Fácil de transportar, modular y de bajo costo. Se trata del innovador sistema de producción de agua potable móvil que presentaron los científicos de la Universidad Católica del Norte (UCN) para disminuir el déficit del vital elemento en distintos poblados costeros del desierto de Atacama.
El equipo, cuyo prototipo será instalado y puesto a prueba en Caleta Buena, en el litoral de la Región de Antofagasta, tiene la particularidad de ser completamente autónomo energéticamente, ya que es alimentado a través de una estructura de paneles solares fotovoltaicos móviles de diseño local. Esta característica lo hace ideal para su uso en zonas aisladas y sin acceso a las fuentes tradicionales de energía.
Este desarrollo corresponde a un proyecto del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R), del periodo 2013-2014, el cual consideró una inversión de cercana a los $110 millones, recursos que financiaron la investigación y el trabajo de ingeniería conceptual.
El prototipo ha sido sometido a diversas pruebas en los laboratorios de la Casa Central de la UCN, y está listo para su evaluación en terreno, donde atenderá las demandas reales de una comunidad cuya población se dedica mayoritariamente a la pesca, y que vive a diario en condiciones de aislación geográfica y con difícil acceso al agua potable.
“Este sistema permite generar entre 50 y 100 litros por día a partir de agua de mar”, señala el investigador Dr. Javier Quispe, quien integra un equipo de profesionales que también incluye como investigadores principales a los doctores Francisco Remonsellez y Bárbara Fuentes, de la Carrera de Ingeniería Civil Ambiental, unidad adscrita al Departamento de Ingeniería Química.
Autonomía
El proyecto, denominado “Sistema autónomo de desalinización de agua de mar mediante sistema de humidificación y des-humidificación (HDH)”, debe estar completamente operativo durante el presente mes.
El Dr. Quispe explica que las caletas de pescadores de la zona se caracterizan por tener dos problemas: no tienen agua potable y carecen de suministro eléctrico al no estar conectadas al Sistema Interconectado del Norte Grande (SING).
A raíz de esta realidad, surge un proyecto que utiliza una tecnología sustentable, que emplea recursos renovables y que aprovecha el potencial que implica el alto nivel de radiación solar presente en la zona norte de Chile.
Este, consiste en mezclar una corriente de aire caliente con una de agua de mar precalentada (mediante paneles solares). Posteriormente, el aire caliente se humidifica lo suficiente para pasar a una segunda etapa en el que es enfriado, para finalmente recolectar el agua retenida. El líquido obtenido es de alta calidad y apta para el consumo humano.
Panel Fotovoltaico
Para asegurar la independencia y autonomía del sistema, los investigadores de la UCN desarrollaron un panel fotovoltaico móvil, el cual entrega la energía necesaria para el funcionamiento de la planta de desalinización de agua de mar.
El trabajo en torno a las características de esta estructura consideró el diseño conceptual, condiciones óptimas de operación, la configuración del sistema eléctrico, los requerimientos de potencia y la cantidad de horas que se necesitan para que el sistema esté disponible.
Esta información y especificaciones fueron posteriormente enviadas a proveedores de paneles solares y baterías, quienes ensamblaron este diseño y lo montaron en un carro de arrastre que facilita su desplazamiento por zonas de difícil acceso como las localidades costeras del norte del país.
Esta unidad móvil proporciona la energía necesaria para hacer funcionar dos bombas que hacen circular dos sistemas: uno de agua fría de mar y uno de agua caliente y un compresor de aire de baja presión. Otro panel está orientado a calentar aire, el cual alcanza los 70 grados centígrados.
“En una columna, el agua y el aire caliente se mezclan para generar mayor evaporación, y esto después es llevado a una segunda columna de des-humidificación, donde se mezcla con agua fría, lugar donde finalmente se condensa y genera el agua potable que se requiere”, explicó el Dr. Quispe.
Prueba en Terreno
Las pruebas finales de la unidad serán realizadas “in situ” en Caleta Buena, localidad ubicada al norte de Cobija, y cuya población ha mostrado gran interés por incorporar este sistema para satisfacer sus requerimientos y suministro de agua potable.
Este poblado costero, por sus características de tamaño, cumple con las condiciones ideales para evaluar el sistema. “Hemos encontrado una muy buena acogida de la gente. Ellos tienen gran interés en el proyecto, porque lo ven como una oportunidad para mejorar su sustentabilidad económica”, enfatizó el Dr. Quispe.
Añade que en el lugar existen restaurantes que proveen de servicios de alimentación a empresas mineras que desarrollan sus operaciones en el sector y que la entrada en funcionamiento de esta planta disminuiría los altos costos de agua, los que en algunos casos llegan a los $700 mil mensuales pagados por llevar el vital elemento a ese lugar en camiones.
“En terreno, las pruebas de validación in-situ tendrán una duración de dos a tres días. Si los resultados son positivos, como se espera según los resultados previos obtenidos en las instalaciones de la UCN, este sistema podrá ser implementado en otras caletas de la región, como son El Cobre, Cobija u otra que lo requiera”, enfatizó el académico de la UCN.