En el país no hay una cultura de realizar exámenes oncológicos preventivos porque los pacientes en su mayoría desconocen su existencia, algo que incluso ocurre a nivel médico, aseguró Sergio Ledesma, jefe del Departamento de Gestión del Cáncer del Servicio de Salud Antofagasta (SSA). Para el gastroenterólogo, uno de los pilares para combatir esta patología en cualquiera de sus tipos es la prevención y en ese sentido apuntan los esfuerzos que están desarrollando en la región.
Una prueba de ello es que el departamento ejecutó un inédito proyecto. Con un llamado a través de las redes sociales, invitaron a personas entre los 50 y 75 años a practicarse un examen preventivo. Del universo de 1.490 pacientes que participaron, encontraron 13 casos de cáncer de colon con un dato preocupante, todos en personas asintomáticas. “Afortunadamente la mayoría estaba en etapas precoces, lo que nos da un punto importante de que este examen detecta cáncer. No solo eso, detectamos cerca de un 45% de pacientes con pólipos, que al hacer la colonoscopia cortamos y ahora entran en seguimiento”, destacó el especialista.
En una entrevista realizada en el programa El Resto es Música, espacio de Timeline.cl en Radio Sol, Ledesma ahondó en la situación del cáncer en la región, los esfuerzos que se trabajan desde Antofagasta, los nudos del sistema y la necesidad de insistir en las tareas preventivas.
- ¿Se habla poco de cáncer en la región?
Tenemos una cultura reactiva más que preventiva, atendemos el cáncer en la etapa que se detecta. No tenemos una cultura preventiva de hacernos exámenes porque muchos los desconocen y entre los mismos colegas médicos desconocemos cuáles son esos exámenes oncológicos preventivos que tenemos actualmente. Y eso lo que tratamos de liderar con el departamento y el SSA, instaurar dentro del Programa Nacional del Cáncer, que es ley desde el 2020, con estrategias que tienen que ver con prevención, tratamiento de los pacientes oncológicos y un tercer pilar que son los cuidados paliativos, cuando lamentablemente llegan tarde.
En el pilar, que es la prevención, se conversa poco, no hay una cultura al respecto y eso tratamos de instaurar: hablando de estilos de vida saludables y de exámenes preventivos. Pretendemos contar a futuro con proyectos que estamos desarrollando junto al Gobierno Regional para tener estos exámenes de forma gratuita.
- Según cifras del SSA, el 70% de los pacientes en la región con cáncer colorrectal reconoce la enfermedad en etapas tres y cuatro, etapas avanzadas. Y lo más preocupante es que estos números no están actualizados y se espera que por la pandemia aumenten. ¿A quiénes afecta principalmente esta enfermedad?
El cáncer colorrectal afecta de acuerdo con grupos etarios y si es hombre o mujer en distintos grados. Tiene su mayor aparición sobre los 50 años, con un peak que está entre los 60 y 70 años. En hombres es la segunda causa de muerte oncológica después del cáncer de próstata y en la mujer es la tercera o cuarta causa de muerte. Sin embargo, la Sociedad Chilena de Gastroenterología el 2020 declaró el cáncer de colon como la primera causa de muerte de cánceres digestivos a nivel nacional, que antes lideraba el cáncer gástrico. De hecho, el 2020, Globocan, que agrupa toda la información internacional, extrajo datos de Chile e informó que ese año hubo cerca de 4.200 casos de muerte por cáncer colorrectal, por sobre los 4.060 que reporta el cáncer gástrico. Eso nos indica indudablemente que los cánceres digestivos progresivamente tienen este aumento nacional y regionalmente. En la pandemia se retrasaron muchas atenciones y controles, hubo un estudio en los primeros años de pandemia en Santiago en el que se informó que cerca de 120.000 colonoscopia en Chile estuvieron retrasadas.
- Lo complicado del cáncer colorrectal es que entrega pocas alertas. ¿Qué cosas se deberían tener presente para sospechar o prevenir?
