De las visitas relevantes que tuvo el Consejo Constitucional fueron la presencia de los ex mandatarios de la república, señores Sebastián Piñera Echenique, Ricardo Lagos Escobar y de la señora Michelle Bachelet Jeria. Sabemos, por las informaciones de los medios de comunicación, que el mandatario Eduardo Frei Ruiz-Tagle declinó la invitación. Recordemos que, inicialmente, se procuró que los ex presidentes fuesen por derecho propio miembros de la Comisión Experta, y declinaron.
Todos los ex presidente, concurrieron a la Comisión 1, que es la que ventila la estructura del estado y el sistema político.
No pude llegar a tiempo, a observar la exposición del ex presidente Piñera, el día lunes 24 de julio. El vuelo Latam se atrasó demasiado, en su despegue desde el aeropuerto Andrés Sabella, y cuando íbamos a aterrizar en Santiago, ¡ un perro ¡ en la pista, frustró el vuelo, que debió aguardar más de 25 minutos en aterrizar. Y de ahí, al ex Congreso Nacional, llegamos cuando se estaba retirando.
Viendo las grabaciones de su intervención, valoró lo acometido por la Comisión Experta en cuanto al Anteproyecto, insistiendo en la necesidad de llegar a un acuerdo, justipreciando la mantención del sistema presidencialista y la necesidad de sostener los partidos políticos, con un 5% de la votación ciudadana, para la legitimidad y legalidad de su existencia. La fragmentación va a constituir un horizonte de concordancia con los restantes ex mandatarios. El surgimiento de variados partidos políticos, con poco respaldo ciudadano, no solo es un obstáculo para lograr acuerdos en el congreso sino para alcanzar consensos programáticos a nivel gubernamental. Todos estamos conscientes de la importancia de los partidos políticos como soporte del modelo democrático pero, a la vez, también estamos contestes de la poca credibilidad que gozan en la ciudadanía, sea por el alejamiento de los intereses más inmediatos de ella, por no debatir los problemas más acuciantes o, bien, por los desaciertos, las denominadas “cocinas” que son logros a nivel cupular, sin mayor injerencia ciudadana, etc. Es uno de los grandes desafíos que tenemos. Se ha descartado a los independientes de esta competencia cívica en el Anteproyecto. La mayor disciplina partidaria y el control de los díscolos, han sido un reforzamiento para el cumplimiento de los fines de los partidos políticos, que señala el Anteproyecto. Veremos si esta expectativa se logra materializar y no tengamos nuevamente una crisis institucional partidista- que prosigue en la actualidad- donde los partidos antisistema, han logrado avanzar en el respaldo ciudadano.
La posición de Piñera fue enfatizar que los aspectos generales deben quedar en la Constitución y no los detalles- más propio en la legislación pertinente- y combinar los derechos a la vida, la salud, la educación, a la propiedad y a la previsión social, recalcando lo que ha constituido el eje vector de la derecha en general, la electividad ante las áreas de la salud, la educación o del sistema previsional.
El día 3 de agosto, se aguardó la visita del ex presidente Ricardo Lagos. Reconoció con mucha convicción lo realizado por la Comisión Experta y se inclinaba por aprobar el Anteproyecto como se había entregado. Hizo una acabada exposición de lo que él consideraba que constituían errores, retrocesos y una desnaturalización de lo acordado en el pasado o establecido en el Anteproyecto. Errores eran subir los quórums para reformar la Constitución, como estaba fijado en la Constitución de 1980, casi sin posibilidad de modificar en el futuro; retrocesos graves eran tanto el no reconocimiento de los tratados de derechos humanos firmados y vigentes en la república, sobre la supremacía constitucional. Esto ha constituido una fuerte impugnación a las enmiendas de los Republicanos, que la Corte Suprema volvió este viernes a cuestionar severamente. Es desconocer el principio fundamental del derecho internacional público: Pacta sunt servanda, que significa que todo tratado obliga a las partes a cumplirlo y de buena fe. No se entiende este retroceso en el concierto de las naciones civilizadas. Lo mismo acontece con los tratados internacionales que protegen a los inmigrantes, como individuo, familia y el derecho a la integración. Esto independiente de la negligencia o poca eficiencia de la acción de un Estado en mantener seguras sus fronteras y controlada la inmigración irregular.
De igual forma, el ex presidente Lagos, hizo notar el retroceso sobre los derechos en favor de la mujer, ya consensuado años atrás, como el aborto en tres causales y otros.
