“La región de Antofagasta ocupa el tercer lugar a nivel nacional de casos con tuberculosis, el año pasado tuvimos 129 pacientes con la enfermedad. Esta afección es prevenible y tiene tratamiento con una duración como mínimo 6 meses, es gratuito para todas las personas, independiente de su previsión y/o nacionalidad”.
Con estas palabras el director del Servicio de Salud de Antofagasta (SSA), Francisco Grisolía Cirera, hizo el llamado “a prevenir de manera temprana, la enfermedad y no abandonar el tratamiento”, a propósito del Día Mundial de la Tuberculosis que se conmemora este 24 de marzo.
De igual modo, el SSA informó que en la región la tasa de incidencia en el año 2018 fue de 21,5 y se ha logrado mantener en estos cinco años a un nivel promedio de 18 casos por 100 mil habitantes.
Por su parte, la seremi de Salud, Jessica Bravo, detalló que durante 2021 se detectaron 134 casos en la zona. “Si bien puede afectar cualquier órgano, lo más frecuente es que ataque los pulmones. El principal síntoma es la tos con expectoración por más de dos semanas, que también puede acompañarse de compromiso del estado general, baja de peso, fiebre y sudoración nocturna”, explicó.
A su vez, la enfermera Patricia Pérez Castillo referente del Programa de Tuberculosis, complementó que “la tos y expectoración presentes por más de 15 días, baja de peso, fiebre, sudor nocturno y esputo con sangre son signos de alerta, para acudir lo antes posible al CESFAM más cercano a su domicilio”.
La profesional del SSA, también reforzó el llamado sobre la importancia de realizarse el tratamiento lo más rápido posible y no abandonarlo, para evitar que los antibióticos tradicionales se puedan hacer resistentes.
“La Tuberculosis es una enfermedad transmisible por vía aérea, producida por el bacilo de koch, que es un bacilo muy resistente, al ser inhalado afecta principalmente los pulmones, pero no todos tenemos el riesgo de contraerla, es importante para evitar enfermarse tener buenas defensas y una alimentación adecuada”, puntualizó.
Como prevenir la tuberculosis
La referente, recomienda que, entre las medidas para la prevención de la TBC, es conveniente ventilar las casas, salas de clases u oficinas, cubrir nariz y boca al toser con el brazo o usar pañuelos desechables, lavado frecuente de manos o usar alcohol gel junto a una alimentación equilibrada.
“Es necesario tener tres alimentaciones diarias, durante el desayuno es ideal para los niños ingerir leche, comer frutas e incluir yogurt o un trozo de queso. En el almuerzo es importante que se incluyan verduras, frutas, y carbohidratos, ingerir proteínas (pollo, pescado, carne), o legumbres (porotos, lentejas, garbanzo). La última cena cerca de las 19 horas debiera incluir proteína más ensalada y consumir alrededor de 2 litros de aguas diarias”, refuerza la profesional.
Crónicos
En el caso de los diabéticos son un 30% de personas afectadas con TBC. La enfermera, también se refirió a los grupos de riesgo que están más expuestos a contraer la enfermedad:
“Las personas con inmunosupresión, mal alimentadas tienen más riesgo de contraer esta enfermedad, principalmente las que viven habitualmente en la misma casa del paciente, (contactos intradomiciliarios), adulto mayor, migrante de países con alta incidencia de TBC, contacto estrecho de la persona con TBC, diabetes, pacientes con VIH, dependencia de alcohol y drogas, personas en situación de calle, privados de libertad, pueblos indígenas, trabajadores expuesto a sílice o con silicosis, personal de salud”, concluyó Patricia Pérez.