Da muy pocos síntomas en la etapa precoz o inicial y empiezan a aparecer cuando el cáncer está en etapa avanzada. Siempre se dice a los pacientes que deben hacerse una colonoscopia inmediatamente cuando tienen una baja de peso en forma no explicada en los últimos seis meses de más de un 10%. Que han tenido sangrado microscópico por las deposiciones, masas palpables abdominales o una imagen, un escáner que se hace por otro motivo y aparece una masa a nivel del tubo digestivo. El cáncer en su etapa precoz o los precursores del cáncer, que son los pólipos que buscamos en los exámenes preventivos, lamentablemente no dan síntomas. El único signo que uno pudiese evidenciar es un sangrado microscópico que ocurre porque la deposición pasa sobre el pólipo, sobre esta lesión precursora y da este microsangrado. Y ahí es donde estamos apuntando con los exámenes preventivos, buscar el microsangrado en exámenes de deposición en pacientes con grupos de riesgo alto, de 50 años hacia adelante. En lo que queremos instaurar, probablemente bajaremos esa edad a 45 años, porque estadísticamente se ha retrasado el cáncer a etapas un poco más precoces.
- ¿La sobrevida de este cáncer varía mucho respecto de la detección precoz o en general es de alta mortalidad?
Si comparamos pacientes en etapa uno o dos con quienes están en etapa cuatro, indudablemente la sobrevida cambia mucho. Un paciente que está en etapa precoz podemos dejarlo sin cáncer y eso significa que no tendrá la enfermedad a futuro, aunque de igual forma tiene que asistir a sus controles regulares con colonoscopia para revisar que no aparezca el precursor que es el pólipo. Muchos pacientes tienen esta carga “genética” o esta mutación que lleva a que aparezcan estos pólipos que hay que resecar, es como podar un árbol y cuando los cortamos enviamos a los patólogos y nos reportan cuál es el riesgo de que se transforme en cáncer. Nos dicen que si el pólipo no tiene riesgo, es de bajo riesgo, alto riesgo o muy alto riesgo. De acuerdo con esa clasificación patológica nosotros programamos una colonoscopia en cinco años, en tres años, un año o seis meses. Es un trabajo encadenado con otras especialidades y vamos determinando según lo que nos dice la experiencia clínica cuándo es el mejor control colonoscópico para un paciente que ya tiene detectado pólipo.
Y sobre qué pacientes pedir estudios, es justamente a quienes tienen antecedentes familiares de cáncer de colon o de recto de primer grado, ya sea padre, madre, hermanos o hijos y, pacientes que ya se hicieron colonoscopias y tienen pólipos.
- Otro aspecto complicado es hacia dónde hace metástasis este cáncer.
El cáncer de colon en etapa avanzada da metástasis al pulmón e hígado. Pero el gran talón de Aquiles del cáncer de colon y recto es justamente que nos da tiempo para detectarlo y eso son los pólipos. Desde que un pólipo aparece hasta que puede tomar la vía del cáncer pueden pasar entre diez y 12 años. La forma de detectar este pólipo es con la visión directa, la colonoscopía, pero no podemos hacer este examen a todo el mundo porque es caro y no está muy disponible. Ahí entran estas estrategias de la detección de sangre oculta en deposiciones y quienes dan positivo en este test debiesen ir a colonoscopía. Para quienes son negativos es muy poco probable que tengan un pólipo y no deberíamos priorizar.
- En las mamografías ya no se requiere pasar por una consulta médica como forma de agilizar.
Eso es algo que estamos tratando de hacer con la estrategias que implementamos en la región como Servicio de Salud. Creemos que la mejor estrategia para la detección precoz es dando a conocer los exámenes preventivos y luego invitar a la gente a realizárselos, eso es porque sabemos que no se llega muy a menudo solicitando un examen preventivo. El mismo ejemplo de la mamografía y el Papanicolau es un examen que lleva años disponible y lamentablemente la región de Antofagasta es una de las que tiene menores tasas de adherencia. Eso habla de que espontáneamente la gente no va a hacerse exámenes, salvo que uno lo indique, ya que es más fácil decir a la gente si le gustaría participar de exámenes preventivos. Esto probablemente es más atractivo para una persona que llegar espontáneamente a pedir una hora. Queremos modificar esta cultura y hacer bolsas de exámenes preventivos. Si una señora tiene 50 años y no se ha hecho su PAP, entregamos la orden, lo mismo para la mamografía, si nunca se ha hecho este examen preventivo de cáncer colorrectal, entregamos la orden. Queremos avanzar en cáncer gástrico con una estrategia que partirá con un piloto de mil pacientes el próximo mes, para buscar erradicar el helicobacter pylori como el gran agente infeccioso que puede producir este cáncer, más exámenes de sangre para detectar si son portadores de la mucosa de riesgo del cáncer gástrico. Si son positivos, deberíamos erradicar el helicobacter pylori y solicitar la endoscopia para verificar si son portadores de la mucosa de riesgo para hacer seguimiento. Si la paciente fuma o vivió antes del año 70 en la región de Antofagasta, debiésemos hacer estudios de cáncer pulmonar, sabiendo que el 90% de este cáncer en el región está en etapa tres, cuatro y hay exámenes preventivos que buscan nódulos pulmonares que pueden tener factores de riesgo.
