La Vida y la Educación, como el Tiempo, transitan entre Fragilidad y Fugacidad y, en medio de esa breve existencia, entre complejos laberintos, siempre nos ofrecen algunos sucesos que marcan la historia, así como en estos momentos, el Estallido Social-Redacción Nueva Constitución-Elecciones; como también, en esta Asociación Vida-Tiempo, nos envuelven otros sucesos críticos de inflexión, como la Pandemia Covid-19 y sus consecuencias; y, misteriosamente, ambas instancias, nos muestran y advierten de nuestras fragilidades y debilidades humanas, como también de nuestras fortalezas y potencialidades; por ello, cada uno de nosotros , desde el particular rol de Habitante-Ciudadano-Educador Social, debe asumir con singular entusiasmo la compleja tarea de internalizar el conocimiento de la naturaleza definida de nuestra condición de Humano, de luces y oscuridades, asumiéndonos como seres pequeños, inconclusos, inacabados y en la necesidad permanente de procesos de reflexión y metamorfosis para ir desde en humildad terrenal, a un constante ejercicio de Mejora y Transformación Humana Social.
Es que, Antofagastinos y Antofagastinas, para engrandecer esta tierra de cerros y mares en que habitamos; todos juntos, debemos tejer la Educación y la Vida de nuestra ciudad, desde todo nuestro Ser, desde nuestras propias manos con acciones y consecuencia; desde nuestras cabezas, con inteligencia, razones y, bellamente también, desde nuestros Corazones, en rítmico palpitar de sentimientos, anhelos y emociones; porque, sólo así, Aprendiendo, Pensando, Haciendo, Siendo y Amando a todos los hijos de esta tierra morena, Aprenderemos a Construir y Convivir en una Sociedad más Humana y Hermana para una Antofagasta Educadora en feliz Nortinidad y de Cohesión Social.
Es decir, Amigas y Amigos lectores, debemos mejorar toda nuestra Educación Antofagastina, abriendo el Gran Libro de los Tesoros, para re-imaginar, todos juntos, bella y horizontalmente juntos, desde la Pedagogía de la Esperanza que nos conversaba Paulo Freire, para el Sueño del Desarrollo y Bienestar Colectivo, sin fronteras ni jerarquías de Autoridades, Empresarios, Gestores, Trabajadores y Familias, entendiendo que:
“Educar es el Acto Poético de Amar, desde la belleza del Pensar, para Aprender desde los procesos de la Mente; para Hacer y Practicar en consecuencia, sin olvidar jamás que, debemos Aprender a Ser desde el Corazón, con infinito Amor; porque así, la educación , con el empoderamiento y construcción de personas críticas, comprometidas socialmente y en la búsqueda de soluciones y alternativas, podrá incluir y vincular en oportunidades de Aprendizaje y Crecimiento en Redes, con procesos de Integración, Cohesión Social e Igualdad con todos los Barrios, Comunidades y Campamentos, como legítimo contexto de Socialización y Construcción de Andamiaje Social”.
Gentes de mi Norte, es que la tarea es de todos ; por ello, debemos asumir en conciencia, con cada acción diaria, el Educar en la Solidaridad de las Geografía Emocionales, desde la Cultura de la Compasión y Aceptación de los unos y los otros, en el acto sublime de la existencia humana, en que, debemos aprender, ser, hacer y convivir, entre el yo y el nosotros; puesto que, todos y todas las gentes del Norte que, habitamos, somos, sentimos, sufrimos y soñamos a nuestra Antofagasta, compartimos el mismo desafío de asumir una Lección de Ética, Humanidad y Responsabilidad Social; para que, entre cerros y rocas oceánicas, forjemos: “Antofagasta, una ciudad educadora de progreso en bella cohesión social»
[…] Fuente: Timeline Antofagasta […]