En lo que viene a ser la continuación de un trabajo iniciado durante el segundo semestre del año pasado, la Universidad Católica del Norte (UCN) oficializó este martes la creación de una comisión que se encargará de establecer un protocolo frente al acoso y violencia sexual que regule este tipo de situaciones al interior de esa casa de estudios superiores, considerando los diferentes estamentos (estudiantes, académicos y funcionarios).
Así lo informó el director de la Dirección General Estudiantil (DGE) del plantel, Eduardo Jaramillo, quien precisó que dicho protocolo determinará no solo los conceptos -las definiciones o “qué se entiende por”-, sino que también regulará un procedimiento que incluya las acciones a seguir en cuanto a denuncias, sanciones y acompañamiento a las víctimas. “Esto último, ya que, por la delicadeza de estos casos, hay que tomar ciertos resguardos como confidencialidad, celeridad, creación de redes de apoyo, apoyo psicológico a las víctimas y también que exista una constante información hacia ellas de cómo va avanzando el procedimiento”, indicó.
El directivo recordó que este es un proceso que viene formalmente desde el segundo semestre del año pasado junto con académicos, estudiantes y funcionarios, intentando detectar las necesidades e intereses de las distintas áreas.
Particularmente, del sector estudiantil se encuentran participando en el proceso las federaciones de Antofagasta y de Coquimbo, así como organizaciones de género de ambos campus.
Comisión
La “Comisión de Estudio de un Protocolo de Violencia Sexual y Acoso Sexual” está conformada en Antofagasta por 4 académicos, 4 estudiantes (incluida la presidenta de la Federación de Estudiantes) y 4 funcionarios, así como los coordinadores Eduardo Jaramillo y Carla Tito, coordinadora estudiantil de la DGE. Mientras, en Coquimbo los representantes en la comisión son 3 académicos, 3 estudiantes y 3 funcionarios, cumpliendo la labor de coordinación Verónica Alfaro, jefa del Departamento Estudiantil del Campus Guayacán.
Sobre la base de la información recopilada desde el año pasado se fueron detectando los posibles integrantes de la comisión, instancia de carácter triestamental, es decir, que tiene igual composición en términos numéricos de cada estamento. También se aseguró la participación tanto de carreras humanistas como científicas (académicos y estudiantes), a fin de contar con distintas visiones; así como se consideraron criterios de paridad de género. La comisión contará con el apoyo técnico de Coordinación Estudiantil de la DGE, sobre todo en materias relacionadas con la contención psicológica y aspectos jurídicos a considerar.
Carla Tito agregó que se firmarán dos convenios de colaboración externos: “Uno con el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (Sernameg) y el Centro de la Mujer, que nos van a ayudar en la capacitación y material técnico; y otro con el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), quienes van a ser los supervisores técnicos de la comisión”.
En cuanto a los plazos, el ideal es que la comisión pudiera estar entregando el protocolo a las autoridades de la universidad durante el semestre en curso. “Estos tiempos obedecen a que también se ha conversado con estudiantes, académicos y funcionarios sobre la importancia de realizar un buen proceso, que involucre todas las miradas respecto de este tema y que realmente pueda ser aplicable en la práctica en el momento en que ya sea una norma de la universidad. Estamos priorizando aspectos de fondo más que la celeridad”, explicó Carla Tito.
Sobre la creación de la comisión, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica del Norte de Antofagasta (FEUCN-A), Daniela Lafferte, indicó que el protocolo triestamental es un tema que los estudiantes venían solicitando y frente al cual la autoridad universitaria respondió de buena manera. “Ahora tenemos un largo camino, porque lo que queremos no solo es que se establezca un protocolo adecuado, sino que este se pueda implementar de manera integral, no como en otras universidades en que se han producido situaciones de re-victimización de los afectados”, manifestó.
Medidas trasnsitorias
Mientras no se oficialice el protocolo, añade Eduardo Jaramillo, se definieron una serie de medidas transitorias. En la actualidad, la legislación chilena tipifica aquellas conductas constitutivas de acoso sexual, lo que es aplicable a funcionarios y académicos. Pero lo que no está regulado son las situaciones que se producen en la interrelación entre estamentos, ya sea académico-estudiante, estudiante-funcionario o funcionario-estudiante. “La idea es que el protocolo pueda regular esta interrelación, así como las normas de trato entre los propios estudiantes”, enfatizó el director general estudiantil.
Además, en la actualidad los reglamentos de la UCN para académicos, estudiantes y funcionarios, tanto de permanencia como de comportamiento, establecen sanciones ante una agresión de cualquier miembro de la comunidad universitaria. “Esta norma es súper amplia -explica Carla Tito- y engloba situaciones físicas como de agresión psicológica, no distinguiendo un lugar de acción, simplemente que el agresor y la víctima sean parte de la universidad. Nosotros adecuamos esto, lo que se traduce en la apertura de una investigación sumaria, para poder recepcionar los casos que se pudieran producir previo a la implementación del protocolo”.
El año pasado se inició el trabajo formal, incluyendo un periodo de levantamiento de información, fundamentalmente en cómo las distintas carreras estaban abordando el problema, determinándose que en Psicología (Antofagasta) se estaba trabajando en la creación de un protocolo, y que en el Campus Guayacán (Coquimbo) en Medicina existían medidas transitorias para este tipo de casos.
Denuncias
“Es importante resaltar que es la Comunidad UCN en su conjunto la que ahora se está haciendo cargo del problema, incluidos los estudiantes”, manifiesta Eduardo Jaramillo. En este sentido, el directivo remarca que se debe fortalecer la confianza entre el estamento estudiantil para realizar denuncias, las que se pueden hacer tanto a través de las jefaturas de carrera como directamente con la Dirección General de Pregrado y la Dirección General Estudiantil en Antofagasta, y en la Secretaría Docente y Estudiantil y el Departamento Estudiantil en Coquimbo.
Al respecto, el directivo llamó a hacer las denuncias en caso de existir casos de acoso o violencia de género. “Muchas veces puede existir el temor a que la institucionalidad no va a apoyar al denunciante, pero nosotros tenemos el personal capacitado en el área jurídica, de atención médica y psicológica y estamos en disposición a tratar el tema, no solo por una contingencia, sino sobre la base de los valores de nuestra universidad, donde son relevantes la dignidad y el respeto de los derechos de todos los integrantes de la institución”.
Talleres
En el marco del trabajo general sobre la materia y como una forma de sensibilizar el tema de la violencia de género y detectar a tiempo este tipo de hechos, la DGE junto al Sernameg realizaron este martes dos jornadas de capacitación a funcionarios de la Casa Central.
Los talleres se enfocaron en materias de violencia en el pololeo y violencia de género. Felipe Caro Vega, encargado regional de Prevención de Violencia contra las Mujeres (Sernameg), explicó que esto nace de una necesidad de apoyar a la universidad en el desarrollo de temas de intervención de violencia.
“Estamos capacitando a profesionales claves con estrategias para reconocer violencia y atender a estudiantes y funcionarias que han sido víctimas de acoso sexual, violencia en el pololeo o cualquier otra dinámica de violencia contra las mujeres”, indicó.
El encargado añadió que primero se debe sensibilizar el tema y evitar replicar modelos machistas que se han construido en la sociedad provocando situaciones de violencia.