Si fuese un paciente de 50 años que no se ha hecho el antígeno prostático, también deberíamos entregar en esta canasta preventiva la pesquisa de cáncer de próstata y si tiene algún otro factor de riesgo, como antecedente familiar de cáncer de vesícula o cálculo a la vesícula o cáncer de hígado, vejiga, tendríamos que ofertar ecografía. Queremos entregar una canasta de exámenes preventivos a los pacientes que se acerquen a las unidades preventivas.
El año pasado Calama partió con una medida preventiva, como Servicio tenemos que empezar a alimentar con exámenes para los que de a poco hemos sacado recursos de Gobierno Regional y en cáncer colorrectal tenemos los recursos asignados para toda la región y esperamos que este año, terminando la última licitación, contar con los kit y distribuirlos para disponer de un examen preventivo instaurado de cáncer de colon y recto.
- Para personas de 30 o 40 años, sin antecedentes familiares de cáncer, que probablemente fumen, no tengan una buena alimentación, presenten sedentarismo y que no se preocupen por esta enfermedad. ¿Existe algún examen preventivo para detectar cualquier tipo de cáncer?
Lamentablemente no tenemos esa vara mágica como para hacer un examen de sangre y decir cuál es el riesgo de cáncer, aunque probablemente en algunos años más lo tendremos. Pero en lo que sí podemos decir que un paciente tiene mayor riesgo de un tipo de cáncer es en los hereditarios, que son entre un 10% y 15% de todos los cánceres. El otro 90% lo llamamos cáncer esporádico, porque no encontramos un factor genético. Hablamos de hereditario cuando hay una mutación que viene desde un papá o mamá a un hijo, lo que es puntual en un gen que se transmite de generación en generación. Y eso lo sabemos porque en general son cánceres que aparecen antes de los 50 años de edad. Si mi papá tuvo cáncer de colon a los 45 años o un hermano que tuvo cáncer de colon a los 30 años, es altamente probable que exista alguna mutación genética que se heredó antes de que actuaran los factores ambientales en la aparición del cáncer.
- ¿Estamos muy lejos de conocer cuáles son los factores que producen el cáncer?
Los factores, en general, se pueden dividir entre los que son modificables y los que no. Los no modificables tienen que ver con la carga genética, depende del tipo de cáncer familiar es el examen que uno debe pedir. El otro factor no modificable es la edad y sabemos que sobre los 50 años comienza a aumentar de forma exponencial, al igual que vivir en zonas de riesgo. La región de Antofagasta, estadísticamente, es una zona de alto riesgo de cáncer en general y eso significa que debiésemos tener esta conciencia preventiva, porque al menos lo que sabemos, es que un hombre que nace en Antofagasta tiene mucho más riesgo de morir por cáncer que por otra causa que un hombre que nació en Santiago o en Punta Arenas. A nivel nacional, la tasa de mortalidad es de 108 por cada cien mil habitantes y la tasa de mortalidad de Antofagasta es de 138 por cada cien mil habitantes. La tasa de mortalidad de una mujer que vive en Antofagasta es de 109 por cada cien mil habitantes, se parece a la media nacional, pero el hombre tiene un mortalidad de 178 por cada cien mil habitantes. Si un hombre nace acá es más probable que muera de cáncer que de otra causa.
- ¿Hay algo que explique esta diferencia?
Probablemente contaminación ambiental, uno de los grandes factores que se asume, el arsénico en el agua que estuvo hasta el año 70. Al menos en el cáncer pulmonar está claramente demostrado que las personas que vivieron en el tiempo que el agua no estaba bajo la norma nacional de arsénico, tienen este mayor riesgo de cáncer pulmonar y probablemente eso explica el 90% de mortalidad en la región. Por eso el piloto nacional de cáncer pulmonar se realizará en Antofagasta, porque lamentablemente tenemos la tasa más alta de cáncer pulmonar.
