Para la comunidad taltalina, el teatro Alhambra es emblema por excelencia de la bonanza salitrera de comienzos del siglo XX. Este imponente inmueble, ubicado a un lado de la Plaza Arturo Prat, cumplirá el próximo 18 de noviembre, cien años desde que se construyó.
La celebración de su centenario es motivo de algarabía en la comuna. “El mundo merece conocer esta joya invaluable, que alberga nuestra identidad y patrimonio. Por ello, como administración procederemos a arreglar su fachada y limpiar hasta el último rincón, de modo que podamos asistir a una ceremonia conmemorativa en el mismo edificio el próximo 18 de noviembre” declaró Guillermo Hidalgo, alcalde de Taltal.
Pocos teatros quedan en Chile con la impronta del estilo histórico italiano que mantiene esta edificación de pino oregón, y que se observa, por ejemplo, en la herradura de su sala. En el tercer piso se encontraba la vivienda de los dueños, la que se comunicaba interiormente con el teatro y el patio.
Esta obra se erigió producto de una idea que tuvo don Rainiero Perucci, quien quiso construir su propio teatro a comienzos de 1921. Él presentó los planos al alcalde de aquel entonces, José Antonio Guerra y echó a andar el proyecto.
El Alhambra fue por mucho tiempo sinónimo de vida cultural y social. Innumerables obras de teatro se presentaron aquí, incluso funcionó como una sala de cine que entretuvo a cientos de familias, hasta 1980 cuando cerró sus puertas por evidente deterioro. En 2009 fue declarado Monumento Histórico, estableciéndose un área de protección de 1.476,65 m2.
Entre las últimas mejoras de infraestructura y mobiliario, destacan pavimentos de cemento y mármol en su interior. Ya han pasado 18 años desde su última intervención, pero el inicio de su rescate patrimonial es inminente.
El estudio de prefactibilidad del proyecto “Habilitación de Inmuebles de Monumentos Nacionales” que desarrolla el Ministerio de Obras Públicas, a través de la Dirección Regional de Arquitectura se encuentra en un 70% de avance y se espera que esté terminado antes de concluir este año.
Desde 2002 es propiedad municipal gracias a la adquisición previo pago de $60 millones a la familia Perucci. En el 2003 se selló una alianza entre municipalidad, FOSIS y la comunidad, y se elaboró un proyecto de “Escuela Taller”, la que estuvo enfocada en la restauración, destacando el apoyo de dos técnicos españoles que se enfocaron en el diseño y ejecución del proyecto.