleccionarios por sus partidos, y finalmente terminaban saliéndose del conglomerado y corriendo a través de una independencia engañosa. “En este caso, el motivo es otro, es lisa y llanamente violencia política hacia una mujer”, emplazó la académica.

Conglomerado personalista

“El futuro de la Postdemocracia, según Colin Crouch, o de procesos democráticos contemporáneos pareciera que va en la tónica del debilitamiento de la política tradicional. De aquí se da paso a figuras mediáticas y al nacimiento de una ‘democracia exótica’, constituida por lo que se conoce en Brasil como los ‘puxadores de votos’ (arrastradores de votos). Es posible que el efecto de una ‘independencia política sui generis’ no sea nuevo en América Latina y en otros países del mundo”, indicó Espinoza.

La académica detalló que el investigador Fernando Bizzarro habla sobre la desigualdad y el personalismo presente en la democracia brasileña y la caída de los partidos tradicionales dando paso a liderazgos individualistas. “En aquellas democracias personalistas que describe Bizzarro habría una relación directa entre partidos políticos débiles y conglomerados personalistas. El individualismo electoral tiende a generar también partidos personalistas como el caso de la ‘democracia digital’ de Franco Parisi y su PDG, y el personalismo se vuelve finalmente en una estrategia política alternativa. De aquí al populismo y el desarrollo de gobiernos autocráticos y de extremos hay un solo paso. Una democracia exótica no es necesariamente sana, porque los políticos aprovechan sus recursos personales (dinero, carisma y redes) para ganar elecciones y perpetuarse en el poder. Particularmente creo que el PDG tiene un escenario complejo, aunque la contingencia nos muestra un escenario mucho más cercano a la postdemocracia que a la política tradicional”, aseguró.

Populismo

Para Cristian Rodríguez, director del Instituto de Políticas Públicas (IPP) de la UCN, el Partido de la Gente no posee una “cultura”, concepto que se construye a través de los años y que permite una convivencia civilizada. Lo que hace Franco Parisi, que entendemos como líder del PDG, es más bien algo retórico, discursivo, basado en la personalidad y no da para llevar un liderazgo que permita construir la convivencia en el interior de esta estructura. “Creo que ni siquiera se ha preocupado de eso”, observó.

A Rodríguez no le extraña que este conglomerado no firmara el acuerdo constitucional. “Donde Parisi se siente cómodo es en el populismo y lo digo en el buen sentido de la palabra. Un partido populista tendrá un discurso, una actitud y una trayectoria contra el acuerdo constitucional. Esto, porque es el acuerdo de la elite, de los mismos de siempre, contra el pueblo que defiende. Por eso no me extraña que el Partido de la Gente no firmara el acuerdo, porque va contra sus principios, porque es un acuerdo de los poderosos y eso es lo que cruje en el partido y resta adhesión de sus propios parlamentarios, en Antofagasta con las consejeras regionales que renunciaron, ahora con la diputada. Creo que en el tiempo este drenaje seguirá ocurriendo, porque el PDG no solo se ubica en el extremo, también compite con ellos y el discurso es el mismo, la lucha contra la elite”, afirmó el director del IPP.

Al analizar la operatividad el partido, indicó, vemos que cada representante en el Congreso es una pyme política e improvisa con lo que tiene o lo que dará más beneficios. También apuntó a que todavía es un partido incipiente y lo que está mostrando más bien son sus falencias, sus limitaciones y la ausencia de un liderazgo en el país, porque “nadie puede dirigir un partido a la distancia o a través de un canal de YouTube”.

Sin embargo, Rodríguez señaló que hay una proporción de personas que cree en el PDG, se sienten interpretadas por el discurso anti-elite y eso lo hacen muy bien, porque la política tradicional se ha debilitado y no juega el mismo papel que hasta hace unas décadas, cuando encausaba las rutas hacia el desarrollo y el progreso.

“Por eso estamos en una época de populismo con esta clase discursos en el que ellos pueden solucionar todo si estuvieran en el poder. Y esto se puede comparar con lo que pasa en el Partido Republicano, que estos últimos meses tiene tensiones entre Rojo Edwards y Kast, porque a pesar de que estos dos partidos son pequeños, cuesta mucho sobrevivir solo con un discurso que en definitiva es primario. La política requiere construir cierta sociabilidad, un cuerpo de intereses comunes, que las cosas no ocurran por una orden, sino porque existe una cultura de hacer las cosas”, aseguró el director del IPP.

Perdieron todo lo ganado

El PDG se convirtió en aquello que juro destruir, es un limbo y no se pude esperar menos, porque la directiva nacional es un irrelevante y su «líder» desde Estados Unidos no puede controlarlo todo, expuso Osvaldo Villalobos, consultor y analista político. Y comentó que la imagen prístina del PDG viene cayendo hace meses producto de su candidez política y exceso de entusiasmo.

“Así como a veces el Frente Amplio parece demasiado amplio, el Partido de la Gente tiene demasiada gente y no se trata del número, se trata de lo que piensa y cree ese grupo. El PDG, así como el Gobierno de Gabriel Boric (reconocido por el mismo) se ha convertido en el mejor ejemplo de que ‘otra cosa es con guitarra’”, expresó Villalobos.

El consultor explicó que es fácil ser crítico con la política solo desde el sentido común sin conocer el entramado del poder y eso lo ha aprendió el PDG de la peor manera, porque se estrellaron con la realidad cruel que está fuera de los slogan y las buenas intenciones.

“En este sentido el PDG se suma a la larga lista de movimientos o partidos que parten bien y terminan mal. Aquí el PDG debe decidir pronto; se muere de una vez o inicia un largo y agonizante camino que le asegura vida, pero inmerso en la crítica general al sistema. En ese escenario no tiene ni las espaldas ni el capital político para sostener por mucho tiempo. Es particularmente extraño que después del indudable éxito del PDG en el Rechazo perdieran todo lo ganado en la elección de la presidencia de la Cámara Baja. Claro cualquiera puede estar en la cocina, pero no todos saben cocinar”, cuestionó Villalobos.

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