- ¿El cáncer pulmonar tiene síntomas que puedan advertir una etapa temprana?
Cuando los nódulos son muy pequeños no dan muchos síntomas, salvo que estén muy pegados en la capa externa o cerca del bronquio puede producir un efecto irritativo, tos o secreción. Pero cuando está dentro del pulmón y no tiene muchos órganos alrededor con contacto, puede pasar de forma asintomática. Pero pacientes con tabaquismo, que vivieron en Antofagasta y que consumieron agua con arsénico son las personas con mayor factor de riesgo para desarrollar un cáncer pulmonar y en eso estamos enfocados. Lo mismo pasa con el arsénico y el cáncer de vejiga, que en la región es uno de los más agresivos.
- ¿Existe diferencia entre fumar un cigarrillo al día o consumir 20?
El hecho de fumar ya empieza a incrementar no solo el riesgo de cáncer de pulmón, también cáncer gástrico, de esófago, colon y vejiga. El solo hecho de fumar aumenta el riesgo en comparación de quienes no fuman. La cantidad de tabaco tiene un factor de riesgo sumativo al hecho de fumar.
- ¿El cigarrillo que los fumadores elaboran de manera propia con tabaco es menos riesgoso?
Es una falsa tranquilidad, porque muchos de los compuestos que se van quemando producen esta sustancia “radioactiva” o tóxica. El tabaco del cigarrillo tiene muchos compuestos tóxicos que aparecen cuando se quema lo que está en su interior, aparece el polonio, estroncio, que son elementos radioactivos que se inhalan, caen en las vías respiratorias y dañan el ADN, generando la mutación y aparición de las células neoplásicas. Y el número de cigarrillos influye directamente en el riesgo de cáncer, hay una medida de la que hablamos, 15 paquetes año, que es el punto de corte que dice que es de muy alto riesgo y el otro es riesgo bajo, pero no cero. Dejar de fumar tampoco hace que el riesgo sea cero, porque es un daño que se provocó y paulatinamente baja con los años. Siempre se insiste en que el paciente deje de fumar para no sumar más riesgos.
- ¿Por cuánto tiempo habría que dejar de fumar para notar una baja importante del riesgo?
Algunos estudios hablan de que a los cinco años disminuye en un 50% del riesgo de lo ya expuesto por fumar.
- ¿Con la marihuana ocurre lo mismo?
No hay muchos estudios en cuanto a los componentes tóxicos que nos puedan traer como factor de riesgo del cáncer pulmonar. Pero insisto, el quemar ya produce sustancias tóxicas y haciendo otro contrapunto, el cáncer de colon y gástrico, aumenta por comer carne muy asada y es porque al quemar la carne se produce esta sustancia radioactiva que genera el riesgo de mutación a nivel de las células que están en contacto. Al igual que el cáncer gástrico con la sal, también se ha asociado a un mayor riesgo con alimentos que son muy ricos en sal y es por lo mismo, hay algún factor puntual que genera estas mutaciones en la mucosa gástrica.
- ¿Y los que vapean para reemplazar el cigarrillo?
Lo que pasa es que muchos de los compuestos en los vapeadores van provocando fibrosis, que es la inflamación crónica y sostenida en un tejido, lo que hace que la célula tenga que repararse muchas veces y esa multiplicación acelerada es lo que puede generar mutaciones puntuales para que aparezca el cáncer. Un tejido constantemente inflamado tiene más riesgo de desarrollar cáncer y ahí se apuntan a todos estos factores de riesgo ambiental que gatillan inflamaciones locales en ciertos sistemas.
Equipos e infraestructura
- ¿Cuál es la respuesta del Estado frente a alguien que padece de cáncer?
Antofagasta tiene el Centro Oncológico Norte, que es el referente macrorregional norte de toda la atención. Eso significa que tenemos todas las prestaciones oncológicas, hay un par de exámenes pequeños que tenemos que mandar a Santiago y estamos tratando como servicio subsanar para evitar eso. Pero en general todas las prestaciones están en el Centro Oncológico y en el Hospital Regional. La radioterapia, que es muy sensible en algunos tipos de cáncer, el único lugar de Antofagasta que la tiene disponible tanto para privados como para públicos es el Centro Oncológico y es el único lugar desde Arica a La Serena con radioterapia. Muchos de nuestros pacientes de la red llegan a Antofagasta a hacerse particularmente radioterapia. La quimioterapia, que es otra arista de tratamiento, está estandarizada por el GES, hay canastas de prestaciones y si un paciente de cáncer de colon se atiende en Punta Arenas, debiese recibir la misma quimioterapia que uno que se atiende en Antofagasta o Santiago.
