En octubre entrará a reevaluación el proyecto de reposición del Vivero Municipal de Antofagasta, iniciativa a la que se destinaron, en el año 2016, 4.800 millones de pesos. El recinto, ubicado en sector centro norte de la ciudad, permanece cerrado y su construcción no pudo comenzar debido a dificultades que tuvo la empresa a cargo de los trabajos, para conseguir el permiso de edificación. Tres años después de la ceremonia simbólica que inició la ejecución de la obra, el Gobierno Regional tendrá que revisar nuevamente el proyecto y todo indica que el costo será superior a los recursos aprobados inicialmente.
En diciembre del 2016, el Gobierno Regional (Gore) aprobó los $4.800 millones para la reposición del vivero, siendo la unidad técnica de este proyecto, la Municipalidad de Antofagasta. El diseño contempla la construcción de un mirador, renovación de las especies arbóreas, un jardín botánico, un anfiteatro, auditorio, un invernadero y senderos en los 5 mil metros cuadrados de áreas verdes ubicadas en Avenida Iquique (frente a La Vega Central de la ciudad).
Ya con un año de retraso, a principios del 2018, la municipalidad realizó una ceremonia en la que se plantaron especies arbóreas, como hito del comienzo de la reposición. Sin embargo, hoy el vivero permanece cerrado a la espera de que el Gore reevalúe el proyecto.
El gobernador Ricardo Díaz explicó que, a mediados del 2018 (administración de Karen Rojo), la empresa que ganó la licitación, perdió el permiso de edificación. Luego el municipio pretende relicitar con otra compañía, lo que genera un conflicto judicial en que el edificio consistorial fue continuamente cuestionado por la anterior empresa.
“Al perder el permiso de edificación, la municipalidad intentó reinstaurarlo y debido a todos los retrasos, el proyecto hoy permanece en evaluación y costará mucho más de lo que se proyectó”, declaró Díaz. La semana pasada se reunió un equipo de la alcaldía con el Gore para hablar sobre éste y dos proyectos más. Durante la quincena de octubre, la iniciativa será reevaluada, esperando con ello pueda retomarse la obra.
“Lamentablemente, ha sido el municipio el responsable de los retrasos de todo este proceso y esperamos que, con esta nueva administración, esto pueda regularizarse a la brevedad para que inicie la construcción de esto proyecto que la comunidad espera hace bastante años”, manifestó el gobernador de Antofagasta.
“Un problema estructural»
La consejera regional PS, Andrea Merino, expuso que el equipo del alcalde Jonathan Velásquez indicó que el proyecto irá a la reevaluación, lo que involucra una nueva revisión que actualizará los montos y ajustará los presupuestos para ejecutar los trabajos. “A mí juicio, este es un problema estructural, porque siempre ocurre lo mismo, no se trata de una excepción. Hablamos en el Consejo Regional, aunque no se ha concretado, de fijar un plazo de diez años hacia atrás y tomar una muestra de los grandes proyectos, como los estadios escolares, los jardines infantiles, los parques y para qué decir los colegios, que siempre tienen problemas”, señaló Merino.
La consejera sostuvo que el sistema genera cuellos de botella que traen dificultades. Como ejemplo detalló que, entre la formulación del proyecto por parte de la unidad técnica, que éste luego obtenga la recomendación técnica y que más tarde pase al Core, se derive a la Dipres, salga el mandato y se realice la licitación, pueden pasar uno o dos años. “Entonces se aprobaron 4 mil millones para hacer un vivero, pero al momento de la licitación, la cifra ya no sirve y nadie postula porque no alcanza el dinero”, dijo.
“Será inevitablemente más caro»
El concejal RN, Luis Aguilera, recordó que él asistió a la ceremonia que dio el inicio de los trabajos cuya licitación fue adjudicada a la empresa constructora Sol SpA. Pero luego, la compañía se percató que debían actualizar el permiso de edificación y realizar una serie de estudios por serias observaciones en la mecánica de suelo, deteniendo sus labores en el 2018. Lo que indica la constructora, es que el municipio informó en la licitación, que el permiso de edificación había sido obtenido, sin embargo, éste debía solicitarse nuevamente, en un proceso completo que elevaba los costos.
“La empresa estampó una demanda y el proyecto se está reevaluando conforme a la pandemia, el precio de todos los insumos e incluso, aspectos como la ausencia de un rescom autorizado. La voluntad del gobernador es reevaluar y poner recursos y por su parte el municipio debe contactar a la compañía para saber si tiene interés de continuar”, advirtió el concejal.
Aguilera puntualizó que “el proyecto será inevitablemente más caro”, no solo por la falta de un rescom, también por el alza de precios que trajo la pandemia a productos de construcción y la disponibilidad de estos en la región y el país. Por ello, sostuvo que la reevaluación será vital, ya que “lo que no puede ocurrir es que los vecinos y vecinas de la comuna se vean perjudicados por todo esto”.
En el mes de Julio del 2023, el Tercer Juzgado Civil de Antofagasta condenó al municipio a pagar a la empresa contratista $746 millones por concepto de indemnización, de modo que queda claro que la responsabilidad por esta vergonzosa situación recae principalmente en la municipalidad y en los absurdos procedimientos burocráticos.
Hechos comprobables: antes del inicio de los trabajos se descubrió que el permiso municipal de construcción había expirado, que había errores en el diseño, que en aspectos estructurales y de mecánica de suelo no se cumplían las normas, errores cuya solución incrementaba el costo de las obras en $500 millones. Es obvio que ni los alcaldes ni el contratista son los responsables de estas chapucerías.
El nivel de engorro que ha alcanzado la tramitación de los permisos municipales de construcción es tal, que el municipio ha terminado enredado en su propia maraña burocrática. Y resulta increíble que el municipio desarrolle proyectos técnicos con deficiencias de diseño y que, pese a tal incapacidad, no se opte por llamar a concurso a objeto de contratar a la empresa de arquitectura, paisajismo e ingeniería que presente el mejor proyecto, en un proceso transparente, en el cual participen oficinas inscritas en dichas especialidades, en los registros del MINVU o del MOP.