¿Cuántas veces has escrito un tuit y lo has borrado antes de darle a twittear? Esa “marcha atrás” a publicar en redes ahora se llama “poscensura”.
Este concepto es planteado por el periodista español Juan Soto Ivars en el libro “Arden las redes” y se refiere a aquel miedo a decir ciertas cosas que puedan provocar linchamientos en las redes sociales.
En otras palabras, es una especie de “autocensura” que surge por el temor a ofender y/o sufrir un ataque masivo a través de las redes. Por lo tanto, hablamos de una censura que no surge desde el poder, sino que se trata de una censura horizontal ya que emana de distintos grupos activos en las redes.
En este contexto, quienes llevamos un tiempo usando redes sociales, hemos notado un clima de irritación excesiva, donde el mínimo chiste, meme, tuit, etc. puede provocar que un grupo de personas se ofenda.
Esto hace que muchos se piensen dos veces antes de publicar algo, ya que cualquier mensaje puede provocar un linchamiento de un grupo de ofendidos.
No les pasa que van a responder un tuit, lo escriben todo o casi todo, y piensan Qué tengo que andar respondiendo a weones???? Y al final no lo tuitean???
— José (@JP_CL) June 18, 2018
Ejemplo de poscensura en tuiter
También hay que decir que hoy en día no es difícil ofenderse ante la violencia lingüística que algunos usuarios de redes utilizan. Hay quienes confunden “libertad de expresión” con la difusión de mensajes intolerantes y de odio, muchas veces ocultos en forma de Bot o cuenta falsa hater.
Este tipo de usuarios van al otro extremo de la poscensura y sufren lo que he denominado incontinencia “opinativa”, es decir, tienen la necesidad de opinar de todos los temas, y la mayoría de las veces, sin tener mucha idea de lo que se dice, con argumentos poco válidos por no decir falsos.
Por lo tanto, el ecosistema de las redes ha sido conquistado por aquellos que opinan en exceso, y por contraparte, los que se ofenden de éstas opiniones, quitando espacio a una ciberconversación constructiva.
Cada vez es más común ver a gente dándose de baja de Twitter y otras redes sociales. Los datos indican que el consumo de productos informativos a través de las redes van en caída, mientras que aplicaciones de mensajería como Whatsapp se convierten en el refugio de la interacción virtual.
En resumen, la poscensura domina en aquellas personas que seguramente deberían aportar al debate con alturas de miras, datos y puntos de vistas certeros, pero que prefieren callar ante la posibilidad de ofender o simplemente ser linchado por un grupo de ofendidos.
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