En la cirugía probablemente hay un punto de acceso lo más oportuno posible y es porque sabemos que hay listas de espera oncológicas, no solamente en Antofagasta, a nivel nacional. Pero el Gobierno Regional y nacional trabajan en inyectar recursos para sacar listas de espera para todas las patologías GES, incluyendo las oncológicas. En los meses de este año hemos trabajo en apurar exámenes e intervenciones quirúrgicas de algunos pacientes que tengan la canasta GES. Como no nos podemos quedar en eso, lo que tratamos de fortalecer como departamento es que los pacientes oncológicos tengan la atención lo más oportuna posible, porque el cáncer no da tiempo para tener listas de espera.
- ¿El paciente GES puede operarse en cualquier centro clínico o debe esperar el hospital?
El GES como es una ley mandata a resolver el paciente en esos tiempos y si no pasamos de estos periodos, nos pueden permitir resolver el paciente fuera de nuestro sistema, comprar servicio y eso está dentro de lo que podemos ofertar si vemos que nuestra canasta de prestación se está alargando. Hay pacientes que no se han operado porque falta el escáner para saber en qué etapa están y tenemos que salir a comprar ese escáner afuera para presentar el examen al comité oncológico para que defina cuál es el tratamiento quirúrgico. Esto a veces no es lo más expedito que uno quisiera, pero estamos mandatados a cumplir los tiempos desde que se abre la prestación GES.
- ¿Qué falta para una atención más rápida?
Es una cadena de puntos críticos, partiendo por los exámenes como escáner, resonancias, mamografías, endoscopias, colonoscopía, que sabemos que están limitados en la red. Sin embargo, a los pacientes oncológicos todos los servicios tratamos de dar prioridad en su atención. Sí tenemos brechas de especialistas en la región, que para los médicos en particular no es una zona atractiva para venir a desarrollar su especialidad, pero cada vez están llegando más para disminuir esa brecha. El Servicio de Salud y el Gobierno Regional también están preocupados de generar instancias para financiar más becas a nivel local, aunque es un trabajo a largo plazo.
- ¿Los médicos con otras especialidades distintas a la oncológica, están capacitados para detectar síntomas que eventualmente puedan derivar en cáncer?
La capacidad está, pero hay que refrescarla y es porque en la universidad no nos hablan, o yo al menos como gastroenterólogo, nunca tuve un ramo de prevención oncológica. Y en eso tratamos de apuntar en la región como algo novedoso, que los médicos que salgan de la Universidad de Antofagasta con algún diplomado o curso en prevención y exámenes oncológicos. También conversamos con otras universidades del área de la salud que estén en la región para ofrecer este curso y que salgan con un plus en conocimiento, prevención y conducta saludable para el cáncer. Sabemos que la mayor causa de muerte en la región por sobre las enfermedades cardiovasculares son las oncológicas, tenemos necesidad de que la carreras del área de la salud tengan una cultura preventiva oncológica.
- ¿El Centro Oncológico tiene una buena capacidad o requiere expandirse?
Estamos con proyectos de normalización, eso significa que crecerá el Centro Oncológico en prestaciones que a veces se retrasan en el hospital, atención de especialistas que queremos hacer para no derivar al Hospital Regional y algunos exámenes desarrollarlos ahí. Queremos otro escáner, una nueva unidad de endoscopia para bajar la lista de espera y atención de algunos especialistas en los principales casos que nos están afectando. Aumentar la canasta de prestación y fortalecer el Centro Oncológico, sabiendo que seguiremos siendo el referente oncológico de la macrozona norte. Hay proyectos que están en vía de ejecución tanto por recursos de nivel central como del Gobierno Regional.
- La oferta pública, como el Centro Oncológico, tiene equipos que son inalcanzables para cualquier clínica.
