En este día internacional de las mujeres, Antofagasta mostró más claramente las diferencias dentro de este amplio movimiento. Históricamente el feminismo ha contenido diversas corrientes, que tienen diferencias estratégicas en como conquistar las demandas de las mujeres y las disidencias sexogenéricas.
Con tres convocatorias, una desde la Plaza de la Revolución convocada por Tumba Diabla y Encuentro de Mujeres Antofagasta, desde el Teatro Municipal convocada por organismos independientes y del oficialismo a través de la Coordinadora 8M Antofagasta y una desde Prat con Matta convocada por Pan y Rosas.
Pero ¿qué las diferenciaba si los cánticos contra la violencia machista y por el derecho al aborto eran transversales? ¿por qué convocar diferenciadamente?. Y es que dos de estas convocatorias se plantaron como independientes del Gobierno de Boric, poniendo por delante que por más feminista que este se autodenomine, sigue atacando a sectores oprimidos que están pagando la crisis en curso. Esto se refleja en la persecución a la migración irregular con la militarización de la frontera por la Ley de Infraestructuras Críticas, los despidos en salud por la disminución de $785 millones de presupuesto de emergencia, el empeoramiento en curso de la educación pública por el traspaso a los SLEP, etc. Cuestión que contrasta fuertemente con la defensa de los intereses empresariales, con subsidios a las forestales de Matte y Angelini por los incendios en el sur o la permisividad con el proyecto minero Comahue en Antofagasta, por poner algunos ejemplos.
Es importante destacar esto, pues a la convocatoria de la Coordinadora 8M, que negó reiteradamente su ligazón con el Gobierno, destacó la participación de autoridades como Karen Behrens (PS), Paula Orellana y Paz Fuica desde el frente feminista de Revolución Democrática o la concejala Karina Guzman (FRVS). Sobretodo porque esa no fue “una multitudinaria marcha” sino que hubo una disidente que se plantó con independencia del gobierno. Una suma de las convocatorias desde Pan y Rosas Teresa Flores, el Encuentro de Mujeres Antofagasta y la Tumba Diabla, que luego de finalizar actos independientes, se encontraron en una muestra de fuerza disidente al oficialismo.
La enorme fuerza del movimiento de mujeres tiene una potencialidad que corre el riesgo de ser desviadas en expectativas para el futuro, como la ministra Orellana que planteó que el derecho al aborto un problema para más adelante. En cambio negocian para elegir al pinochetista Juan Antonio Coloma como presidente del Senado ¿que conseguiran confiando en la derecha?. No podemos seguir esperando para comenzar a organizar las fuerzas que conseguirán arrebatar el derecho a decidir al parlamento, como la Marea Verde en Argentina.
Desde Pan y Rosas, buscamos impulsar espacios de donde forjar esas fuerzas, necesitamos discutir esto en asambleas, en hospitales, consultorios, escuelas, liceos, en las poblaciones. Con la industria minera, donde se proyectan ventas de 49.250 millones de dólares el 2023, se tiene que discutir como enfrentar la brecha salarial. En suma necesitamos discutir concretamente que alternativa construir para conquistar nuestras demandas.
Y Timeline no ha mostrado ni ha hecho comentarios acerca del daño hecho en la catedral de Antofagasta de manos de estas mujeres “feministas” que, por lo menos a mí no me representan.
La Iglesia Católica, un muro contra el feminismo. Curas pederastas detestan a las mujeres.