“Se abren nuevas puertas para entrar a la minería”: Mujeres relatan el impacto del programa de capacitación Nuevos Tesoros

Jubitza López, madre de dos hijos, trabaja como ejecutiva de una compañía automotor en Antofagasta, sector laboral del que quería salir porque históricamente es un área vinculada a las mujeres. Por experiencias exitosas en su familia y amistades conoció el programa Nuevos Tesoros, que desde el 2016 ofrece cursos de capacitación en especialidades requeridas por el rubro minero. “Con esto pueden abrirse nuevas puertas para entrar a la minería, pero no como una ejecutiva, sino viendo motores, algo que es diferente y que me llama bastante la atención”, dijo tras finalizar el curso y conseguir la certificación.

López participó en el programa en la especialidad de mantenimiento mecánico en equipos móviles y dijo que conoció de esta oportunidad porque una de sus tías egresó del curso de capacitación y ahora trabaja en la minería. Además, agregó que tiene varias amigas que asistieron al programa y actualmente ya están insertas en el sector minero. “Así que, por decirlo de alguna forma, conocí esto por el boca a boca. También lo vi por redes sociales. Cuando se hizo el lanzamiento en Espacio Urbano fui y postulé”, recordó.

La iniciativa se desarrolla desde el 2016 y es ejecutada por Escondida | BHP en conjunto con el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo. Este año participaron 418 personas y de ellas, el 74% corresponde a mujeres. Desde su creación, por Nuevos Tesoros ha formado a cerca de 3 mil personas en oficios como bodega y logística conducente a licencia clase D, instalador eléctrico conducente a certificación SEC, mantención base planta, mantenedor de equipos móviles, operación de retroexcavadora, soldador arco voltaico 1G y 2G; técnica de izaje de materiales y técnica de manejo de andamios, asistente administrativo, mantención mecánico de equipos móviles, mantenimiento eléctrico general base, técnica de bodega y logística, junto a grúa horquilla.

Los cursos dictados entre mayo y agosto de este año fueron enriquecedores para ella, ya que valoró el hecho de conocer buenas personas, todas diferentes, quienes venían de distintos lugares y que habían trabajado en cosas muy distintas a las labores ejecutivas.

“Los profesores se preocupaban de que de verdad aprendiéramos y que no fuese solo pasar materia. El equipo tiene mucha calidad humana, que es lo principal. La OTEC siempre estuvo pendiente de las mujeres en especial, en caso de que tuviéramos algún problema para asistir a clases por nuestros hijos. En ese sentido, fue mucho el apoyo que recibimos”, reconoció.

López recomendó esta experiencia a mujeres, para que se atrevan a buscar nuevos horizontes y hacer algo distinto fuera de lo común, porque “toda la experiencia que nosotras adquirimos también se la vamos traspasando a nuestros hijos, para que ellos vean que se puede empezar desde cero”. También agradeció a Mario, su profesor, y a las chicas de la OTEC, de quienes destacó su calidad humana. “A pesar de todas las dificultades que tuvieron algunas de mis compañeras, siempre tuvimos el apoyo y en el caso de mi curso, salieron las 20 personas que entraron”, subrayó.

Sanación y crecimiento personal

Camila González es otra de las mujeres que se capacitó como mantenedora mecánica de equipos móviles y sostuvo que el programa fue verdadera luz en su vida.

“Hace unos meses, mi vida dio un giro inesperado. En enero, sufrí la pérdida de mi pareja, un golpe emocional del que aún me encuentro recuperándome. Fue en ese momento cuando decidí que necesitaba un cambio, una oportunidad para salir adelante y volver a encontrar mi propósito; fue allí cuando me armé de valor e ingresé a este programa”, reconoció.

El curso no solo le ha permitido adquirir nuevos conocimientos y habilidades técnicas, sino que también ha sido un pilar fundamental en su proceso de sanación y crecimiento personal.

“Como mujer y madre, sé lo importante que es la inclusión y la igualdad de género en la industria minera. Esta oportunidad me ha abierto las puertas a un campo tradicionalmente dominado por hombres, y me llena de orgullo y determinación poder formarme y destacar en este ámbito. He adquirido conocimientos técnicos invaluables, pero también he desarrollado una mayor confianza en mí misma y en mis capacidades. Estoy lista para enfrentar nuevos retos y oportunidades, con la determinación de seguir superándome y abriendo camino para otras mujeres”, remarcó Camila.

“Ahora quiero seguir estudiando»

Jackeline Lasso vive sola en Antofagasta, pero tiene dos hijos en Colombia. Al país llegó por búsqueda de oportunidades laborales y gracias a su título de técnico en Enfermería pudo ejercer su profesión en Chile durante la pandemia. Sin embargo, una vez terminada la emergencia sanitaria, al mismo tiempo que se finiquitaban varias plazas de trabajo en el sector salud, ahora le exigieron que su título debía homologarse a técnico de nivel superior.

Ante la imposibilidad de encontrar un nuevo empleo en su área, en abril de este año, una de sus conocidas le envió la información de que Nuevos Tesoros tendría una actividad en Antofagasta. “Como no tenía opciones laborales y ni los recursos para estudiar asistí a la reunión en la que había muchas personas y realicé mi postulación. Quedé seleccionada con la OTEC Talento Local”, relató.

La especialidad que cursó fue técnicas de manejo de andamios y certificación en altura. “La experiencia fue buena y me quedo corta de palabras. Adquirí muchos conocimientos teóricos, prácticos e información. Esto me cambió la vida y mis planes son seguir formándome, ahora quiero seguir estudiando”, apuntó.

Lasso detalló que fue seleccionada como aprendiz en la compañía Bailac y se encuentra en un proceso de entrenamiento y “pidiéndole mucho a Dios, porque me gustaría que me deriven entre los contratistas de Minera Escondida BHP”.

“Recomiendo totalmente esta experiencia a mujeres y hombres, porque es una gran oportunidad, sobre todo para personas como yo que no cuentan con los recursos para pagar estudios”, valoró Jackeline Lasso.