Una clínica probablemente no invertirá muchos recursos en un equipo extremadamente caro y que será utilizado por un grupo acotado de personas. Y eso sí lo tiene el aparato público, que puede implementar esta estrategia, pero tienen que estar muy justificadas, como ser macrozona, lo que justifica una máquina de emisión de rayos isótopos lo más moderna posible. Lo mismo pasa con equipos de apoyo, como los endoscopios y los colonoscopios del Hospital Regional que son los más modernos que hay en la región. Eso nos habla de una alta calidad del examen que se hace en el hospital, comparado con las clínicas de mejor prestigio de Santiago. Y también estamos postulando a renovar esos equipos con el Gobierno Regional para seguir siendo top de línea. También está la posibilidad de que los pacientes isapres puedan atenderse en el hospital con los costos y tiempos de espera asociados.
- Hay un debate por unificar el sistema de salud. Desde su experiencia, si esto se concretara, ¿existe la capacidad para responder a esa demanda?
Nosotros creemos que sí y si no está la demanda, hay que seguir solicitando los recursos para cubrir esa sobredemanda. Más allá de lo político, como departamento del cáncer nos interesa que todos los pacientes que tengan alguna condición pre u oncológica, reciban la mejor atención, porque la enfermedad no respeta si uno es isapre o Fonasa, puede pasarle a cualquiera y necesitamos los tiempos de respuesta para que esa atención sea lo más oportuna posible. Nuestro mandato es fortalecer la red pública, pero no tenemos que olvidar la red privada y nosotros como servicio probablemente tenemos que dar las directrices para una mejor implementación en ese sector. La atención, en cuanto a calidad y oportunidad, debe ser para todos por igual.
- En términos generales del sector salud ¿cuál es la política pública que necesita un ajuste en todo su proceso, desde que una persona es diagnosticada con cáncer?
El punto de tope para el paciente público o privado es la oportunidad de atención. Y eso es porque el sistema privado también tiene sus tiempos un poco retrasados, no tiene una carga tal alta de pabellones como el Hospital Regional, ni una disponibilidad de tantos exámenes para dar un tiempo de atención un poco más oportuna. Y los mismos pacientes oncológicos que están el servicio público están en el privado, así que también son acotados los tiempos de atención. En la parte gastroenterológica tengo una alta carga pública y pocas horas para atención privada, que tiene tiempos de acceso en mi especialidad un poco largos y no solo conmigo, probablemente la lista de espera gastroenterológica privada es bastante larga a lo que uno esperaría como concepto. En la ciudad al pedir hora para un gastroenterólogo es improbable que se consiga una para el otro día, tendrá para uno o dos meses más y ahí es cuando los pacientes se van a Santiago. El punto crítico de la atención oportuna es tener más especialistas.
- En Antofagasta es cada vez más frecuente encontrar que el médico solo atiende de forma particular. ¿Por qué ocurre esto, qué problemas tiene el sistema?
Tiene que ver con los aranceles que paga tanto Fonasa como las isapres, que son poco atractivos para un médico. Cobro particular, pero mi atención es de media hora y para tener un costo parecido, debería citar entre cinco o diez pacientes para lograr ese costo de un paciente por media hora. Eso significa atenderlos a la rápida, una atención de mala calidad y obviamente que el paciente queda con dudas, no alcanza a preguntar nada y sale insatisfecho de la consulta. Si le doy media hora a mi paciente, lo atiendo tranquilamente, tiene un costo más alto que estar cobrando un cuarto o un quinto de lo que podría cobrar por un bono Fonasa o isapre.
- Es un aspecto para fortalecer por parte del Estado, que el valor de la consulta de acceso sea más acorde al mercado.
Para uno que ha invertido tiempo y recursos en formarse tampoco es justo que tengamos un subvalor de lo que uno genera como trabajo. Para todos los especialistas, si gasta más tiempo se busca tener algo más de remuneración asociada a la inversión y al tiempo que hace en su formación para entregar atenciones de calidad.
- ¿Qué cifras de cáncer infantil manejan en Antofagasta?
Los cánceres infantiles tienen mucho que ver con los cánceres hematológicos, más que de tumores sólidos. Antofagasta está dentro de un programa de drogas asociadas a tumores infantiles (Pinda) y además la región está denominada como referente de la macrozona norte con diferentes niveles de atención de Pinda, desde básico, medio e integral. Mientras va progresando, más prestaciones y atenciones pueden entregarse a los pacientes. Actualmente somos Pinda intermedio, por tanto, algunas prestaciones tienen que irse a Santiago y estamos postulando al nivel integral. Para eso ya tenemos hartas cosas avanzadas y una de las peticiones era generar turnos de atención de los pacientes hospitalizados y eso se logró a partir del mes pasado. Estamos ad-portas de pasar a un Pinda integral, nos faltan algunas cosas, como radiadores de glóbulos rojos, blancos y algunas cirugías para tener la denominación de integral y no mandar los pacientes a Santiago.
