Pese a que dice que la detención de Andrés Sutar le produjo “un poco de satisfacción”, Gladys Galleguillos, la mamá de la influencer antofagastina Javiera Jiménez, asegura que va a seguir la lucha hasta “ver presas a todas las personas que lo ayudaron a encubrir”.
Así lo menciona en entrevista con El Mercurio de Antofagasta, donde afirma que su mamá, su hermana, su amigo y la mamá de su hijo lo apoyaban “sabiendo lo que había hecho”.
Recordemos que Sutar, luego de ser detenido en Bolivia y formalizado por el homicidio simple de su expareja, reconoció que estaba muerta y que la había enterrado en el desierto, aunque no especificó el lugar.
Así, consultada por las acciones que seguirán para encontrar a Javiera, explica que “de hecho, vengo recién entrando a Antofagasta desde el desierto. Fui a las Ruta B-400, donde siempre he buscado. Voy a buscar, caminar, ver, hacemos remoción de tierra (…) caminamos con palos y fierros con mi familia. Hemos escarbado en muchos lugares para encontrarla, todos los fines de semana. Nunca he dejado de buscar a mi hija”.
De igual modo, Galleguillos aclara que siempre supo que su hija no estaba con vida por la cantidad de sangre que halló la Policía de Investigaciones (PDI) en la camioneta en que se trasladaban.
Respecto a Sutar -formalizado también por pertenecer a una banda dedicada al robo de cobre-, afirma que la única vez que compartió con él fue el 4 de julio, en el contexto del cumpleaños de Javiera, pero que “no habló nada” y que lo encontró extraño. Recuerda que se levantaba mucho de la mesa a hablar por teléfono y que justificaba esa actitud señalando que tenía una empresa de transportes y que lo llamaban los choferes.
Desde el medio antes citado le preguntaron por qué cree que Sutar mató a su hija, a lo que Galleguillos respondió: “Porque la Javiera ya no quería estar con él. Creo que la Javiera cuando supo que él era delincuente, dijo: no, me estoy metiendo aquí mal. O la habrá amenazado o ella le habrá dicho que lo iba a acusar, se me pasan tantas cosas por la mente. Porque la Javiera tenía su temperamento, no le gustaba que la pasaran a llevar. Ella era muy independiente (…). El amigo de Andrés, el Jona, que fui a ver a la cárcel, me dice que Andrés estaba obsesionado con la Javiera (…). Incluso, tenía GPS del auto de la Javiera. La Javiera a veces salía con sus amigas y ellas dicen que llegaba de la nada y decía: ay, justo iba pasando por acá. La andaba vigilando”.