Tras alcanzar el 80% de la población objetivo vacunada contra el covid, este miércoles será efectiva la reducción del toque de queda en la región de Antofagasta. Sin embargo, la buena noticia es vista con preocupación por la ONG “No Más Ruidos”, quienes las últimas semanas notaron un incremento de la contaminación acústica en el sector del Parque Croacia, y ahora temen el retorno de los mismos problemas por sonidos molestos que registraban antes de la pandemia.
La agrupación, que reúne a los vecinos del borde costero del sector sur de la ciudad, nació en el 2018 para exponer las externalidades negativas que sufrían luego de la masiva aparición de locales nocturnos en ese tramo de la costanera. La ONG realizó denuncias que incluso terminaron con fuertes sanciones económicas para algunos negocios e incluso, llegaron a reunirse con el Concejo Municipal para trabajar en la modificación de ordenanzas.
La abogada y dirigenta de “No Más Ruidos”, Alicia Brito, manifestó que la reducción del toque de queda es vista con preocupación y que desde hace varias semanas y en especial el último viernes, volvieron a sentir los ruidos molestos que tenían antes de la pandemia. “Fue desbordante y el llamado es a tener conciencia del sufrimiento que tiene todo el ambiente que está alrededor de estos locales. Hubo llamados a Carabineros, pero aun así, no logramos los resultados que esperamos”, dijo.
Brito sostuvo que todos saben en el plan Paso a Paso cuáles son las restricciones de la Fase 1 y la 2, pero desde la Fase 3 en adelante el comportamiento de los establecimientos ha sido como “si estuviéramos en apertura total. Claramente ya estamos viviendo lo que teníamos antes de la pandemia. Llegar a las doce de la noche para nosotros resultará brutal y cuando no tengamos ninguna restricción nos preocupa volver a vivir lo que tuvimos por años hasta altas horas de la madrugada”.
Esta contaminación, que parecía invisible, ahora encuentra su punto de referencia en el sector Croacia, aseguró, tanto por la contaminación acústica como lumínica, ya que apuntan a las pantallas que alteran completamente el ecosistema. Indicó que cuentan con una recopilación de datos duros, respecto de con cuántos decibeles están viviendo los vecinos de los locales, los que darán a conocer prontamente.
Además, la dirigenta detalló que, debido a la pandemia y la situación de los aforos, los locales retiraron sus techos. Al analizar esto desde la planificación responsable de una ciudad, apuntó a que están frente a un problema por el lugar en los que estos negocios se emplazan. “Al recorrer el borde del sector Croacia todos sacaron sus techos y no sabemos si eso fue fiscalizado y autorizado, porque no se mide el ruido que emitirán, será más fácil contaminar”, advirtió, recordando que en ese sector de la cuidad hay una gran presencia de adultos mayores, quienes viven externalidades como el bloque de sus salidas de vehículos.
“TODOS NECESITAN TRABAJAR, PERO CUMPLIENDO LA NORMA”
“Somos conscientes de que todos necesitan trabajar, pero, así como todos los que trabajamos estamos obligados a cumplir normativa, laboral, tributaria, que regulan la vida en sociedad, aquí debemos cumplir con las normas de construcción y la ordenanza de ruido. En ningún momento puedo justificar porque cualquier causa la contaminación que generamos. Si eso fuese así, simplemente no nos movilicemos por nada y dejemos que se contamine el mar, el desierto o el aire. El punto es simple, si se cumple o no la normativa, con la insonorización de los locales, que eviten que los ruidos salgan del local. Sin embargo, hoy vemos todo lo contrario”, expuso la abogada.
La dirigenta recordó que en el 2019 tuvieron reuniones con algunos concejales por tocar el tema de las patentes municipales, entrega que se realiza sin elevar requisitos,transformándolas prácticamente en “un regalo y sin considerar la salud de las personas”. También se acercaron a la Superintendencia, el Ministerio de Medio Ambiente y que si observan cómo las autoridades a nivel global han trabajado el tema, la nota queda al debe.
“Existe la ordenanza de alcoholes y hemos estudiado lo que dispone y sobre todo los requisitos que pide, detectando falencias que denunciamos cada vez que se iniciaba una votación en el Concejo. En algún momento existió la intención de modificarla, sin embargo, también existe la ordenanza de ruidos molestos de Antofagasta, que se modificó con el uso de suelo del sector Croacia, disminuyendo la sanción de las infracciones. Si queremos un trabajo verdadero, hay que levantar una normativa que incluya todo lo ambiental y que esté de acuerdo con lo que se requiere para vivir en tranquilidad”, precisó Brito.
En este escenario, la ONG solicita el apoyo del alcalde y el cuerpo de concejales para concretar las modificaciones legales que estiman necesarias para proteger la salud y el medio ambiente.
Como me contacto con ONG no más ruido.