- ¿Cuándo puede decirse que alguien queda libre de cáncer?
Depende del tipo de cáncer, pero en general, hay parámetros, que no exista alguna imagen residual, ningún examen marcador tumoral de cáncer y que la condición clínica del paciente así lo amerite, puede decirse que cumplió los criterios médicos de curación, pero tiene que estar en seguimiento. Hay criterios de curación que están enmarcados tanto en criterios curativos oncológicos quirúrgicos, oncológicos imagenológicos y oncológicos de exámenes de laboratorio.
- ¿Qué porcentaje de pacientes vuelve a presentar la enfermedad?
Depende de la etapa en que se encontró el cáncer, mientras más precoz, es menor el porcentaje de reaparición. Al contrario, si la etapa es más avanzada, hay más riesgo de reaparición.
- Si una persona logró superar el cáncer y continúa haciéndose exámenes constantes, vuelve a aparecer la enfermedad y se detecta en etapa temprana, ¿tiene mayores ventajas de sobrevida como una persona que nunca tuvo cáncer y se detecta en la misma etapa?
Depende de qué tan precoz se detecte la enfermedad nuevamente. Para eso son los exámenes preventivos post tratamiento, son los tiempos de seguimiento que se dejan indicado al paciente que recibió el alta oncológica.
- Hicieron un examen preventivo con el análisis de deposiciones y los resultados fueron preocupantes.
Hicimos un piloto con un llamado por redes sociales para el examen preventivo. Alcanzamos a juntar 1.490 pacientes entre 50 y 75 años y de ellos, el 15% dio positivo a sangre oculta en deposiciones. Los invitamos a hacer colonoscopias, no todos han participado y tenemos tabulados cerca del 60% o 70% y de esos 200 pacientes, que más o menos corresponden al 15%, encontramos 13 cáncer de colon en personas asintomáticas. Y afortunadamente la mayoría estaba en etapas precoces, lo que nos da un punto importante de que este examen detecta cáncer y etapas precoces. No solo eso, detectamos cerca de un 45% de pacientes con pólipos, que al hacer la colonoscopia los cortamos y ahora entran en seguimiento. Y si desarrollamos un correcto seguimiento hasta los 75 años, no debiesen hacer cáncer a futuro.
Solo es cosa de ver la gente nacida, que vivió y trabajó en Chuquicamata, más de un tercio ha muerto o tenido algún tipo de cáncer, toda la región de Antofagasta es una zona de sacrificio, que da el dinero para que por ejemplo se construya el metro en Santiago, para que ellos no deban estar más de una hora en la locomoción, mientras en Antofagasta seguimos con la locomoción que de punta a punta demora más de dos horas y media.
Felicitaciones al Dr Sergio Ledezma
Y el equipo que desarrolló este estudio y que se utilicen sus resultados en la formulación. Dr políticas públicas regionales en salud. Además muy ilustrativo el artículo para todos los ciudadanos frente al cancer de alta prevalencia en Antofagasta. Felicitaciones para Jorge Ortiz por su labor periodistica
Gracias Time line !!por informar temas importante y “ vitales “, deseo que Dr Ledezma y su equipo logre sus objetivos en pro de la comunidad …es importante y urgente !
Excelente entrevista, con respuestas claras y contundentes de parte del Dr. Ledesma. Si la incidencia de cáncer en Antofagasta, tiene tales niveles estadísticos; ya podemos imaginarnos lo que ocurre en Tocopilla, puerto de sacrificio que desde 1915 cuenta con centrales termoeléctricas montadas en una pequeña península ¡a sotavento de la ciudad! Se hace evidente que los «genios» del siglo XXI; jamás tuvieron la capacidad ni la voluntad de remediar lo que hicieron los burros de principios del siglo XX. Las unidades que con bombos y platillos fueron dejadas fuera de servicio, en un hipotético «plan de descarbonización»; eran simplemente plantas que ya habían llegado al final de su vida útil.