El suscrito- se le asignó por la bancada que interviniera- y la pregunta se orientó sobre cómo sostener un sistema de derechos sociales, combinando la acción del estado y los impuestos con la participación de los seguros privados o de las agencias particulares interesadas en participar. Dejó la interrogante para el final- fueron cinco preguntas que se le formularon- y extrajo un par de hojas, haciendo notar tres cosas importantes: a) el país no puede seguir con este nivel de endeudamiento, sobre el 38% del PIB, cuando en su gobierno, dejó la deuda pública en un 6% del PIB. Todo esto era muy comprensible por lo que afectó a los dos gobiernos de Piñera y al segundo de Bachelet; b) el país debe aumentar los impuestos, pues es la única manera de no seguir endeudándose, lo que afecta al riesgo país en sus préstamos e hipoteca el futuro y, por cierto, mejorar la productividad; c) la necesidad de aprobar el pacto fiscal, como única salida a la situación en que nos encontramos. Constituyó el guiño más político sobre la contingencia y remarcó su domicilio político.
Los aplausos fueron unánime. Algunos consejeros republicanos, como el ex general Ricardo Ortega, lo refrendó como el estadista que tenemos. Aproveché tal entusiasmo del momento, para hacerle notar, por qué no hacerle caso por lo menos en un par de cosas al ex mandatario Ricardo Lagos. Es necesario seguir conversando, no podemos no llegar a un acuerdo, me expresó en el pasillo.
El día 7 de agosto, le tocó asistir a la ex presidente Michelle Bachelet y estuvimos en la Comisión 1.
Leyó sus acostumbradas tarjetas. De sus conversaciones con la presidenta y vicepresidente de la Comisión Experta, se había formado la convicción de aprobar el Anteproyecto presentado. Fue corta su intervención, no más de 20 minutos, señalando que prefería que le preguntaran. Aun así, también reconoció el avance en el proceso de descentralización, el rol de los gobernadores, su acuerdo con las iniciativas populares, el registro del lobby, la exigencia del 5% de los votos para la existencia de los partidos políticos. Su desacuerdo en que se constitucionalice las AFP o la ISAPRES, pues FONASA representa al 80% de la población nacional. Su crítica apuntó a restringir en las enmiendas de los Republicanos los derechos a las mujeres, desde el aborto a los derechos sexuales reproductivos; la necesidad que el Estado ofrezca opciones al mundo femenino. Partidaria del reconocimiento de los pueblos originarios, al igual que el ex presidente Lagos, se inclinaba por compensar a los pueblos originarios. Es de opinión que la Constitución no debía contener todo, para eso estaba la legislación. En esto hubo concordancia con los anteriores presidentes.
El ex general Ortega, le preguntó si estaba de acuerdo con el capítulo de las Fuerzas Armadas, una enmienda Republicana, dado que ella había estudiado a las fuerzas armadas y era de la familia militar, por su padre. La respuesta no se hizo esperar: no estaba de acuerdo, porque las fuerzas armadas no eran un órgano autónomo dentro del Estado. Y apuntó dos cosas interesantes. Una de ellas, era no confundir la estrategia con la táctica, dado que lo primero apuntaba al acuerdo por alcanzar una Constitución para todos y todas. Lo segundo, fue una infidencia. Cuando fue el estallido social, octubre del 2019, el presidente Piñera le llamó y le consultó si acogiendo el proyecto constitucional suyo, del 2018- que, recordemos, fue lo primero que el ministro Chadwick desechó al día siguiente de asumir Piñera- se podía solucionar la crisis institucional y social. La ex presidenta le indicó que no, pues los momentos eran distintos.
Los ex presidentes de la República, independiente de su color político, constituyen una valiosa experiencia en el ejercicio del poder político y cómo funciona en la práctica la maquinaria del Estado.
El Anteproyecto de la Comisión Experta, ha sido una contribución notable, por el tiempo que tuvo- tres meses- y, por ende, requiere adiciones y reformas para adecuarlo a lo que la ciudadanía aguarda. Aprobar sin modificaciones, sería un absurdo: para qué entonces se hizo la elección de Consejeros el 7 de mayo. No obstante, para no repetir el desaguisado de la Convención anterior, debemos dialogar- aspecto que no se ha realizado- pues lo que se ha constatado es el respeto por escuchar al otro pero no ha habido el intercambio de ideas, que persuadan al otro, a revisar sus presupuestos lógicos y buscar, no la certeza tuya ni mía, con un esfuerzo mayor lo que refleje los sueños, expectativas y querencias de todos y todas los habitantes de Chile.